Las próximas semanas serán determinantes para definir el futuro de la sede de SEAT

El consejo de administración se reúne el próximo día 9, con la polémica sobre su domicilio social en plena efervescencia

Una operaria trabaja en el Seat León, en el taller número 10 de la planta de SEAT EFE
Luis M. Ontoso

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El presidente de SEAT , Luca de Meo, remitió ayer una carta a sus trabajadores en la que, por primera vez, de forma oficial, el grupo automovilístico español abrió la puerta al traslado de su sede de Martorell (Barcelona) . Sin embargo, el contenido de la misiva trataba de esquivar toda controversia política, huir de cualquier viso de concreción que se pudiera interpretar como una velada señal de apoyo al Ejecutivo o a la Generalitat. De ahí, que su interpretación variara dependiendo del párrafo, frase o concepto en que se pusiera el acento. ¿Qué es lo que realmente está ocurriendo en la firma automovilística, propiedad del grupo Volkswagen? ¿Realmente está en sus planes el traslado de su domicilio social? ¿Correría algún peligro, llegado el momento, su histórica factoría de Martorell, la mayor planta de producción automovilística española?

El texto confirmó que SEAT dispone de un plan de contingencia, como ABC adelantó hace un par de semanas, que pasa por realizar la mudanza si la situación política en Cataluña daña su actividad de negocio o su estabilidad jurídica. «Para la compañía, un cambio de sede social estaría motivado por la búsqueda de protección jurídica y tendría sentido en el momento en el que entendamos que esta ya no se da en el territorio en el que estamos ubicados», destacó De Meo en la carta.

Hasta ahora Luca de Meo se había limitado a indicar que la empresa se «adaptaría a las condiciones» del mercado -sin especificar qué medidas serían precisas para ella- ante el caso de una eventual declaración de independencia de Cataluña. De paso, De Meo resaltó en el escrito el papel de SEAT en el tejido económico español y en la historia de su industria automovilística. «Estamos absolutamente comprometidos con esta enorme responsabilidad y somos conscientes de la importancia económica y social de SEAT en Cataluña y en el conjunto de España, de lo que nos sentimos muy orgullosos. Partimos, además, de la convicción de que SEAT es patrimonio de todos y que el interés en que siga creciendo es compartido », destacó De Meo, quien también se refirió en la carta a que SEAT, al afrontar los retos con los que se ha topado en sus 60 años de historia, siempre se ha situado «dentro del marco de la legalidad» y, sobre todo, que la permanencia en la Unión Europea es «imprescindible» para garantizar su actividad.

Fuentes del grupo automovilístico señalaron que este plan de contingencia pasa por trasladar su sede a Madrid, a la Torre de Cristal (donde ya está presente Volkswagen) en el caso de que se acentúe la crisis catalana. De momento, como De Meo apuntaba en la carta, no ha tomado decisión alguna al respecto porque hasta la fecha la firma ha sido capaz de desarrollar su actividad operativa «con normalidad». Pero una hipotética Declaración Unilateral de Independencia (DUI) podría comprometer su presencia en el marco europeo y en el que actualmente es su primer mercado por venta de vehículos, España.

La factoría no está sobre la mesa

La posibilidad del traslado de sede debe ser aprobada por el consejo de administración. La próxima reunión se celebrará el día 9 de noviembre, destacan estas mismas fuentes. Para entonces, recuerdan, la situación es difícil de predecir, ya que dependerá del desarrollo de unos acontecimientos que oscilan desde la adopción de medidas unilaterales, como la propia DUI, hasta la convocatoria de elecciones autonómicas por parte del Govern para sortear la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Lo que no está sobre la mesa a corto y medio plazo, aseguran, es el traslado de la producción, total o parcialmente, desde la planta de Martorell, una operación que supondría un ingente coste económico . Actualmente, esta planta da empleo a más de 14.500 personas y produce 450.000 vehículos al año.

Lo cierto es que parece que la carta ha satisfecho su principal motivación, calmar a la plantilla, sometida al constante vaivén de mensajes difundidos desde los medios de comunicación. El escrito, señala Matías Carnero, presidente del comité de empresa de SEAT y presidente de la UGT de Cataluña , es una seña de «seguridad» y «equilibrio» y permite «dar tranquilidad» a los empleados sobre el futuro de la empresa y de las inversiones. A su juicio, SEAT opta, así, por «no meterse en política» y concentrar sus recursos en desarrollar su actividad de negocio. Lo que no es óbice, añade, para que la empresa cuente con un «plan B» por si la crisis política catalana «no tiene solución en el tiempo» .

Carlos del Barrio, secretario de políticas sectoriales y sostenibilidad de Cataluña de CC.OO., se muestra igualmente complacido con la orientación de la misiva y considera que el texto contribuye a «rebajar la tensión económica en Cataluña». Sobre el futuro del domicilio social, concluye que «medidas unilaterales de ambas partes», como la DUI o la aplicación del 155, perjudican la «seguridad jurídica», como la mencionada por SEAT, y ponen en riesgo la participación de la compañía automovilística en las próximas remesas de inversiones destinadas a los «cambios de las cadenas de producción» y «reindustrialización», por lo que insiste en que resulta indispensable el «diálogo» entre las partes.

Las próximas semanas serán determinantes para definir el futuro de la sede de SEAT

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