El repunte del alquiler en Madrid y Barcelona reaviva el interés por los minipisos
El encarecimiento de estas ciudades también supone un reclamo para espacios alternativos como las casas colmena
Una cama, una mesa y una estantería en un espacio de 3 metros cuadrados. Es la solución a los problemas de habitalidad de Barcelona que ha dado la promotora Haibu 4.0. Una «start-up» que pretende implantar en España las casas colmena, similares a los hoteles cápsula japoneses. El debate ha llegado hasta el consistorio de Ada Colau, que ha asegurado que este tipo de habitáculos son «ilegales». En Madrid, el equipo de Manuela Carmena también se ha posicionado en contra de este tipo de promociones.
La legislación de ambas regiones exige unas dimensiones mínimas tanto para viviendas como para habitaciones que los pisos colmena no cumplen en ningún caso. Es por ello que Haibu 4.0 defiende que su modelo ofrece mucho más que un simple inmueble. «Somos una mezcla entre cooperativa, hostal y casa de amigos », señalan desde la empresa.
Puede parecer un caso extremo, pero el proyecto sirve para reflejar la realidad del mercado. Y es que el continuado repunte tanto del alquiler como de la compraventa en las grandes ciudades ha fomentado la proliferación de los minipisos. Los expertos hablan ya de cierta desaceleración, pero las últimas cifras, publicadas por el INE la semana pasada, reflejan que la vivienda repuntó un 6,8% en España entre abril y junio en tasa interanual. Madrid (+10%) y Barcelona (+9,3%) lideraron la subida.
«Hay una tendencia a reducir las superficies . El tipo de vivienda va cambiando por el incremento de la movilidad laboral y el aumento de las familias monoparentales», señala César Hernández, director de análisis de mercado de Sociedad de Tasación, que también atribuye el repunte de estos espacios «a la falta de oferta en el centro de Madrid y Barcelona».
La oferta de los portales inmobiliarios evidencia este crecimiento. Más del 10% (unos 1.500) de los pisos ofrecidos en Idealista en Madrid tienen 45 metros cuadrados o menos. En la Ciudad Condal su presencia es algo menor, pero se mantienen cercanos a los 1.000 inmuebles dentro de un catálogo que ronda las 11.000 viviendas . «Quien alquila estos espacios lo hace para estancias temporales de trabajo. Son la alternativa a un hotel», asegura Fernando Encinar, cofundador de Idealista, que puntualiza que el modelo de las casas colmena «no puede ser legal ni es una realidad en España».
Hay otro factor que está incidiendo en las dimensiones de los inmuebles: las residencias de estudiantes . Se trata de un segmento al alza por la ingente cantidad de universitarios que atrae España gracias al programa Erasmus y a la calidad de las escuelas de negocio nacionales. «Hay un empuje del sector muy fuerte en el país,», señala Jonathan Holloway, responsable de residencias universitarias en Temprano Capital Partners, promotora especializada en este segmento. Holloway destaca asimismo que están aterrizando conceptos como los «tudio», estudios de menos de 35 metros cuadrados que a su vez se dividen en dos habitaciones de 12.
Hernández coincide en que un gran porcentaje de los inquilinos de estos minipisos son trabajadores de viaje de negocios o estudiantes. Pero también cree que «muchas personas viven en este tipo de espacios de forma estable», ya sea porque lo hacen solos o en pareja o por la situación actual del mercado. Además, señala que este tipo de viviendas « cuentan con una gran demanda por el impacto de los apartamentos turísticos ».
Competencia niega el impacto de esta actividad en el mercado, pero los expertos apuntan a que muchos inversores han acudido al ladrillo por esta razón. « Viviendas que no llegan a los 30 metros cuadrados se están comprando por 250.000 euros porque los interesados ven una oportunidad de convertirlas en apartamentos turísticos», señala el director de análisis de mercados de Sociedad de Tasación.
A nivel nacional, el número de pisos de menos de 46 metros cuadrados se ha reducido en los últimos años, pasando de 570.000 hogares en 2013 a 522.000 en 2017, según los datos de la encuesta continua de hogares publicada por Estadística. Los analistas, sin embargo, apuntan a que Madrid y Barcelona cuentan con un ritmo propio. Como en la mayoría de indicadores inmobiliarios.
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