De Cos reclama una ejecución «rápida y homogénea» de los 11.000 millones

El gobernador remarca que los fondos del 'Next Generation EU' no pueden ser un «sustitutivo de las necesarias reformas estructurales» que necesita España

El gobernador del Banco de España participa en desayuno informativo EFE | Vídeo: EP

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Pese a los fondos europeos, las reformas tendrán que llegar, y, mientras tanto, las ayudas directas deben ejecutarse de forma «rápida y homogénea». Así lo ha advertido hoy el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que ha remarcado que el maná europeo no puede ser un «sustitutivo de las necesarias reformas estructurales» que el país deber poner en marcha para elevar su crecimiento potencial.

De Cos, durante su intervención en un Desayunos Informativos de Ep, ha explicado que los fondos europeos, tanto por su elevado volumen de 140.000 millones de euros como por su destino a proyectos transformadores, son una herramienta «de enorme utilidad» para que el país recupere la senda del crecimiento, pero matizó que «no pueden ser sustitutivo de las necesarias reformas estructurales».

En plena polémica por la distribución de las ayudas directas , De Cos ha apuntado que el apoyo en esta fase debe focalizarse en las empresas y grupos poblacionales «más afectados», y especialmente en las empresas «viables» que, dada la magnitud y la duración de la crisis, han visto deteriorada su solvencia. Las palabras del gobernador llegan cuando aún resuenan las críticas de Madrid y otras comunidades autónomas por los criterios de reparto establecidos por el Gobierno para distribuir las ayudas directas.

El gobernador ha advertido que lo que está en juego es de vital importancia. Según ha dicho, los problemas de solvencia no solo provocarían una «destrucción de tejido productivo y de empleo» en empresas que podrían ser viables en el escenario post-pandemia, también acabarían afectando a la posición patrimonial del sector bancario, que podría responder con una «restricción crediticia» que realimentara los efectos negativos sobre la capacidad de recuperación y el crecimiento económico a medio plazo.

Por ello pidió que el plan de 11.000 millones , que puede resultar una «herramienta útil» precisamente para reducir ese riesgo, tenga una «ejecución rápida y homogénea» , y que los mecanismos de reparto permitan focalizar «selectivamente» las ayudas precisamente en las empresas viables pero con problemas de solvencia. Eso sí, pidió un buen filtro a la hora de adjudicar los fondos. Y alertó de que puede haber empresas que hayan dejado de ser viables y sería «contraproducente que fueran sostenidas de manera indefinida por la política presupuestaria». Para estas empresas, dijo, sería deseable que se agilizaran los procesos de liquidación.

Además, De Cos volvió a pedir, en el medio plazo, una estrategia de «corrección del déficit» estructural en una cuantía de 0,5 puntos porcentuales de PIB anuales (en línea con el requerimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento), que situaría la deuda pública en una senda descendente y hacia 2040 estaría en niveles algo inferiores a los previos a la crisis.

Elevar el PIB potencial del país

Otra de las claves a futuro está, en opinión del gobernador, en elevar el PIB potencial del país, esto es quitar ataduras normativas que lastran el crecimiento nacional. «España ya lo necesitaba antes de la pandemia, pero lo necesita aún más ahora», afirmó el gobernador del Banco de España, quien reconoció que tras un año de pandemia las consecuencias de la pandemia siguen «dejándose sentir de manera muy palpable en la economía».

Según recoge Ep, De Cos destacó cómo los niveles de producción y de empleo están todavía «alejados» del nivel pre-Covid , de forma «particularmente acusada» en ciertas ramas de servicios, y el conjunto de las administraciones públicas y algunos segmentos de los hogares y de las empresas han visto que su situación financiera se ha deteriorado «de forma significativa».

También lazó un mensaje al sector financiero. El Gobernador avanzó que es previsible que las instituciones financieras, que ya han visto reducida su rentabilidad, registren un «progresivo deterioro de la calidad de la cartera crediticia» y subrayó que el uso de los colchones de capital por parte de las entidades es «adecuado» para reconocer los deterioros y seguir proporcionando crédito solvente a familias y empresas. Igualmente, ha recordado que se les ha recomendado que actúen con extrema prudencia en las políticas de distribución de dividendos, con el objetivo de que el sector bancario pueda seguir siendo parte de la solución de la crisis a través de la concesión de crédito a familias y a empresas.

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