En recuerdo de Jaime Carvajal

«Todavía devastados por la terrible noticia de su repentino fallecimiento, no puedo resistirme a realizar un público reconocimiento de lo que Jaime representaba», inicia este texto de homenaje David Pérez Renovales

Jaime Carvajal ABC

David Pérez Renovales / Director General de Vivaz Seguros

Todavía devastados por la terrible noticia del repentino fallecimiento de nuestro querido amigo Jaime Carvajal, no puedo resistirme a realizar un público reconocimiento de lo que Jaime representaba y ha hecho, ya no sólo para los que hemos tenido el privilegio de gozar de él como amigo o profesional, sino por lo que también ha contribuido a su país, España, que tanto quería .

Jaime era (me cuesta hablar en pasado, no es nada fácil) un vitalista, le gustaba disfrutar de sus amigos, de su familia, de Xandra y de sus hijas, de sus padres y hermanos. A todos nos regalaba impagables momentos de conversaciones, bromas y muchas risas, y también debate serio cuando correspondía. A todo lo que hacía le ponía pasión, pasión contagiosa, por eso ha sido siempre un banderín de enganche en proyectos e iniciativas. Orgulloso de su profesión y de Arcano, feliz por los éxitos cosechados después de tanta siembra y tantas horas de dedicación. Irradiaba entusiasmo, y era de esas personas con las que apetece estar, a las que quieres seguir. Y todo ello desde una humildad y sencillez del que agradece cualquier comentario positivo como si fuese un premio. Recuerdo que cada vez que le daba la enhorabuena por las operaciones que conseguían en Arcano y por el crecimiento de la firma en los últimos años, además de siempre rebajar el logro, me lo agradecía como si fuese el mayor reconocimiento del mundo.

Pero Jaime, con toda su bonhomía, era mucho más que eso. Jaime representaba la mejor España, la de unos profesionales que por edad, formación y mérito han tomado el relevo en el liderazgo del país, demostrando con hechos no sólo el mejor desempeño profesional, con la proyección correspondiente, sino además un compromiso tangible por mejorar nuestra nación, nuestra sociedad y nuestra convivencia . Del mismo modo que su padre, el queridísimo Jaime Carvajal Urquijo, fue un dignísimo y relevante exponente de la generación que trajo a España el cambio social, económico y político con la transición, Jaime estaba llamado a desempeñar un papel muy parecido, desgraciadamente truncado, en mantener y restablecer aquellos valores que nos hacen mejores como país y como sociedad.

Jaime estaba continuamente impulsando proyectos e iniciativas en esa dirección ni más ni menos que porque se sentía obligado y comprometido a hacerlo, recabando adhesiones y contribuciones. La fundación «Juntos Sumamos», o su participación en la «Joan Boscá», o desde el patronato de la Fundación Princesa de Girona, de la FIES, de Foro de Foros, o en el Cercle de Economía, son buen ejemplo de ello. Desde su amor a España y a Cataluña, donde había residido y trabajado, y donde contaba con multitud de amigos, se sentía especialmente concernido por la ruptura social en Cataluña y de Cataluña con el resto de España , y en los últimos años dedicó no pocos esfuerzos a reestablecer lazos afectivos y a arrastrarnos a muchos en ese empeño.

Sin hacernos todavía a la idea, hemos perdido uno de los grandes, un referente, en el mejor momento de su vida y con un recorrido inmenso en su profesión y en sus proyectos e ideas para España. Personalmente puedo decir que estar cerca de Jaime me ha hecho mejor , como seguramente compartirán muchos que lean esta reseña. Deja un legado rotundo. Empezando por su familia, de la que estaba orgullosísimo. Y le voy a echar, le vamos a echar mucho de menos.

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