El BCE reconoce que la inflación está presionando su agenda

La retirada de estímulos castigará seguramente a las Bolsas y a la renta fija, pero las promesas de ayudas compensatorias pueden mitigar las caídas más bruscas

La presidenta del BCE, Christine Lagarde REUTERS

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Todos los analistas coinciden en que el Banco Central Europeo podría decidir hoy el ritmo de compra de bonos en el cuarto trimestre , basándose en que la recuperación económica evoluciona mejor de lo esperado en buena parte de la zona euro y sobre todo debido a los niveles que la inflación está alcanzando ya en Alemania . Pero la primera señal oficial la ha proporcionado Robert Holzmann, el gobernador del Banco de Austria, que declaraciones a Eurofi Magazine ha reconocido que el BCE se plantea «endurecer su política antes de lo que muchos esperan, ya que las presiones inflacionarias podrían resultar persistentes».

El BCE ha mantenido una política ultralaxa desde el inicio de la pandemia y prometió un periodo expansivo aún más largo cuando dio a conocer su nueva estrategia en julio. No obstante, la presión de la inflación se ha acelerado más rápido en los meses del verano de lo que sus expertos predecían . Holzmann señala que también están ejerciendo presión potencialmente alcista sobre los precios los persistentes cuellos de botella en el suministro mundial, la escasez de mano de obra, la demanda contenida de los hogares, los efectos en los costes de las políticas de cambio climático y una inflación general más elevada que se afianza en las expectativas. «Esto no significa que retiraremos la expansión de forma prematura, sino que será necesaria por un periodo más corto de lo que esperan los mercados», ha precisado Holzmann. Asimismo, agregó que la política monetaria ultralaxa puede conducir a desequilibrios financieros, efectos distributivos adversos y una asignación de capital ineficiente.

De estas palabras se deduce que el BCE reducirá el estímulo y que prometerá un apoyo importante en los próximos años. Esto convierte la reunión que el Consejo mantendrá hoy en Frankfurt en una de las más importantes de los últimos meses. El consenso del mercado varía tras estas declaraciones y los analistas consultados por Bloomberg cuentan ya desde septiembre en adelante con un ritmo de compra de deuda que se irá reduciendo paulatinamente. A través del Programa de Compras de Deuda de Emergencia (PEPP), el BCE está comprando 80.000 millones de euros mensuales de deuda y para octubre podría reducir la cantidad ya hasta los 70.000 millones, según esta encuesta. Para marzo de 2022, fecha en que está programado el final del programa, podrían ser solamente ya 52.000 millones. «Aunque es probable que el BCE señale un ritmo de compras del PEPP algo más bajo durante el siguiente trimestre debido a la bajada de los rendimientos y a la mejora de los datos de actividad, la continua preocupación por la evolución de la pandemia y las todavía débiles perspectivas de inflación a medio plazo hacen improbable una reducción más importante del apoyo a los flujos», afirma Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, que añade también que «seguimos esperando un nuevo ritmo de compras del PEPP de 60.000 millones de euros al mes, en línea con el ritmo de compras de principios de año y con nuestra opinión de que el BCE reducirá el ritmo de compras netas mensuales con el tiempo hasta los 60.000 millones de euros al mes en el segundo trimestre de 2022».

Además de las medidas que adopte el Consejo, será determinante la forma en que su presidenta, Christine Lagarde, decida comunicarlas. La retirada de estímulos castigará seguramente a las Bolsas y a la renta fija, pero las promesas de ayudas compensatorias pueden mitigar las caídas más bruscas. Y no hay que olvidar que el BCE puede actualizar su percepción del desarrollo de la inflación y el crecimiento de la zona euro. «Al observar las proyecciones actualizadas del BCE, anticipamos una ligera revisión al alza tanto del PIB como de la inflación apra 2021 y, dados los efectos positivos, también para 2022», avanza Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management. «Esperamos que el BCE reconozca el movimiento alcista, pero mantenga la idea de que los factores temporales que se corregirán a partir de principios de 2022 y el escaso crecimiento salarial suponen riesgos limitados para la inflación a medio plazo», anota también. Veit dice al respecto que «no esperamos una revisión significativa al alza de la previsión de inflación del IPCA para 2023, que es del 1,4%, y es probable que haya que esperar hasta la reunión de diciembre para conocer el futuro del PEPP más allá de su primera fecha de conclusión, marzo de 2022».

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