Sangría económica del porcino y el vacuno ante el golpe de la crisis
El virus se ceba con el campo español y los sectores más sensibles a bares y restaurantes
A pesar de ser declarada una actividad esencial durante los momentos más duros de la pandemia, el sector agroalimentario no se ha podido sustraer a las secuelas económicas del Covid-19. Especialmente duras para las actividades más dependientes del canal de hostelería y restauración (Horeca): el vacuno y el porcino , especialmente, el de bellota. O que, como el sector de la flor cortada y planta ornamental, se han visto muy limitados por las restricciones a la movilidad adoptadas para impedir la expansión del virus.
Mientras que otras actividades como la producción de vitivinícola, más diversificada, ha encontrado en la exportación una forma de suavizar las pérdidas, que podrían rondar de media el 25% de la facturación a cierre de año . En concreto, este año, las ventas al exterior están registrando un buen comportamiento. Según el Ministerio de Agricultura, entre octubre de 2019 y septiembre de este año se exportaron 54.965 millones de euros, un 5,4% más que en el mismo periodo del año anterior. En todo 2019, las ventas al exterior fueron de 53.180 millones de euros, un 5,2% más que en 2018. Lo que supone el 18,3% de todas las exportaciones españolas.
Es decir, a pesar de la crisis que afecta a los sectores más volcados con la hostelería y el mercado nacional, el sector agroalimentario aumenta su peso en la economía española. En el segundo trimestre aportó el 3,8% del PIB en comparación con el 2,7% de hace un año, estima Caixabank Research en un informe presentado a mediados de noviembre. También se redujo el paro en Agricultura, en 4.624 personas (-2,46%), el mes pasado según los datos de paro registrado que aumentó globalmente en 25.269 personas. Sin embargo, no todo el sector primario disfruta de este «momentum».
El Covid marchita las ventas de la flor cortada
El confinamiento les impidió vender su producto entre el 14 de marzo y el 20 junio, por el estado de alarma. Esto supuso un primer golpe: se estima que el 70% de la producción se vende en los meses de primavera y, a través de eventos como la Semana Santa o la Feria de Abril, todos ellos cancelados por el Covid.
El Día de Todos los Santos tampoco cumplió las expectativas de los productores por las restricciones. A esto se suma, que la flor cortada y la planta ornamental tienen un ciclo de vida breve y no se pueden almacenar. Lo que obliga a su destrucción. Agricultura aprobó en octubre una ayuda de 10,4 millones de euros, a razón de entre 7 y 80 euros por metro cuadrado destruida y una campaña publicitaria.
Vacuno: obligados a reinventarse
La situación es definida como «muy crítica» por el secretario de ganadería de UPA, Román Santalla, en conversación con ABC. El origen está, como sucede con actividades como el porcino ibérico, en que las partes más nobles del vacuno venían siendo muy consumidas por el canal Horeca y en lo menús del día de muchos restaurantes. Esto ha hundido los precios y convertido en urgente buscar otras vías de ingresos, a una producción cuyo valor asciende a 3.009,7 millones de euros (2019) y que aporta el 8,9% de la carne de la UE: la exportación de ejemplares vivos -Santalla habla de «entre 3.500 o 4.500 terneros vivos» enviados semanalmente a países norteafricanos y de Oriente Próximo- y el consumo de los hogares españoles. A estos últimos se dirige la campaña de la patronal Provacuno, bajo el sugerente lema de «Cenas de Navidad, la Champions de la comida casera».
Porcino ibérico: un año difícil, ni bares ni turistas
La caída de ingresos ya se estima en un 20% , según Santalla (UPA). Desde Asaja Sevilla, José Manuel Roca estima para este año una pérdida media por animal de unos 200 euros (en España hay 3,375 millones de cabezas). Una actividad con dependencia del Canal Horeca y del turismo, ambas muy perjudicadas por el Covid. Una producción que generó un valor de 3.758 millones de euros en 2019. «En vez de hacer seis crianzas anuales se terminará como mínimo con una menos» , apunta Roca quien asegura que el jamón ibérico será más barato este año.
En esta ocasión, el Ministerio de Agricultura aprobó en julio una ayuda extraordinaria de diez millones para fomentar el sacrificio de animales, a razón de 40 euros por ejemplar hasta un máximo de 500. Desde Asaja y UPA lamentan que apenas se haya gastado entre el 2 y 3% de lo presupuestado y piden que este apoyo se reoriente.