Sánchez intenta pacificar a Bruselas en pleno envite de Díaz para derogar la reforma laboral

El presidente asegura que la normativa laboral se hará «como se hace en Europa, con diálogo social y vocación de consenso»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño AFP / Vídeo: Yolanda Díaz pide a sus socios que «se aclaren» respecto a la reforma laboral - ATLAS

A tan solo unas horas de que esta tarde PSOE y Unidas Podemos se reúnan en plena crisis por las diferencias ante la derogación de la reforma laboral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , ha acudido hoy a un acto organizado por el ministerio de Economía al que había sido convocados altos cargos y expertos económicos del panorama internacional, así como representantes de la Comisión Europea y ha lanzado un mensaje para intentar calmar a Bruselas: la reforma laboral se hará «como se hace en Europa, con diálogo social y vocación de consenso ».

Frente al premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, o la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhar, así como el comisario de Economía de la Comisión Europea, Paolo Gentiloni , y la propia vicepresidenta primera, Nadia Calviño, Sánchez ha calificado de «contra reformas» a las normativas laborales y de pensiones puestas en marcha por el PP en 2012 y 2013. Y ha asegurado que «todo el Gobierno está comprometido en abordar la modernización del mercado laboral». Sánchez ha detallado tres objetivos: «extirpar la precariedad, impulsar la competitividad y restablecer el equilibrio en la negociación entre empresa y trabajadores».

Las palabras de Sánchez llegan en momento no solo de alta tensión en el seno de la coalición, sino también con la vigilancia de Bruselas en máximos desde que se desbloquearan los fondos europeos. La cercanía del fin del plazo para negociar el alcance de la reforma laboral ha aireado las vergüenzas de una guerra fría interna, que lleva gestándose de manera más intensa desde que el Ejecutivo enviara el plan de reformas a Bruselas, y que ahora ha subido de rango: el enfrentamiento tradicional entre Calviño y Díaz implica ya al presidente y altos miembros de la Comión Europea.

El enfrentamiento de la coalición tiene dos vertientes: la política y la económica, y ambas están unidas entre sí por una amplia red de vasos comunicantes. En la primera, el objetivo es liderar el discurso de la derogación de la reforma laboral, cuestión clave para Unidas Podemos y Yolanda Díaz, que ha exprimido al máximo este mensaje, provocando incluso comentados gestos de desaprobación de Calviño en el Congreso.

Hoy mismo, a escasas horas que el ministro interviniera en el acto del ministerio de Economía, Díaz elevaba el tono de sus discurso y pedía al PSOE que «se aclare» en cuanto a lo que quiere hacer con la reforma laboral del PP. «Se están dando declaraciones diferentes», ha apuntado. Lanzaba también un dardo diercto al presidente al tildar de «delicado» el momento que vive la coalición.

El relato sobre la normativa laboral es también capital para el PSOE y de hecho el partido ha luchado estos días por no perder terreno con declaraciones como la de su vicesecretaria general, Adriana Lastra , afirmando que el Gobierno va a derogar la reforma laboral «y lo va a hacer el PSOE» . Posición que también había asumido el presidente Sánchez, pero que rápidamente tuvo que matizar ante el revuelo generado en Bruselas.

De ahí su alineación hoy con Calviño, que mantiene una posición mucho más comedida, y al gusto de Europa, con respecto a la norma laboral del PP: ella nunca habla de derogar sino de lograr «un paquete equilibrado» de medidas. Y de ahí también el intento de Sánchez de que la reforma laboral pase por el ministerio de Economía, algo que rechaza en rotundo Díaz.

Hoy mismo, Calviño ha insistido en este mensaje en el diario económico Financial Times , donde ha abogado por «europeizar el mercado laboral español» y «proporcionar flexibilidad, pero también acabar con los abusos y la precariedad de los contratos, que han aumentado la inequidad en España desde la crisis financiera». En su opinión, esto paso por «una reforma equilibrada que promueva la creación de empleo, pero que también mejor la calidad de esos puestos de trabajo»

La preocupación en Bruselas por esta reforma ha sido trasladada directamente al mundo empresarial en varias ocasiones. Esta es precisamente la baza que está jugando ahora Calviño, que ha intensificado sus contactos con los dirigentes empresariales en los últimos días. En paralelo, Yolanda Díaz era apaludida entre gritos de «¡presidenta, presidenta!» en el congreso de CCOO celebrado este fin de semana, momento que los sindicatos aprovecharon para recordar que si no se derogaba la reforma laboral habría movilizaciones en las calles.

Cabe recordar que nada más desbloquear el acceso a los fondos de recuperación a nuestro país, la Comisión dejó por escrito y sin lugar a dudas su negativa a que se dé marcha atrás a la reforma laboral de los años 2012 y 2013 , esto es, la «reforma laboral del PP». «El informe más reciente sobre España recordaba la necesidad de preservar los elementos de las reformas del mercado de trabajo introducidas en 2012-2013 que han desempeñado un importante y reconocido papel en el impulso de la recuperación económica generadora de empleo iniciada en 2014», apostillaba la Comisión en un pie de página del documento que elaboraron los servicios de la Comisión.

Y es que las relación de esta con el Gobierno no es tan idílica como se pretende aparentar, teniendo en cuenta que las autoridades comunitarias no han logrado aún definir y cerrar el calendario de la puesta en marcha de las reformas que se ha comprometido a hacer Sánchez antes de recibir los fondos de recuperación . Tal y como avanzó ABC, a estas alturas las autoridades comunitarias no saben qué piensa hacer el Ejecutivo en los asuntos como la reforma laboral, ni en qué fechas, ni de qué manera. Bruselas insiste en que este documento con el calendario y los hitos concretos debe hacerse público. Hasta que la hoja de ruta no se aclare por parte del Gobierno Europa retendrá los 10.000 millones que debería liberar en diciembre.

Además, Bruselas ha pedido a Díaz que elabore un documento específico que justifique las deficiencias de la actual normativa laboral y en concreto sobre la negociación colectiva , uno de los puntos que más espinosos de los que se quieren negociar. Díaz defiende volver a dar más poder al convenio sectorial frente al de empresa y recuperar la ultraactividad -es decir, que siga vigente en último convenio en caso de que trabajadores y empresa no se pongan de acuerdo en la renovación del mismo-, puntos que rechazan Calviño y los empresarios.

Esta misma semana habrá varias visitas de representantes europeos a nuestros país. Pero las reuniones con los miembros del Gobierno serán por separado. El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni , tiene previsto reunirse entre hoy y mañana con el presidente del Gobierno; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño ; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz ; y con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá . También visita nuestro país la comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira , que visitará Valencia hoy y mañana para mantener reuniones con autoridades regionales y locales, y conocer los proyectos financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

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