Europa insufla oxígeno a España con 21.300 millones para pagar el paro

Junto a Italia, nuestro país concentra más de la mitad de las ayudas del programa SURE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (izda) junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen (centro) y el presidente de Francia Emmanuel Macron (dcha) EFE

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La Comisión Europea anunció ayer que ha presentado una propuesta para conceder una ayuda financiera de 81.400 millones de euros a quince Estados miembros en el marco del programa SURE, creado para apoyar el desempleo temporal en la UE. De ese volumen, a España le corresponderían 21.300 millones de euros en créditos, el segundo montante más elevado después de Italia. Inicialmente, la Comisión había establecido un montante de 100.000 millones para el conjunto del programa, pero ahora los técnicos han determinado una cifra inferior porque países grandes como Francia no han dicho todavía si necesitan este apoyo.

Según el comunicado de la Comisión, SURE es «un elemento crucial de la estrategia global de la UE para contribuir a la protección de los ciudadanos y mitigar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de coronavirus». La propuesta llega tras el proceso de consultas con los Estados miembros, que ya habían evaluado sus necesidades. En el caso de España, el Gobierno había indicado que estimaba demandar en torno a los 20.000 millones y la Comisión ha preferido ampliar algo esa cifra.

La propuesta del Ejecutivo comunitario ha de ser aprobada por el Consejo Europeo, puesto que ese dinero procede de créditos avalados por los demás países que legalmente han de aprobar su uso. Se trata de deuda recaudada en las mejores condiciones del mercado, aprovechando las calificaciones más altas posibles, pero que debe ser reembolsada tarde o temprano.

Además, los países han de ponerse de acuerdo sobre cómo ha de contabilizarse esta deuda y quién debe hacerlo, en el caso de los límites que marca del pacto de estabilidad, que establece sanciones en caso de que se mantenga de forma prolongada un nivel elevado de deuda, aunque en estos momentos esas reglas están suspendidas como parte de la política de estímulos contra los efectos de la pandemia.

Diecisiete países

La Comisión ha recibido solicitudes de 17 países. En su propuesta de ayer, Bruselas ha dado su aprobación a la financiación de las necesidades de 15 de ellos, por un valor global de 81.400 millones y está estudiando las demandas de Portugal y Hungría, según informó ayer el Ejecutivo comunitario en un comunicado. Italia puede recibir 27.000 millones, lo que significa que entre este país y España acaparan más de la mitad del volumen de las ayudas. El siguiente en la lista es Polonia, país al que se adjudican unos 11.000 millones de euros, seguida por Bélgica con casi 8.000 millones y Rumanía con 4.000 millones. El resto recibirán cantidades sensiblemente menores.

El programa SURE es una de las tres redes de seguridad acordadas por la UE para intentar proteger a los trabajadores, las empresas de los países miembros, junto al fondo de recuperación y las medidas para suspender las reglas de control de déficit. En este caso, el objetivo era apoyar los mecanismos de desempleo temporal como los ERTE en España. No se puede saber todavía en qué momento esos fondos llegarán a estar operativos en cada país, entre otras cosas porque la Comisión ya advirtió ayer mismo que algunos países todavía no han firmado las garantías y los avales necesarios para poner en marcha el proceso de emisión de esa deuda.

También los países están pendientes de conocer el efecto de la evolución de la enfermedad respecto a sus diferentes economías, ya que no todos partían de la misma situación ni todos han están siendo afectados por los rebrotes de la misma manera.

En todo caso, se trata de un fondo al que se atribuye un uso finalista, es decir, que el Gobierno no puede usarlo para cosas distintas a la financiación de los programas de ayuda al desempleo y más concretamente al desempleo temporal, porque la Comisión prefiere que los gobiernos nacionales salven a las empresas mientras esperan la vuelta de la normalidad en los mercados, antes que dejar que aumenten las cifras de los desempleados que se han quedado sin trabajo por el cierre definitivo de sus compañías.

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