La prohibición de cortar los suministros de agua, luz y gas no supone el impago de los recibos
El Gobierno extiende a todos los ciudadanos la imposibilidad de que las compañías interrumpan esos suministros
El Gobierno ha ampliado la prohibición de cortar el suministro de electricidad, gas y agua a todos los hogares durante el periodo que se prolongue el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, salvo por motivos ligados a la seguridad del suministro. No obstante, esta prohibición no supone que los consumidores puedan dejar de pagar las facturas, ya que estas serían reclamadas una vez termine el estado de alarma.
El real decreto ley aprobado hoy como un paquete de medidas complementarias para hacer frente al coronavirus, recoge que, «excepcionalmente», mientras esté en vigor el estado de alarma, no podrá suspenderse el suministro de estos servicios energéticos (electricidad, gas natural, derivados del petróleo) y de agua, considerados básicos, a los consumidores «en su vivienda habitual», aunque exista esa posibilidad en los contratos de suministro.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, señaló que con esta medida las comercializadoras «no podrán suspender el servicio a ningún ciudadano».
Hace dos semanas, el Ejecutivo ya había prohibido el corte de estos suministros esenciales para los considerados hogares vulnerables en esta situación excepcional, por lo que ahora se amplía a todos los ciudadanos.