Rutte se convierte en el abanderado del bloqueo
Le apoyan por redes sociales para «que no llegue un céntimo a la mafia italiana»
El primer ministro holandés, Mark Rutte, se ha convertido en el «malo» de la cumbre europea que se celebra en Bruselas. Sus reclamaciones contundentes de condicionar las ayudas económicas a las reformas en los países del sur y de respeto a los principios democráticos en los del este, se han convertido en el principal obstáculo para que los Veintisiete puedan llegar a un pacto sobre los presupuestos comunitarios y sobre el paquete de ayudas para superar la crisis causada por la pandemia del Covid-19. «Estamos intentando ver todos juntos adónde nos va a llevar esto. ¿Cómo podemos salir de ahí? Es complicado. Nos damos cuenta de que hay problemas importantes en el sur y queremos ayudarles también, pero queremos que el sur implemente las reformas necesarias. Como hizo Holanda» dijo ayer en declaraciones a los periodistas de su país.
Los líderes europeos comenzaron la reunión el pasado viernes por la mañana intentando llegar a un acuerdo y Rutte ha insistido en que no cree que se haya quedado «aislado» en sus posiciones, aunque el primer ministro húngaro, Víctor Orban, le acusa de ser responsable del bloqueo por sus reclamaciones de tener en cuenta también la actitud de países como Hungría y Polonia, a los que se acusa de ignorar ciertos principios democráticos, a la hora de repartir las subvenciones. Orban dijo a un grupo de periodistas que se reunieron con él en el exterior del edificio del Consejo Europeo que respecto a Rutte «no sé cuál es la razón personal por la que el primer ministro holandés me odia a mí y a Hungría, pero nos está atacando con dureza. No me gusta señalar, pero el holandés es el verdadero hombre responsable de todo el desastre»
El primer ministro holandés, sin embargo, culpa a los líderes de Alemania, Angela Merkel, y Francia, Emmanuel Macron, de «rebosar de comprensión hacia todo el mundo», y señaló que sería posible llegar a un trato, incluso en lo que respecta al tamaño del paquete de ayudas, pero subrayó que «hay problemas realmente grandes» para cerrar todo el paquete del acuerdo.
Muchos gobiernos habían dado por hecho que Rutte no resistiría el coste que en materia de imagen puede tener para su país una posición tan contundente, aunque en este caso parece que también está logrando beneficios en otros lugares. Desde Finlandia se produjo ayer tarde una avalancha de mensajes en las redes sociales de apoyo al holandés y su resistencia a «entregar ni un céntimo a los mafiosos italianos».