Sostenibilidad y seguridad, desafíos de una industria turística que tritura récords
El sector acumula siete años seguidos de crecimiento y en 2016 logró un nuevo hito: 1.235 millones de personas viajaron fuera de sus países
El sol siempre parece brillar para la industria turística. El desarrollo acelerado de los medios de transporte ha facilitado la creación de un mundo global en el que la movilidad, tanto profesional como elemento de ocio, se ha convertido en un elemento cotidiano. La tierra gira y sus habitantes están en continuo movimiento. Las cifras confirman que el sector no conoce techo. El año pasado nada menos que 1.235 millones de personas salieron de sus países de origen para hacer un viaje, lo que suponen 46 millones más que en 2015. La fortaleza del sector se pone de evidencia en los siete años consecutivos de aumentos de turistas, un ciclo que no se producía desde 1960, según los registros de la Organización Mundial del Turismo (Unwto, en sus siglas en inglés).
Por regiones Asia y Pacífico lideraron las alzas, con un 8% respectivamente, sobre todo por la fortaleza de sus respectivas demandas internas. África, por su parte, creció también un 8% tras dos años de una cierta debilidad. En América, con un 4% de crecimiento, consiguieron mantener la tendencia mientras que Europa avanzó tan sólo un 2%. En el caso de Oriente Medio hubo una caída de la actividad turística del 4%, aunque dentro de la región hubo destinos que registraron alzas.
La previsión de la Organización Mundial del Turismo (OMT) es que las llegadas de turistas internacionales crezcan entre un 3 y un 4% este año. Miguel Mirones, presidente del Instituto para la Calidad Turística , asegura que «todas las previsiones apuntan a importantes crecimientos del turismo a nivel mundial. El techo es aquel que queramos establecer al crecimiento de la actividad económica internacional y al desarrollo de las economías emergentes, en las que cada vez más personas pueden disfrutar de vacaciones como un derecho laboral».
Según datos de la Organización Mundial del Turismo, España ya es el tercer país que más turistas recibe del... https://t.co/jccK0E8SXK
— DUI - UAEH (@uaeh_dui) 24 de abril de 2017
El panorama es despejado, pero no está exento de numerosos retos y algunas incertidumbres: la necesidad de encontrar modelos sostenibles que no agoten la gallina de los huevos de oro, la apuesta por la calidad para aumentar la rentabilidad, el desafío de la seguridad... esos son precisamente los temas que centrarán la 105 reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que se celebrará en Madrid el próximo jueves y viernes. El organismo, dependiente de la ONU y con sede permanente en la capital de España, elegirá entre seis candidatos a su nuevo secretario general. Posteriormente, en la siguiente reunión de Chengdu (China) los días 4 y 9 de septiembre, será cuando se proclame oficialmente al sustituto de Taleb Rifai, que deja el cargo que ha ocupado en este organismo internacional desde el 2010. Entre los siete candidatos a sustituirle se encuentran Alain St. Ange, ex ministro de Turismo, Aviación Civil, Puertos y Marina de Seychelles, y Zurab Pololikashvili, embajador de Georgia en España, a quienes entrevistamos en este reportaje. Todos los candidatos coinciden en que el turismo es una historia de éxito en general ya que ha llevado prosperidad económica a muchas regiones del mundo, aunque advierten que el futuro de esta industria pasa necesariamente por hacer que sea sostenible, por aumentar la calidad de los servicios que se prestan con independencia de si se trata de productos de lujo o no, y garantizar la seguridad.
La previsión es que los turistas internacionales aumenten entre un 3 y un 4% este año
Mirones añade que «es posible que algunos destinos no hayan tenido una planificación adecuada en este sentido, pero para trabajar en beneficio de la sostenibilidad nunca es tarde. En España, ya hay algunos ejemplos de destinos maduros que han comenzado una reestructuración tanto de productos como de espacios urbanos para corregir los defectos de la planificación inicial y adaptarse a las nuevas demandas de la sociedad, que cada vez es más exigente en estas cuestiones».
Objetivo: competitividad
Desde una de las principales patronales turísticas españolas, Exceltur, su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda, lleva años reclamando que se potencie la competitividad de los destinos por valor añadido y no por precio. «Ya no podemos crecer más en algunos lugares por volumen de turistas en temporadas altas. De los 77.000 millones de gasto total de los extranjeros en 2016 sólo 54.355 millones fueron ingresos para España», asegura.
El Instituto para la Calidad Turística participa en el desarrollo de una norma internacional para turismo accesible https://t.co/f8ctiObQW6
— ICTE (@QCalidad) 16 de febrero de 2017
En cuanto a la sostenibilidad es tan importante que la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha declarado este año 2017 «Año del Turismo Sostenible para el Desarrollo». Precisamente, la próxima semana se producirá el nombramiento de Luis Guillermo Solís Rivera, presidente de Costa Rica, como embajador especial del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, en un acto que tendrá lugar en Madrid.
El hecho de que todas estas reuniones internacionales se celebren en España no es casual. España es una auténtica potencial turística mundial, y de ahí que nuestro país tenga la sede de la OMT.
La demanda interna dispara la fortaleza de la zona de Asia-Pacífico, mientras Europa ralentiza su crecimiento
El informe anual de la OMT señala que «el avance del 2% de llegadas de turistas en Europa el año pasado, hasta los 620 millones, es resultado sobre todo de la incertidumbre y dudas sobre la seguridad que se produjeron en algunos destinos. Por regiones Europa del Norte y Europa central, con un 6 y un 4% de aumento de viajeros respectivamente registraron los mayores avances, mientras que el conjunto del Mediterráneo del Sur aumentó un 1%.
A nadie se le escapa que los recientes atentados contra Europa (París, Bruselas y Londres, entre otros) han encendido las alarmas de los turistas internacionales, que igual que hace un tiempo dejaron de visitar de manera masiva los países del norte de África también lo han hecho, aunque en menor medida, en el caso de las ciudades europeas atacadas por el terrorismo islamista.
En este contexto los máximos responsables de turismo del mundo, que se reúnen de manera periódica, concluyeron en su último encuentro, precisamente celebrado en Londres, que «hay que incluir el turismo en las estructuras de las emergencias, de modo que la economía y la seguridad nacional sean un objetivo común».
El reto digital, las alertas médicas, los desastres naturales y los cambios geopolíticos son otras amenazas
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