Los precios crecerán en 2018 y 2019 más que las pensiones por el alza del crudo
En estos augurios, la institución ha lanzado varios toques de atención al recién llegado Gobierno de Pedro Sánchez
El Banco de España ha emitido sus primeras previsiones sobre la economía española con su nuevo gobernador , Pablo Hernández de Cos, a los mandos. En estos augurios, la institución lanzó varios toques de atención al recién llegado Gobierno de Pedro Sánchez. El más directo atañe a los Presupuestos de 2018 que finalmente el PSOE ha aceptado para lograr que el PNV le llevara al poder. Estas cuentas, cuya tramitación se votará en el Senado en unos días, provocarán que España incumpla el déficit para este año, que será del 2,7% en lugar del 2,2% apalabrado, si bien logrará salir del Procedimiento de Déficit Excesivo de Bruselas al bajarlo del 3%. En concreto, la subida pactada entre PP y PNV para que las pensiones aumenten un 1,6% en 2018 y 2019 elevarán el déficit en tres décimas.
Una derivada de estos Presupuestos «más expansivos» es que en 2019 España crecerá una décima más de lo que pensaba la institución hace tres meses, hasta el 2,4%, ya que la rebaja de IRPF y el alza de las pensiones también entrará en el próximo ejercicio. Como apunta el organismo, al beneficiar a las rentas menores a 18.000 euros , la bajada fiscal llevará a un repunte del consumo, ya que los ingresos más bajos, señala, tienen «una propensión a consumir más elevada».
Para este año, los riesgos compensan el efecto beneficioso de las cuentas por lo que mantiene su estimación de crecimiento en el 2,7%. Pese al incremento de las pensiones, las estimaciones del Banco de España arrojan que los jubilados seguirán perdiendo poder de compra este año y el siguiente debido a la espectacular apreciación del petróleo. El encarecimiento del crudo provoca que los pronósticos de inflación del organismo suban en siete décimas para este año al 1,9% -tres décimas más de lo que subirán las pensiones- y un 1,7% en 2019 -una por encima-.
La principal razón es que el barril de Brent ha escalado hasta el entorno de los 75 y 80 dólares. Por ello, el precio medio del crudo será un 40% superior frente al de 2017 hasta los 74,5 dólares este año de media, pronostica. Precisamente, el Gobierno en el último Programa de Estabilidad del Ejecutivo de Rajoy, estimaba un precio medio de 67,7 dólares para 2018. Unas previsiones que, ante las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, unidas a las acciones de Donald Trump, peligran.
El impacto sobre los precios, no obstante, se suavizará en la recta final del año . «A partir del otoño, se prevé que la contribución del componente energético al crecimiento del IPC comience a reducirse, debido, inicialmente, a los efectos base negativos que se derivan de la comparación de la evolución del precio del petróleo con la del mismo período del año anterior y, más tarde, a la pendiente negativa de la curva de cotizaciones de esta materia prima en los mercados de futuros», desgranan las previsiones.
Otros factores que empujará la inflación al alza son que los salarios comenzarán a despertar a ojos de la institución, que no toma en cuenta la subida del Salario Mínimo Interprofesional que apalabraron los agentes sociales con el Gobierno para que suba hasta 850 euros para 2020.
«El repunte salarial asociado a la reducción de la holgura cíclica en el mercado laboral conducirá a una aceleración de los costes laborales unitarios» , desgrana. Este aumento de los salarios, según la institución, no se trasladará a la productividad que tendrá un «reducido ritmo de avance» ni saltará con fuerza al consumo ya que este sube más cuando el aumento de las rentas laborales «tiene su origen en la creación de puestos de trabajo» y no tanto en un alza salarial. El incremento de la tasa de ahorro por este factor se combinará con una continuación del desapalancamiento de los hogares.
Los demás riesgos proceden de la «actual fragmentación parlamentaria» que puede «dificultar» la reducción de déficit y la «adopción de reformas que aumenten el potencial de crecimiento». Asimismo, el Banco de España pide no perder atención a Cataluña. «No se puede descartar un hipotético repunte de la incertidumbre relacionada con la situación política en Cataluña», sentencia.
El resto de peligros miran fuera de nuestras fronteras: desde la «incertidumbre» en la política que «pudiera adoptar el nuevo Gobierno italiano» y su impacto en las Bolsas de la Eurozona hasta un rebrote de las medidas proteccionistas que golpeen al comercio o un frenazo en el crecimiento del euro. Todo ello sazonado de la «orientación acomodaticia de la política monetaria», ante el fin de las compras del BCE. Frente a este bosquejo de amenazas, el Banco de España alaba «la resistencia de la economía española» que seguirá sacando músculo a través de sus exportaciones e inversión empresarial, que se mantendrán en el tiempo aunque irán perdiendo peso.
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