Los pilotos de Lufthansa se rebajan voluntariamente el sueldo
La aerolínea alemana, en crisis, perdió 2.100 millones de euros solo en el primer trimestre del año

Sobre la mesa de negociaciones de Lufthansa, hay una propuesta de rebaja de salarios de sus alrededor de 5.000 pilotos de hasta un 45% . Sería una rebaja voluntaria con la que los pilotos, otrora protagonistas de agresivas huelgas que dejaban en cierra a decenas de miles de pasajeros en toda Europa, pretenden poner su grano de arena a la continuidad de la empresa, objeto de rescate por parte del Estado alemán. Antes de una reunión de la dirección de Lufthansa con los sindicatos, que tendrá lugar hoy, el sindicato Cockpit Union (VC) ha renovado su oferta de ahorro de unos 350 millones de euros. «Queremos mantener los aviones en el aire», ha dicho el presidente de VC, Markus Wahl. «Debido a las dificultades existentes, estamos listos para rebaja salarial sin más condiciones, inicialmente hasta finales de 2020».
Lufthansa ha invitado a VC y a los sindicatos Ver.di y Ufo (personal de cabina) a una reunión sobre la reestructuración corporativa en marcha, después de que un primer encuentro a finales de abril no obtuviese resultados. En aquella ocasión, los pilotos exigían condiciones, postura que recibió graves críticas desde los sindicatos que representan al resto de los empleados de Lufthansa, que a cambio de un paquete de rescate del gobierno alemán por valor de nueve mil millones de euros, deben prepararse para recortes profundos de empleo . En términos puramente aritméticos, a la aerolínea le sobran 10.000 empleados, como ha reconocido recientemente el CEO de Lufthansa, Carsten Spohr, de un total de alrededor de 138.000. El número de empleos que se eliminarán finalmente depende de las negociaciones con los sindicatos.
«En vista de esta oferta sustancial, VC espera que se aborden los próximos proyectos en asociación con nosotros. Usar esta contribución para subcontratar trabajos en términos más pobres sería totalmente inaceptable», ha advertido el sindicato de pilotos sobre su gran miedo, que los puestos eliminados por las exigencias de rescate sean sustituidos cuando la situación remonte por contratos de menor coste.
El mayor grupo aéreo de Europa anunció la semana pasada que dejará de cotizar en el Dax 30 de Fráncfort , el principal índice de la Bolsa alemana, a partir del 22 de junio debido a la drástica caída de sus acciones. Tras tres décadas en la primera liga bursátil germana, pasará a cotizar en el índice de medianas empresas tras haber perdido más de la tercera parte de su valor en lo que va de año y haberse visto abocada rescate por parte del Estado alemán, que pasará a ser accionista de referencia con el 20% de su capital.
Lufthansa perdió 2.100 millones de euros solo en el primer trimestre del año, seis veces las pérdidas del año anterior, con una pérdida operativa antes de extraordinarios de 1.200 millones como consecuencia de las restricciones globales en el tráfico aéreo debido a la pandemia. El consejo directivo y el consejo de vigilancia, en el que el Gobierno tendrá dos representantes tras el rescate, han dado el visto bueno a la cesión de 24 slots (derechos de despegue y aterrizaje en determinadas franjas horarias) en los aeropuertos de Fráncfort y Múnich, los dos más grandes del gigante europeo, como condición impuesta por la Comisión Europea.
El gobierno austriaco ha anunciado además un acuerdo con el grupo Lufthansa para aportar un paquete de rescate de otros 450 millones de euros , dado que Austrian Airlines, la compañía nacional, que es propiedad del grupo alemán. Lufthansa pedía a Viena 600 millones, pero el gobierno de Sebastian Kurz ha asegurado poder acceder solamente a créditos avalados por el Estado por 300 millones y 150 millones más proceden del dinero facilitado por la UE. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Alemania, que entrará en el capital de Lufthansa, Viena no participará en el capital de su aerolínea que seguirá siendo 100% de Lufthansa, lo que equivale en parte, del gobierno alemán. El acuerdo, por imposición de los Verdes, uno de los partidos en coalición con la derechista ÖVP, obligará a Austrian Airlines a cumplir ciertos objetivos en materia de reducir emisiones de CO2 y reducción de la contaminación sonora. El hub en Viena, en cambio, no se toca.
«Lufthansa prevé rebajar los costes respecto al nivel previo a la crisis», ha señalado la dirección de la empresa, tras anunciar en abril una reducción de su flota en 100 unidades y su plan de cerrar su filial Germanwings. La hoja de ruta de la reestructuración incluirá un fuerte recorte de personal en la matriz y en todas sus filiales (Austrian Airlines y Swiss incluidas). Lufthansa emplea a casi 140.000 personas en todo el mundo y desde que se inició la crisis mantiene inmovilizados unos 700 aviones, de un total de 760, y a más del 60% de sus trabajadores a tiempo parcial.