Repsol, Endesa, Cepsa y Naturgy asumirían el 52% del fondo de 7.000 millones de las renovables
El Gobierno pretende seguir el criterio de las ventas de cada empresa, como en el Fondo de Eficiencia Energética, para sufragar esos costes anuales
El Consejo de Ministros aprobó el martes la próxima creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que estará integrado por todas las empresas energéticas, las cuales, estarán obligadas a sufragar de forma proporcional los costes de las primas a las renovables, la cogeneración y los residuos. Unos 7.000 millones de euros al año.
Si se siguiera el lógico criterio del volumen de ventas de cada compañía o grupo de sociedades , tal y como sucede desde 2015 con el Fondo Nacional de Eficiencia Energética, las empresas más perjudicadas serían Repsol, Endesa, Cepsa y Naturgy. Entre las cuatro tendrían que asumir el 52% de esos 7.000 millones de euros.
Ese Fondo Nacional de Eficiencia Energética tiene que recaudar este año casi 207 millones de euros. Las diversas sociedades de Repsol suman una cuota del 18,2%, Endesa el 13%, Cepsa el 11,27% y Naturgy el 10%. Les siguen BP (6,11%) e Iberdrola (7,7%).
Si se aplicaran estos porcentajes al nuevo Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, el grupo Repsol tendría que aportar 1.270 millones de euros al año, Endesa 910 millones, Cepsa 770 millones y Naturgy 700 millones.
El objetivo del Ministerio para la Transición Energética es sacar del recibo de la luz los 7.000 millones de euros de costes de las primas a las renovables, cogeneración y residuos para abaratar los precios de la electricidad. Esa partida supone el 40% de los costes regulados del sistema eléctrico. Además, en vez de asumirlos los Presupuestos del Estado, ya que responden a la política energética de los sucesivos gobiernos, se traspasan al mencionado fondo para que sean asumidos proporcionalmente por el medio millar de empresas energéticas (tanto eléctricas como petroleras y gasistas) que operan en nuestro país.
En la práctica, esta estrategia diseñada por la ministra Teresa Ribera hará que baje el precio de la luz ligeramente, pero aumentará el del gas y el de los carburantes y otros derivados petrolíferos, ya que las compañías petroleras y gasistas repercutirán en sus productos la aportación que tengan que hacer al fondo.