Las razones por las que se ha agravado el conflicto de El Prat

El Gobierno decidirá este viernes qué medidas tomará en el conflicto de El Prat. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, convocó una asamblea para estudiar «todas las alternativas» necesarias para preservar el «orden público» en el aeropuerto. El conflicto con los trabajadores de Eulen , que estalló hace ya varias semanas, amenaza con recrudecerse aún más.

La mayoría de los trabajadores (89) se decantaron por exigir un complemento salarial de 250 euros en 15 pagas. La mediación de la Generalitat había propuesto un plus de 200 euros en 12 pagas, una opción que apenas recabó apoyo (únicamente consiguió dos votos). Este era también el planteamiento defendido por el Gobierno. Por tanto, se quebraba toda posibilidad de desconvocar los paros previstos ( los parciales de hoy y del domingo ) y la huelga indefinida prevista a partir del próximo lunes, aunque el comité de huelga dejó la puerta abierta a seguir negociando si AENA está dispuesta. De la Serna recordó ayer, además, que en las jornadas en que no ha habido huelgas convocadas se han producido colas de más de dos horas por -esto no lo dijo- una huelga de celo.

De momento, es una incógnita. Hoy se reunirá el comité de crisis en Barcelona -integrado por Fomento, Interior, la Guardia Civil y la Abogacía del Estado- y tendrá el cometido de estudiar todas las medidas necesarias para garantizar el «orden público» y la «mínima afección a los turistas». La Asociación Española de Guardias Civiles afirmó ayer que el Gobierno «ha decidido recurrir» a este cuerpo de seguridad para que asuma los controles de los pasajeros de manera provisional. El Ministerio del Interior ya decidió la semana pasada reforzar los dispositivos de seguridad del aeropuerto barcelonés cuando se registraron las primeras aglomeraciones.

Los trabajadores reclaman un incremento de la plantilla , dado que la falta de personal (350 trabajadores), ha provocado jornadas de trabajo «extenuantes» que, en algunos casos, duran más de 16 horas. Denuncian también bajos salarios , que en las nuevas incorporaciones se sitúa en torno a los 900 euros mensuales.