Portugal saca adelante la «ley Uber»
Los taxistas lusos reclaman lo mismo que los españoles, pero ahora sufren un duro revés
El presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha promulgado la conocida como «Ley Uber», que regula la actividad de Uber, Cabify y Taxify (operativa en el país vecino, aunque no en España) al otro lado de la frontera. Los grandes perdedores, por tanto, son los taxistas, que batallaban para que no saliese adelante y ahora ven cómo les cae la nueva normativa como un auténtico jarro de agua fría.
El documento llevaba meses dando vueltas por los pasillos del Parlamento y por el Palacio presidencial. El veto inicial quedó superado después de una serie de modificaciones, como la obligatoriedad de que las plataformas desembolsen un 5% al Estado luso por cada trayecto.
¿Y ahora qué? Pues el descontento de los taxistas puede desembocar en nuevas movilizaciones en Lisboa y Oporto, que llevaban semanas estancadas en espera, precisamente, de comprobar qué pasaría con la ley.
El desenlace pone al colectivo en pie de guerra, mucho más porque sigue con gran atención lo que acontece en España dentro de un sector que vive días de rebeldía y furia.
Es un fenómeno trasnacional que parece imparable. Los profesionales convencionales se han visto invadidos por estas plataformas de internet, que ofrecen servicios más baratos y pagan menos impuestos, de acuerdo con las denuncias de los taxistas.
En pleno estallido de la polémica, la empresa española Cabify ha emitido un comunicado en el que declara: «Es un paso importante para el futuro de la movilidad en Portugal».
Lo que parece claro es que la situación en Lisboa va a jugar en contra de las pretensiones de los taxistas españoles, que ven establecerse súbitamente un precedente contrario a sus intereses, sobre todo porque la no regulación de estas plataformas no se contempla en ningún país.
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