«Si no tuviera a mi padre, no comeríamos»

Miles de autónomos caminan sobre un alambre desde que el coronavirus irrumpió en sus vidas, y les obligó a parar: taxistas, pequeños comerciantes, restauradores... luchan para que la crisis económica que deja el virus no les obligue a cerrar

Alejandro, Iván, Mercedes... los nombres propios de un colectivo que busca una solución para evitar que el día después de la pandemia tengan que echar el cierre definitivo EFE

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Sus negocios no cotizan en la Bolsa, ni convocan concurridas juntas de accionistas ni recogen beneficios millonarios pero, junto a las pymes, son el 98% del tejido empresarial en España. Un colectivo desconcertado por la gestión de un Gobierno «progresista», que parece haberse olvidado de ellos y que les exige que siga pagando religiosamente su cuota a la Seguridad Social. Pero dejemos que sean sus voces las que protagonicen estas líneas, ya hablan por si solas:

1

«Mis trabajadores cobrarán el triple»

El coronavirus cambió de la noche al día muchas vidas: Alejandro Sánchez, propietario del restaurante Cava Baja en la localidad madrileña de Robledo de Chavela, cerró voluntariamente el 13 de marzo. Sin embargo, sus preocupaciones no terminaron tras mandar a casa a sus cuatro empleados: «No estamos trabajando ninguno, pero hay que seguir pagando la cuota de autónomos y, luego, todos los gastos del local (hipoteca, comunidad, seguros sociales, el IBI...)», comenta este emprendedor quien solo de luz paga unos 240 euros al mes. Al menos, pudo congelar algo de carne y repartir el resto de comida entre familiares. Ahora, Sánchez espera que el ERTE que solicitó se apruebe, y así que el Estado se haga cargo de gran parte de las cuotas sociales de sus empleados: «Lo que no entiendo es que mis cuatro trabajadores cobrarán el triple sin arriesgar nada», admite.

2

«Solo tengo 500 euros de pensión»

El bar de Mercedes Varela abría todos los días de la semana en Friol (Lugo) , un concejo de 3.871 habitantes en el centro de esta provincia gallega, recibiendo público de nueve de la mañana a nueve de la noche. Con una zona de bar y un comedor para 15 personas permitía conectarse a internet de forma gratuita. Ahora, como consecuencia del estado de alarma, tuvo que echar el cierre y se quedó sin su medio de vida. Como único ingreso una pensión de viudedad de 500 euros mensuales: «Las ayudas aprobadas en el real decreto no son compatibles con ninguna pensión de la Seguridad Social» , denuncia su hija Tamara quien lo consultó con una asociación de autónomos y recuerda que la prestación de su madre sí es compatible con el paro, por ejemplo.

No es el único quebradero de cabeza: a los gastos propios de su vivienda se le suman los de su local ( alquiler, luz, internet, etc...) y la cuota de autónomos. En este sentido, su hija lamenta la situación de su madre frente a la suya como asalariada; a Tamara le han aplicado un ERTE y cobrará su prestación por desempleo. Mercedes tendrá que apañárselas, de momento, con su pensión de viudedad. Afortunadamanente, su hija asegura que «estamos al día de todos los pagos de la Renta y la Seguridad Social, aunque si no lo pagas ahora, se tendría que hacer después», comenta sobre la situación de su madre.

En este sentido, Mercedes todavía no ha hablado con la propietaria del local de su bar, pero tendrá que abonar la cuota de autónomos de este mes sí o sí. «Quiero pensar que en el Gobierno no se pararon demasiado en hacer el decreto. Se que se lo han comunicado las asociaciones de autónomos y no han respondido aún, aunque no tengo mucha esperanza : la mayoría de autónomos no están cobrando pensiones, pero otros sí, y hay familias enteras que dependen de esto», concluye la hija de Mercedes.

3

«Si no tuviera a mi padre, no comeríamos»

De origen barcelonés, la voz de Ana Belén Fernández se escucha entrecortada al otro lado del teléfono. La expansión del coronavirus le obligó a cerrar su tienda de ropa de niños en Águilas (Murcia): su única fuente de ingresos, si no consideramos los 200 euros mensuales que le pasa su exmarido para la manutención de sus dos hijas mellizas.

Contundente, esta joven emprendedora, reconoce que sin la pensión de 650 euros al mes no podrían salir adelante: «Si no tuviera a mi padre no comeríamos», apunta sobre una situación que comparte con su hermano quien también se enfrenta a una parálisis de actividad como pintor y autónomo. Sin embargo , las facturas no entienden de estados de alarma ni de pandemias . A los 284 euros de la cuota de autónomos se le suman los gastos que genera el local (un alquiler de 600 euros mensuales, por ejemplo), más la cuota de 260 euros al mes del préstamo que pidió para abrir su local avalada por un amigo, el alquiler de la vivienda en la que reside y la última remesa de material (otros 600 euros) que recibió en su establecimiento poco antes del estado de alarma.

«Tengo la tienda a tope de género» , comenta esta emprendedora quien en abril deberá también abonar la parte correspondiente del IVA. Para hacer frente a todo lo anterior, estima que necesitaría «3.000 euros como mínimo» . Todo ello, tras un mes de febrero, que describe como «muy flojo y en el que tampoco pude hacer caja». Sin embargo, por calendario, llegaba una de las mejores épocas para su negocio por las comuniones. «Como cierren estos eventos me como todas las colecciones», añade con tristeza tras tres años de lucha por sacar adelante su negocio.

Como única solución en el horizonte, la prestación por cese de actividad (el denominado paro de los autónomos) aunque antes deberá salvar una barrera de 284 euros: la cuota de autónomos de marzo, que el Ejecutivo se niega a aplazar.

4

«Las facturas se acumulan y no puedo pedir la ayuda»

Iván Castro es autónomo y comparte un taxi con su hermano en Madrid. Ambos dejaron de prestar servicio el pasado 14 de marzo, el día en que se declaró el estado de alarma en España. «Tengo ahorrado , no me gusta vivir al día, pero sé que otros compañeros no pueden y deben salir», comenta este autónomo quien estima pérdidas de entre 3.000 y 4.000 euros mensuales si las actuales restricciones se prolongan.

A la cuota de autónomos de marzo (283 euros) - «si no puedo salir a trabajar tendrían que paralizar la paga de autónomos », razona Castro- se le suman los plazos del préstamo de 100.000 euros que solicitó para adquirir la licencia de taxi (808 euros mensuales). También se suman otros gastos como el alquiler de su actual domicilio, más el colegio concertado de sus dos hijos (85 euros cada uno) o la hipoteca de otra vivienda que poseen en propiedad y que esta alquilada. En circunstancias normales, Iván Castro y su hermano, ingresan unos 4.000 euros , pero con el coronavirus las facturas se acumulan.

«Dentro de lo malo, hay algunos autónomos que pueden solicitar ya la prestación por cese de actividad, pero en mi caso debo declarar un 75% de pérdidas ; y como me lo miran respecto a febrero, tengo que esperar a mediados o finales de abril para pedirla», comenta este autónomo quien teme no poder percibir esta ayuda hasta mayo y que su inquilino tampoco pueda pagarle. «Si todo el mundo deja de pagar, y todos denunciamos, podemos colapsar los juzgados», advierte el taxista madrileño.

5

«¿Cómo mantener una casa y a cuatro niños, con menos de 637 euros?»

La palabra «incertidumbre» asoma al hablar con Iban Sánchez , propietario de un bar en Salamanca capital. Un negocio que cerró el pasado 16 de marzo, tras la declaración del estado de alarma en toda España. Sin embargo, como otros muchos autónomos las facturas siguen acumulándose: «¿Cómo mantener una casa y a cuatro niños, con menos de 637 euros? », se pregunta este emprendedor quien además tendrá que abonar el alquiler de su local. En cualquier caso, Sánchez destaca que ya está gestionando el denominado «paro autónomo».

Todo ello, frente a unos gastos que en circunstancias normales alcanza los 1.600 euros mensuales si se le suma el alquiler de su vivienda habitual - «son familia y les hace falta», comenta sobre la posibilidad de aplazar los pagos- y una familia de seis personas. «Me da lo mismo la cuota de autónomos de marzo, casi es preferible dejarla sin pagar, porque 200 euros no te suponen nada» , apunta al ser preguntado por el hecho de que este obligados a seguir ingresando a la caja de la Seguridad Social aunque no tengan actividad.

«Lo más primordial es que nos ayuden con los alquileres , que nos den una tregua», pide este empresario quien asegura que el género que tienen en su establecimiento es todo suyo. Por lo que no hay deudas con proveedores.

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