El sector agroalimentario alerta de que una subida de impuestos será negativo para la economía

Las empresas ponen el foco en tratar de preservar el empleo evitando la despoblación de las zonas rurales

EFE

El sector agroalimentario alerta al Gobierno del peligro para la economía que tendría una subida de impuestos. Así lo han manifestado en la cumbre de la CEOE «Empresas española liderando el futuro». «Cuidado con los incrementos de impuestos porque impacta directamente en la renta de los consumidores», ha explicado el presidente del Grupo Pascual y de FIAB, Tomás Pascual. A su juicio retrasaría la recuperación económica y que «la fiscalidad debe estar acompasada a la situación». Una reflexión a la que se han unido más empresarios.

Así, sobre este asunto, el presidente de Ebro Foods, Antonio Hernández Callejas, ha comentado que «estamos dispuestos a admitir una reforma fiscal justa, no confiscatoria. Que ayude al desarrollo». Del mismo modo se ha expresado Ignacio Osborne, presidente del grupo Osborne, que dice que «una subida de impuestos no implica una subida de la recaudación ». Más allá ha ido Javier Garat, presidente de Cepesca, que ha pedido al Gobierno que «bajen los impuestos a las empresas», reduciendo el IVA del 10 al 4% del pescado.

Las empresas agrarias y de alimentación han sido muy importantes durante la pandemia del Covid-19, garantizando el abastecimiento de productos. Sin embargo, pese a que su actividad ha crecido durante el estado de alarma, la crisis puede llevarse hasta 11.000 empleos , mientras que la producción puede caer hasta un 8%.

Por eso defienden la necesidad de que el Gobierno impulse medidas para crear más empleo y riqueza. Dos conceptos que, según el presidente de Ebro Foods, no se consiguen con medidas como el ingreso mínimo vital si se mantiene permanentemente. «La política de renta básica provocan un clientelismo. La gente se acostumbra a la ociosidad y no a la generación. La dignidad de la persona necesita un trabajo y no un subsidio», ha explicado.

Para preservar el empleo, las empresas ponen el foco en la digitalización, la innovación y en evitar la despoblación de la España vaciada . «Si no hay empresas no hay empleo, si no hay empleo no hay riqueza, si no hay riqueza no hay progreso y si no hay progreso no hay esperanza», ha dicho Tomás Fuertes, presidente del grupo Fuertes (El Pozo), que pide que es necesario que todo el mundo «tire del carro».

En opinión de las empresas, la digitalización y la innovación permitirá retener el empleo y que el sector sea más sostenible. Carlos Moro, presidente de Matarromera, cree que «es imprescindible completar la red de comunicación para que puedan acceder a la red los trabajadores de la agroalimentación». Por su parte, el presidente de Campofrío, Paulo Soares, que cree que la innovación es un punto crítico y que necesitan el apoyo del Gobierno «para poder competir mejor y ser sostenibles».

Aranceles

El sector agroalimentario no ha hablado solo de impuestos y empleo, sino que también ha puesto hincapié en las exportaciones, donde los aranceles de EE.UU. al vino o al aceite han afectado considerablemente. Además, temen que el Brexit dañen aún más las ventas al exterior . Por eso piden unas reglas justas, claras e iguales para todo los países del mundo.

Por otro lado, el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero, ha alertado de tres peligros para estos meses venideros. El primero de ellos es que la recuperación no vaya a ser la esperada. «No es que no haya una recuperación en "V" sino que la "U" está cuestionada también », ha explicado. Lo ejemplifica con China, donde Viscofan está presente. Asegura que van bien pero «no tanto como pensábamos».

El segundo tema que preocupa a De Ampuero son las vacaciones, que pese al clima de optimismo existente dice que «deben cogerlas aquellas personas que puedan y cuando puedan», ya que si no puede ser perjudicial para las empresas.

Por último, el presidente de Viscofan se ha referido al teletrabajo, que considera que no puede llegar a sustituir al trabajo en la oficina porque «se pierde la unidad de los equipos y el conocimiento entre la gente».

Sector agrario y pesquero

En esta esta sesión también han estado representados los productores: el sector agrario y el pesquero , a los que han puesto rostro los presidentes de sus principales organizaciones. Por parte de los agricultores ha hablado el presidente de la mayoritaria Asaja, Pedro Barato. En su intervención ha mostrado su «orgullo» por el comportamiento de esta actividad durante la crisis sanitaria, un agradecimiento que ha hecho extensible a producción, industria y distribución. «El 96% de lo que consumimos lo hemos tenido en los lineales», ha destacado.

En este sentido, Barato ha destacado el efecto «dramático» que ha tenido el cierre del canal Horeca sobre algunas explotaciones agrarias y, especialmente, los ganaderos por lo que ha pedido medidas para reforzar estos sectores. Luego ha repasado en su intervención los diferentes rentos y problemas como el «reto climático» , que cree que debe ser visto como una oportunidad y del que critica «que se estén haciendo demasiadas imposiciones bajo la premisa del cambio climático». También ha pedido que no se creen «más alarmas» en referencia a las menciones sobre la esclavitud unas orientaciones oficiales a la Inspección de Trabajo. Unas actitudes que el presidente de Asaja ha tachado de «irresponsables», especialmente viniendo de instancias del propio Gobierno.

También ha exigido «reflexionar» sobre el hecho de que se haya tenido que hacer compatible el paro y el salario para atraer mano de obra al campo.

En cualquier caso, Barato también ha exigido «competir con las mismas reglas de juego» con productos de terceros países y caminar hacia un mercado «donde se repartan los beneficios: un tercio para la producción, otro para la industria y el restante para la distribución». Lo que cree posible con la Ley de la Cadena . Sobre la nueva PAC ha pedido que se mantenga la dotación económica del periodo 2014-2020. «85 millones han sido puestos directamente por España, Estados Unidos ha desplegado 16.000 millones para su sector agrario», ha apuntado.

La última intervención ha corrido a cargo del secretario general de Cepesca - que agrupa a 725 empresas pesqueras, el 95% de la flota- Javier Garat - quien también ha coincidido en la necesidad de «competir con las mismas reglas» frente a terceros países y destacado que «los españoles podemos estar orgullosos del sector pesquero» por su comportamiento durante la crisis sanitaria. Garat ha hecho referencia a los retos de esta actividad señalando como prioritario la «hecatombe social y económica que se aproxima». En este sentido, ha exigido al Gobierno que «aparque la ideología» y que cuenten con las empresas para elaborar un plan estratégico.

En un terreno más específico, el secretario general de Cepesca, se ha felicitado por la rápida reforma del relgamento de Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) que «ahora se tendrá que poner en marcha en España y para lo que ya trabajamos con el Ministerio». Sin embargo, Garat a la par que ha valorado positivamente la interlocución con Agricultura ha afeado a Trabajo y Sanidad, «que les hayan ignorado por completo durante la crisis de la pandemia».

En esta línea, ha mostrado su preocupación por las dificultades para el relevo de las flotas así como por la caída del consumo de pescado (más de un 20% en los últimos 12 años) e instado a que Bruselas y el Ministerio de Transición Ecológica abandonen la «política verde de escaparate» , con normas que tengan «objetivos realistas y alcanzables».«Hago un llamamiento a la gran distribución para que promueva la soberanía alimentaria dando prioridad a la producción de la Unión Europea», ha cerrado Garat quien ha pedido coherencia en la política comunitaria de contingentes.

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