Los expertos piden más transparencia al INE
Las sombras del sorprendente recorte de 6.000 millones en el PIB
La Autoridad Fiscal y los organismos critican la opacidad de la revisión del INE y la volatilidad de la estadística
La revisión de las cifras macroeconómicas realizada por el INE a mediados de septiembre sigue coleando meses después. A las puertas de una nuevas elecciones, el repaso a la contabilidad nacional no solo desencadenó el reconocimiento por parte del Gobierno de que los nubarrones estaban más cerca de lo anunciado y venían más cargados, sino que también ha generado un vivo runrún entre organismos y académicos. No por la revisión en sí, habitual en las instituciones estadísticas, sino por su opacidad, además de la intensidad y el cambio en la composición.
La historia de la recuperación de la economía no había sido tal y como se había venido contando: el PIB tenía ahora un peso 6.055 millones menor y con casi 500.000 empleos menos . Esta nueva revisión redujo el crecimiento de 2019 : en el primer trimestre no se creció un 0,7% como se dijo en un inicio, sino un 0,5%; en el segundo, fue un 0,4% y no el 0,5% que se anunció en un inicio. Y en 2018 se creció un 2,4% –dos décimas menos que lo que se publicó inicialmente–, en 2017, un 2,9% –una décima menos– y en 2016, un 3% –dos décimas a la baja– mientras que en 2015 la recuperación fue mucho mayor: el PIB avanzó un 3,8%, frente al 3,6% que se pensó en un inicio. En la nueva serie resulta que se creció algo menos en los años del «boom», la crisis fue más intensa de lo calculado en su momento, y que la recuperación fue mayor pero la desaceleración, también.
La revisión del INE venía por mandato europeo y se produjo en todos los organismos de estadística de la UE, pero no ha sentado bien a académicos y organismos porque, a su entender, se ha efectuado de forma opaca y con una excesiva volatilidad en los últimos datos. El INE añadia datos de los que antes no disponía como la Encuesta de Presupuestos Familiares además de actualizar información de economía no declarada por la mayor colaboración con la Agencia Tributaria y el Ministerio de Trabajo.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) se quejó en su último informe sobre el plan presupuestario de que « no ha existido una política activa de comunicación de las novedades metodológicas ». Pese a que la Airef subraya que el INE ha cumplido los requisitos y criterios de calidad europeos, lamenta que la difusión de la contabilidad nacional «no satisface plenamente dos principios básicos en la operativa de cualquier productor estadístico: la orientación hacia el usuario y la transparencia en la comunicación ».
«Todo ejercicio de previsión debe tener como punto de partida la comprensión y modelización de las relaciones económicas. Si estas relaciones se han visto afectadas por cambios estadísticos (fuentes, técnicas, modelos, supuestos), será necesario conocer su detalle », critica la Airef, que ya había dirigido dardos a la labor del INE en el pasado al cuestionar sus previsiones demográficas. «Ante una revisión tan significativa como la que hizo el INE se hubiera agradecido una mayor explicación », coincide Gonzalo García, responsable de Economía de Afi.
El INE presentó y publicó la metodología de la nueva contabilidad nacional el 3 de abril y lo presentó al Consejo Superior de Estadística, al que pertenecen CEOE o la propia Airef. En octubre de 2018, además, hizo una sesión técnica y en todas las publicaciones desde julio avisó de la futura revisión.
Pero las dudas de los expertos también apuntan a la volatilidad de las nuevas series. El INE publicó hace una semana que elPIB creció un 0,4% en el tercer trimestre, con un mayor tirón de la demanda interna y menos de la externa. El estancamiento repentino del consumo de los hogares en el segundo trimestre, al 0%, y su posterior repunte al 1,1%, en el tercer trimestre también resulta extraño para los economistas.
De cero a cien
«Los datos de consumo del segundo trimestre me parecían un poco exagerados », señala el director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres.«Ahora tenemos el problema de que la estimación de crecimiento del PIB no cuadra con otros indicadores de actividad que hemos conocido como el comercio o la producción industrial», asevera para añadir que «más transparencia en este tipo de revisiones siempre es útil».
El responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Doménech, pone el foco en el cambio de componentes del PIB que ahora arroja elINE. «Destaca la peor evolución de la inversión en maquinaria y equipo, que en el acumulado 2008 a 2018 fue un 14% inferior a lo previamente estimado», advierte. Y apostilla que «esto da lugar a un diagnóstico menos optimista sobre la evolución futura de la economía española». García recuerda la montaña rusa que ha supuesto la evolución de la economía española en los últimos tiempos, de la recesión a un crecimiento fulgurante. «Hace falta más tiempo para digerir toda la información que hemos tenido en los últimos tiempos», reflexiona.