El BCE regulará cómo los bancos externalizan sus servicios
El supervisor vigilará que las entidades financieras sigan controlando los riesgos y tengan un plan B por si les falla el proveedor
La necesidad de recortar costes, la mayor carga normativa y la transformación digital han llevado a los bancos a externalizar cada vez más tareas, procesos y servicios. Los supervisores están preocupados por el control que hagan las entidades de esas actividades una vez las han delegado a terceros proveedores , así como por la falta de criterios homogéneos de externalización entre países. Tras analizar esta tendencia durante el último año, el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) preparan ahora unas guías con recomendaciones al respecto para las entidades financieras.
El BCE, a través del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), había fijado como una de sus prioridades de supervisión para 2017 la vigilancia de los negocios cuya gestión los bancos los dejan en manos de terceras compañías. Las entidades han ido delegando en proveedores especializados actividades costosas, complejas o no estratégicas como la gestión de sus activos adjudicados, los medios de pagos, los recobros y la tesorería, la gestión de reclamaciones y los «contact center» y, sobre todo, los procesos tecnológicos.
«Al BCE le preocupa, por un lado, la falta de homogeneización de las legislaciones nacionales sobre externalización, y ante esa dispersión es lógico que el supervisor, el único para todos los países, quiera emitir guías para armonizarlas», explica el socio del sector financiero de KPMG en España Mariano Lasarte. En nuestro país, por ejemplo, los bancos deben contar con una autorización del Banco de España para externalizar servicios; en otros Estados miembros ese visto bueno no es necesario o lo es de otra forma.
La máxima es que la responsabilidad de la alta dirección no se externaliza
Además, el supervisor único ha mostrado su preocupación por el control que mantengan los bancos sobre las actividades y negocios que delegan. En concreto, el BCE quiere que las entidades controlen a sus proveedores y que la externalización de actividades no suponga una transmisión de responsabilidad ni riesgo, ya que el banco seguirá siendo en última instancia el responsable.
La EBA ya dio algunos pasos para poner orden en estos procesos. A finales del año pasado publicó una guía con recomendaciones sobre la externalización de servicios a proveedores de servicios en la nube, y más recientemente dio indicaciones a los consejos de administración en una guía de gobierno interno. Hace solo dos semanas, la autoridad sacó, además, a consulta pública una nueva guía con recomendaciones que supondrá una revisión de las guías existentes sobre externalizaciones con el objetivo de establecer un marco armonizado para todas las entidades. Asimismo, el supervisor busca actualizar las actuales guías, que datan de 2006 y se habían quedado desfasadas.
Letra pequeña
Esa guía estará abierta a comentarios hasta el 24 de septiembre. De forma paralela, y según ha podido saber ABC, el BCE también emitirá un documento sobre sus expectativas al respecto cuyo borrador ya está muy avanzado. Además, no se esperan grandes cambios a la consulta hecha por la EBA.
Las recomendaciones, que acaban siendo obligatorias, se centran en definir la responsabilidad del consejo en la política de externalizaciones, su seguimiento y actualizaciones, así como en la evaluación de sus riesgos. La máxima es que la responsabilidad de la alta dirección no se externaliza.
La guía también definirá la supervisión por las autoridades competentes; obligará a la banca a tener el control último sobre las tareas de las que se desprenden y a tener planes de salida en caso de fallo o que se rescinda el contrato unilateralmente, y establecerá las competencias de control de los departamentos del banco implicados.
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