En plena crisis del Brexit, la UE anuncia un acuerdo con EE.UU.
Las mejoras son simbólicas, pero abren el camino para resolver otras disputas

No es casualidad que la Comisión Europea eligiera presentar ayer su propuesta oficial para la reducción de una serie de aranceles en los intercambios comerciales de Europa con Estados Unidos que será el primer fruto del acuerdo que se cerró el pasado 21 ... de agosto. La cuestión tiene, por supuesto, su propia dinámica, pero se anuncia coincidiendo con el inicio de una ronda negociadora con el Reino Unido que puede ser definitiva y que está enrarecida por la actitud obstruccionista del Gobierno británico, que ya reconoce que prefiere una ruptura traumática a final de este año.
El primer ministro Boris Johnson ha dicho muchas veces a los británicos que el Brexit les abrirá el camino para una política comercial más libre y orientada sobre todo a Estados Unidos. El mensaje que le envió ayer la Comisión es que incluso en este ambiente moroso y conflictivo de la Administración Trump respecto a sus competidores, la UE es lo bastante fuerte como para avanzar en la liberalización de los intercambios comerciales.
Esta es la primera rebaja de aranceles negociada entre ambas partes en más de dos décadas y podría ser el inicio de un cierto deshielo después de un periodo de grandes tensiones. La propuesta presentada ayer es poco importante en términos relativos, puesto que se calcula que permitirá que los intercambios comerciales entre las dos potencias económicas más importantes del mundo (entre la UE y EE.UU. suman casi la mitad del comercio mundial) aumenten unos modestos 500 millones de euros al año . Pero el hecho es que podría ser el primer paso de un periodo de mayor comprensión entre las dos orillas del Atlántico y un ejemplo claro de que si el Gobierno del Reino Unido creía que tendría más opciones de mejorar su comercio con Norteamérica estando fuera de la UE, también en esto se habrían equivocado.
La Comisión, que tiene la competencia exclusiva en el comercio exterior, había llegado a un acuerdo con Estados Unidos el pasado 21 de agosto y lo que ayer se presentaba es la propuesta de aplicación concreta que debe ser aprobada por los países en el Consejo y por el Parlamento Europeo para convertirse en una decisión legal.
No resuelve todavía los aspectos más controvertidos que la Administración Trump ha ido introduciendo en los últimos años como represalias políticas y que en España afectan por ejemplo a las aceitunas y el aceite de oliva , aunque se considera una buena fase para poder reconstruir la confianza. Por ahora este acuerdo supone que la UE eliminará aranceles a las importaciones de langosta viva y congelada procedente de Estados Unidos, productos de los que se exportaron 94,3 millones de euros (111 millones de dólares) a territorio comunitario en 2017. Estados Unidos, a cambio, reducirá un 50% sus tasas arancelarias a una serie de productos europeos entre los que se incluyen comidas preparadas, vajillas de cristal, productos de tratamiento de superficies, cargas propulsoras, mecheros y partes de mecheros.
El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis , ha dicho que el movimiento «es un paso importante para mejorar nuestra relación y resolver disputas pendientes. Seguimos ansiosos por profundizar la cooperación transatlántica siempre que sea posible, ya que creemos firmemente que las posibilidades de lograr resultados globales exitosos aumentan si la Unión Europea y Estados Unidos trabajan juntos».
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