El presidente de Banco Popular insiste en que España necesita estabilidad
Ángel Ron asegura que el mercado no espera «grandes cambios» en las elecciones, sino «continuidad» en la política económica y que ningún partido «extremista» pueda cambiarla
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, ha insistido hoy en que España en general y el sector bancario en particular necesitan que se mantenga la estabilidad política y la seguridad jurídica tras las elecciones del 20 de diciembre. En una entrevista en la Cope , Ron añadió que como banquero no tiene preferencias sobre ningún partido político y que el mercado tampoco espera «grandes cambios», sino que haya «continuidad» en la política económica y que ningún partido «extremista» pueda cambiarla.
También se refirió a la situación de desigualdad salarial que existe en España, con empleos «buenos y bien pagados» y otros de peor calidad y una retribución «mucho menor», y explicó que «ha llegado el tiempo de subir los salarios» de los puestos con mayor productividad. Sobre el sector bancario, Ron también insistió en que a su juicio, de aquí a cinco años habrá una nueva oleada de fusiones y el número total de entidades financieras que operan en España se reducirá , aunque no mencionó cifras.
También quiso dedicar unos minutos a explicar que el sector bancario ha gestionado mal la comunicación de la política de desahucios a familias o empresas por impago de sus deudas con el banco, y ha asegurado que en el Popular decidieron desde el principio no echar a nadie de su casa y optar por la refinanciación o el alquiler social.
Tanto en el sector bancario como en la propia entidad, el porcentaje de familias que no pueden pagar su hipoteca ronda el 5 % y el de las que finalmente son desahuciadas se limita al 1 %, dijo Ron. «Es una cuestión de responsabilidad social» , dijo Ron, que aprovechó para criticar opciones como la dación en pago, que consiste básicamente en devolver la casa al banco cuando no se puede pagar y liquidar así la deuda pendiente.
Si esta práctica se generaliza, advirtió, aumentarán las dificultades para comprar una vivienda, pues los bancos reducirán los porcentajes de financiación hipotecaria y los precios de las viviendas caerán significativamente.