La «respuesta» inacabada de la política monetaria de Draghi
El exgobernador del Banco de España Jaime Caruana cree que el temor a la recesión es una «preocupación legítima»
Las medidas que se plantearon como un remedio a la crisis van camino de convertirse, cada vez más, en un problema. Y ya hay voces dentro del sector financiero que advierten de que la prolongación de la política monetaria expansiva por sí sola es insuficiente.
El que fuera gobernador del Banco de España entre los años 2000 y 2006, Jaime Caruana , actual consejero independiente de BBVA, alertó el pasado viernes sobre la necesidad de que los mecanismos que se activaron para paliar la recesión se acompañen de otras soluciones. «Los bancos centrales al comienzo de la crisis, cuando el sistema se estaba viniendo abajo, hicieron lo adecuado, pero los bajos tipos durante mucho tiempo son menos eficientes que al principio», dijo durante su intervención en la Global Alumni Reunion 2019 , el encuentro anual de egresados organizado por IESE, que esta edición se ha celebrado en Barcelona.
El exgobernador del supervisor bancario nacional destacó que «hubiera sido conveniente en el pasado que esa política monetaria se combinara con reformas más estructurales», pues, como lamentó, «no hemos visto reformas extraordinarias». En este sentido, recalcó que las políticas monetarias «no pueden ser la única respuesta, tienen que reforzarse con otras reformas, como las fiscales », si bien reconoció la dificultad que ello entraña, sobre todo para aquellos lugares que tienen ratios de deuda muy elevados y que no cuentan con mucho margen de maniobra.
Caruana añadió otro factor que podría explicar que los países no emprendan cambios fiscales para continuar saneando su economía: «Necesitamos una parte que sabemos que no va a ser popular », resumió, y tomó prestada una frase de un antiguo compañero: «Ya sabemos lo que hay que hacer, pero no sabemos cómo vamos a ganar las proximas elecciones». Sobre el sector financiero aseguró que «ha mejorado, sobre todo la banca en cuanto a su resiliencia», aunque añadió que «tampoco habría que confiarse demasiado en cuanto al sistema en su conjunto».
Retomando la postura defendida por Caruana, Agustín Carstens , director general del Banco de Pagos Internacionales, afirmó que «no estamos en una situación en la que todos los motores funcionen como deberían y esto va también en la dirección de lo que indicaba Jaime en cuanto a los instrumentos de políticas de los que podemos disponer para que nuestra economía vuelva a crecer de forma acelerada y sostenible». Sobre la respuesta que se tuvo ante la crisis, coincidió en que «el hecho de que la política monetaria fuera tan efectiva para estabilizar la crisis nos hizo confiarnos y otras medidas que tuvieron que tomarse se acabaron posponiendo».
Tambores de recesión
Estos expertos económicos también aprovecharon para repasar los principales focos de inquietud a nivel global. Caruana no rehusó hablar abiertamente del fantasma de la recesión, que tildó como «una preocupación legítima porque igual es algo más fuerte de lo previsto» y, además, «disponemos de menos herramientas que en épocas anteriores».
Carstens apuntó que «hay una ralentización, pero está sincronizada» porque «no es una situación en la que nos encontremos con una región del mundo a la que le vayan mal las cosas y esté tirando del resto». En el diálogo que mantuvieron, moderado por el profesor del IESE Pedro Videla, Caruana defendió que, en cualquier caso, él se preocuparía más por el medio-largo plazo y por incrementar los niveles de productividad : «Es la única forma de que una economía pueda generar mejores sueldos de forma sostenible».
El otrora gobernador del Banco de España mostró su preocupación sobre «las guerras comerciales y los aspectos geopolíticos», cuestiones que, «sin duda, están afectando tanto al corto plazo, en cuanto a la recesión que puede venir, como al largo plazo». Y en esta línea advirtió de que «estos debates que están teniendo lugar en el mundo están perjudicando un elemento clave, que es multilateralismo». Una opinión compartida por el director general del BPI: «Las disputas comerciales han sido muy perjudiciales. Generan, además, mucha incertidumbre. Al no saber cuáles son las reglas del juego se van posponiendo decisiones que son muy importantes».
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