Sánchez tendrá un final de legislatura marcado por el ajuste del déficit
Bruselas ve con buenos ojos subir el IVA a bienes con tipo reducido y más impuestos verdes
Una hoja de ruta no escrita de los gobernantes en España es que conviene hacer los ajustes al principio y guardarse los regalos fiscales para acabar la legislatura con buen sabor de boca y cerca de las urnas. Sin embargo, la epidemia ha arrasado hasta con esta máxima y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deberá enfrentar una legislatura en la que se alterará el orden de los factores y, previsiblemente, los ajustes deberán llegar al final del mandato . El Fondo de Reconstrucción desplegará 140.000 millones para España, de los que 72.700 serán en forma de transferencias. La condicionalidad llega a través de las recomendaciones específicas que la Comisión Europea hace a través del semestre europeo. Y en la última, Bruselas ya da una pista de que, con la economía (y la salud) en estado delicado, no exigirá ajustes ni este año ni el siguiente , pero habrá que ir planteando el escenario para cuando se haya recuperado la actividad lo suficiente y haya que sanear unas cuentas públicas en estado crítico.
« Cuando las condiciones económicas lo permitan , aplicar políticas fiscales destinadas a lograr situaciones fiscales prudentes a medio plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda, al mismo tiempo que se fomenta la inversión», pedía la Comisión en sus recomendaciones individualizadas por país el pasado mes de mayo.
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Bruselas activó la cláusula de salvaguarda del Pacto de Estabilidad para no aplicar las reglas fiscales este año -aquellas que fijan como límites un 3% del PIB de déficit y un 60% de deuda pública- y no parece que vaya a aplicarlas el próximo. Sin embargo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), ya ha advertido al Gobierno de que será conveniente ir preparando el terreno del ajuste para 2022 , cuando habrá que ir empezando a adoptar medidas que reduzcan un desequilibrio que este año el Ejecutivo espera acabe en el 10,3% del PIB -aunque el Banco de España alerta de que si hay rebrote se irá al 14%- y una deuda que se multiplicará del 95,5% al 115,5% –si bien el supervisor estima que, en un escenario más negativo, puede escalar al 126,7%–.
La última recomendación que llegó a España en el semestre europeo antes de que estallara la pandemia en 2018, pedía al Gobierno limitar el alza del gasto a un máximo del 0,9% y un ajuste estructural anual del 0,65% del PIB: en 2019 el primero repuntó un 4,4% y en lugar de ajustar los 8.000 millones que pedía Bruselas, el déficit engordó en otros 8.000 millones más. ¿Y cuándo España tenía el déficit por encima del 3%, como ocurrirá ahora, qué pedía la Comisión Europea? Cuando estábamos en el Procedimiento de Déficit Excesivo, la última recomendación de Bruselas de 2017 reclamaba «tributos sobre la contaminación» y recordaba al Gobierno la brecha de recaudación que el IVA tenía con la media de la UE porque «España aplica de forma muy generalizada exenciones o tipos reducidos» .
El IVA ingresó un 6,6% del PIB en 2018 frente al 7,1% de media continental. Y si bien en IRPF la brecha es mayor (un 9,7% del PIB frente al 12,2% de la UE), los expertos coinciden en señalar que los impuestos directos dañan más a la actividad que los indirectos. En Sociedades la distancia es la menor de todas (un 2,5% del PIB en ingresos frente al 2,7% de la UE): es decir, la subida de impuestos que defiende el Ejecutivo no es la que Europa recomienda .
Las peticiones de Bruselas más bien van dirigidas a evaluar el gasto público y las exenciones fiscales, como ha hecho la Airef en un estudio que empieza a presentar precisamente hoy. Sobre 13 beneficios fiscales que restan 35.000 millones en ingresos en IVA, IRPF; Sociedades y Especiales; además de evaluar 16.000 millones de gasto farmacéutico, incentivos a la contratación e infraestructuras que suponen un 4% del PIB. Unas ideas que Hacienda ya anunció que incorporará a las cuentas de los próximos años. Los Presupuestos que pondrán a prueba al Gobierno de coalición no serán los de 2021, sino los que incluyan los primeros ajustes.