Pugna entre el sector de la automoción por la planta de Nissan
Una fábrica de baterías o de ensamblaje optan a los terrenos de Barcelona
Los trabajos para encontrar un nuevo proyecto industrial que reemplace el empleo y la actividad económica que hasta esta primavera garantizaba Nissan en la Zona Franca de Barcelona avanzan a buen ritmo, o al menos eso aseguraron ayer la Generalitat y el Ministerio de Industria en una reunión celebrada en la comisión encargada de dibujar el futuro de las plantas de la firma nipona en Cataluña.
Según se explicó en un breve comunicado difundido ayer, existe el interés de distintas firmas, cuyos nombres no fueron desvelados , por hacerse cargo de unas plantas que llegaron a emplear a más de 3.000 personas. Como apuntaron en la reunión los responsables del Departamento de Empresa y el Ministerio de Industria, hasta ahora se han recibido «varios proyectos» con posibles alternativas de futuro para las plantas de Barcelona. Con todo, por el momento se evita decir nombres concretos y únicamente se avanzó que los posibles proyectos basculan alrededor de sectores relacionados con la nueva movilidad y la transición «verde» del sector del automóvil. Así, uno de los proyectos pasaría por instalar en la fábrica de Nissan una planta de producción de baterías para abastecer al mercado español, y parte del europeo, de vehículos eléctricos, que según un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, triplicará hasta 2021 su producción de vehículos.
Otra posibilidad, también relacionada con el pujante sector de los vehículos híbridos y eléctricos, sería la instalación en Barcelona de una planta de ensamblaje de coches de este tipo. Por último, existiría la opción de crear en la Zona Franca, uno de los mayores núcleos industriales de Cataluña, un «hub» de «electromovilidad» integrado por varias empresas del sector.
Las nuevas propuestas fueron recibidas con agrado por los integrantes de la mesa de «reindustrialización». En este sentido, el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Pere Navarro, expresó la disponibilidad de su institución para facilitar la mejor opción, priorizando siempre los proyectos de carácter industrial. Esta opinión resulta especialmente relevante, ya que el consorcio es propietario de los terrenos sobre los que está construido el principal centro de trabajo que la compañía automovilística japonesa tiene en Cataluña. También se mostraron optimistas las cuatro organizaciones sindicales que participan en la mesa (SIGEN-USOC, CC.OO. UGT y CGT), que reiteraron que su prioridad es mantener o ampliar al máximo el número de puestos de trabajo en la Zona Franca con la intención de mantener el tejido industrial de un eje muy ligado al sector del automóvil por el que también estarían interesadas algunas firmas de motos eléctricas.
Tras los pasos de Seat y LG
A lo largo de los últimos meses se ha conocido el interés de varias empresas por la planta de Nissan. Con todo, el «sí» definitivo parece no llegar a pesar del tanteo hecho por compañías como la surcoreana LG, que este mes de setiembre se mostró dispuesta a realizar una inversión millonaria para convertir las instalaciones de Nissan en una fábrica de baterías eléctricas, como informó ABC. Este plan, por ahora no confirmado, podría salvar entre 1.500 y 2.000 empleos de los 2.500 que fueron a la calle con el anuncio de cierre. No obstante, esta potente inversión estaría condicionada a recibir unos 400 millones de ayudas de fondos europeos.
La opción LG implicaría también la entrada en escena de Seat, que habría garantizado al nuevo inversor convertirlo en su proveedor principal de baterías para la planta de Martorell, la mayor fábrica de coches de España. No en vano, la firma española anunció este verano que invertirá hasta 5.000 millones en nuevos proyectos , especialmente relacionados con el coche eléctrico.
Noticias relacionadas