Los rebrotes y los ataques al turismo destruyeron casi 200.000 empleos en la última semana de julio

La recuperación laboral está aún muy lejos de llegar

ABC

Los datos de paro y afiliación conocidos ayer trajeron consigo el mejor mes de julio en muchos años. Unas cifras que a primera vista podría parecer que nuestro país estaría cerca de la recuperación laboral. Sin embargo, tal afirmación parece osada más que otra cosa, ya que hay datos que indican que tal recuperación está muy lejos. Lo primero de todo es que, tal y como informa hoy ABC, a día de hoy solo se ha recuperado el 17% del empleo real que se ha perdido por la crisis del coronavirus.

Los números también invitan a la prudencia si se observa la evolución de la afiliación durante el mes de julio. Es cierto que la media trajo consigo un crecimiento de 161.217 empleos, pero este incremento estuvo condicionado por un factor clave. El fin del estado de alarma, la reactivación económica y la reapertura de fronteras animó a las empresas de servicios, sobre todo las ligadas con el turismo a contratar. Así, la hostelería, por ejemplo, tuvo en julio 66.924 afiliados más que el mes anterior, lo que supuso un crecimiento del casi el 6%. La mala noticia, sin embargo, es que comparado con el año anterior este sector tiene casi 260.000 afiliados menos , lo que supone un 17,55% menos.

El crecimiento del empleo estuvo ligado a los factores anteriormente citados y también a la temporada alta veraniega. Así, hubo un crecimiento importante porque las contrataciones que normalmente se hacían para el verano a partir de mayo, se retrasaron a julio ante la parálisis económica. Esto también se observa en la temporalidad del empleo , donde más del 90% de los más de 1,5 millones de contratos firmados eran temporales.

Dentro de los datos de julio hay que observar también un hecho que puede servir como aviso de lo que está por venir, y que también está relacionado con la temporalidad de los contratos. Pero también con la situación del turismo y la pandemia.

Durante la última semana del mes se destruyeron nada más y nada menos que casi 200.000 empleos . Y es que a pesar de que la reapertura de fronteras y del turismo incentivaron las contrataciones, desde que aumentaron los brotes por toda España, el Reino Unido impusiera una cuarentena de 14 días a todo aquel que llegara desde nuestro país (siendo el principal emisor de turistas) y otros países recomendaran no venir, el empleo ha caído consideramblemente.

El día que más afiliados hubo en España fue el jueves 23, con 18.869.125 personas. Sin embargo, desde ese día los brotes de coronavirus crecieron por todo el territorio español y ese fin de semana el Reino Unido impuso la cuarentena . Estos hechos provocaron que de los últimos seis días laborales del mes tan solo en uno la afiliación creció (el lunes 27, con 11.130 altas). El resto de días el empleo cayó, destacando el último día del mes, donde hubo 177.982 bajas. Al final, el día 31 de julio España tenía 18.673.847 afiliados.

Ni por el efecto calendario

Que el último día del mes la afiliación caiga no es noticia, ya que suele hacerlo en más de 100.000 personas sobre todo si el primer día laboral del nuevo no cae en lunes. Esto es consecuencia directa de la temporalidad en el empleo. Los contratos son cada vez más precarios y tienen menos duración, meses, días e incluso horas, lo que hace que las altas y bajas a la Seguridad Social fluctúen de forma brusca a lo largo del mes.

En algunas casos las empresas contratan a un trabajador que es despedido a final de cada mes y de nuevo contratado a principios del siguiente . Es una práctica poco ética, muchas veces ilegal, que siempre ha estado bajo lupa de la Inspección, con resultados poco satisfactorios a la vista de los resultados. Para que una empresa pueda encadenar contratos tiene que tener una causa que justifique la necesidad de cubrir un empleo temporal, pero si se trata de empleos que tiene que cubrir durante todo el año, o durante una etapa concreta, la legislación exige que sean fijos.

El último día laborable del mes fue el viernes 31, por lo que la caída del empleo podría haberse visto aliviada por el efecto calendario. No fue así. Por ejemplo, en mayo y en febrero el último día laborable del mes fue el viernes y la caída del empleo en el último día de 23.964 y 25.434 , respectivamente. En otro mes donde el último día del mes fue a mitad de semana, como en junio, hubo 161.500 bajas, similar a los números de julio, pero menores.

El cómo serán los próximos meses en materia de empleo dependerá de la situación sanitaria. Así, agosto, que en los últimos años ha arrojado malos datos para el empleo por el final del verano, podría llegar a ser peor si las restricciones al turismo continúan y la situación epidemiológica se descontrola.

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