El BCE renuncia a retirar ahora los estímulos pese a la inflación récord

La entidad asegura estar preparada para ajustar todos sus instrumentos con el objetivo de que los precios se estabilicen a medio plazo en el 2%

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Lo único que parece alterar a Christine Lagarde, en la situación actual, es el conflicto en la frontera ucraniana. «Las tensiones geopolíticas han aumentado y están pesando en la perspectiva económica de la eurozona», ha destacado en su análisis, «los riesgos para las  perspectivas económicas  están ampliamente equilibrados en el medio plazo». «Pero las nubes geopolíticas que se ciernen sobre Europa, si se materializa la amenaza, tendrían una gran impacto sobre los precios de la energía». «Aunque las incertidumbres relacionadas con la pandemia han disminuido un poco, las tensiones geopolíticas han aumentado », ha lamentado la presidenta del BCE tras la reunión del consejo de gobierno, reconociendo que los signos de recuperación quedan velados por el peligro bélico a las puertas de Europa.

Salvo esa apreciación, lo cierto es que la principal diferencia entre el discurso del mes pasado y esta última comparecencia ha sido que la presidenta del BCE ha dedicado la gran parte de su intervención a dar una clase magistral sobre cómo debe ser interpretado el dato de inflación de enero , de manera que permita justificar que la institución mantenga inamovible su política monetaria ultralaxa, a pesar de la presión de otros bancos centrales, que ya están haciendo movimientos. Nunca se había abajado a explicar el dato de IPC europeo tan desglosado, componente a componente, y se ha esforzado también por subrayar que la decisión de no mover los tipos es tomada por unanimidad en el gremio. «Hemos mantenido una profunda discusión sobre el impacto de la inflación a medio plazo», ha dicho, y ha reconocido que el dato de inflación ha sido «más alto de lo esperado» y se está «prolongando más de los esperado» en niveles muy altos. Ha justificado incluso la calidad de sus análisis, dada la divergencia entre las expectativas y el dato final, alegando que «el dato de enero ha sido una sorpresa para todos, no solamente para el BCE».

Se refería a que se esperaba que los precios moderasen hasta el 4,4% interanual, seis décimas menos que el dato de diciembre, pero la energía, azuzada por el conflicto en Ucrania y la fuerte demanda de combustibles, ha vuelto a contribuir de forma pesada y positiva al IPC de enero, dejando la inflación en el 5,1% interanual , el nivel de precios más alto registrado en más de 20 años de vida de la zona euro. Lagarde atribuye la sorpresa a que nadie había previsto el “shok masivo” de los precios de la energía, debido a la alta dependencia europea en esta materia.

Pero mantiene la hoja de ruta: a finales de marzo cesarán las compras de activos en el marco del mecanismo de emergencia PEPP. Las compras ascendías a casi 1,63 billones de euros a finales de enero, de un total previsto de 1,85 billones. Las principales tasas de interés del BCE se mantendrán en su mínimo histórico y se espera que solo suban tras el final de las compras netas de deuda , lo que probablemente no ocurrirá a lo largo de 2022. «¿Acaso cree que porque el BCE eleve los tipos de interés van a bajar los precios de la energía?», ha respondido a la insistencia de los periodistas sobre este punto. «Les aseguro que tan pronto como se requiera y se cumplan nuestras condiciones, actuaremos”, ha intentado tranquilizar. «Estamos todos de acuerdo en la necesidad de dar los pasos correctos en el momento correcto», ha sugerido el temor a elevar los tipos en una economía euro que dista todavía de la recuperación.

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