La «V» perfecta de la recuperación alemana
El PIB creció entre julio y septiembre un 8,2% con respecto al previo, en el que la economía se contrajo un 9,7%
Los datos de tercer trimestre confirman una recuperación de la economía alemana casi totalmente simétrica con el trimestre anterior. El PIB creció entre julio y septiembre un 8,2% con respecto al previo, en el que la economía se contrajo un 9,7% a causa de la crisis del coronavirus. Estos datos, anunciados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), confirman las previsiones del ministro de Economía de Merkel, Peter Altmeier, que estima que la economía nacional se contraerá un 5,5% en el conjunto del año 2020. El gobierno alemán, por tanto corrige su previsión tres décimas porcentuales al alza respecto a la previsión anterior gracias a un tercer trimestre «con un crecimiento muy por encima de las expectativas».
Altemeier, sin embargo, no canta victoria. El negativo del 5,5% constituirá la mayor recesión registrada en más de siete décadas, desde la II Guerra Mundial, y el ministro no espera recuperar la normalidad económica precrisis hasta al menos finales de 2021. Pero al menos tiene la satisfacción de comprobar que las medidas tomadas por el gobierno de Berlín han dado resultados y la recuperación de la economía alemana forma una curva esperanzadora, una «V» casi perfecta con un crecimiento previsto para 2021 del 4,4%.
El fuerte repunte del tercer trimestre se debió principalmente al avance del consumo privado, las inversiones y las exportaciones, que permitirán, según estas mismas proyecciones gubernamentales un avance del PIB del 0,4% en el cuarto trimestre de 2020. Eso depende, de todas maneras de la campaña navideña. El cierre de gastronomía, cultura, ocio, deporte y turismo durante el mes de noviembre, negocios que serán indemnizados con el 75% de sus ingresos mensuales del año anterior, tiene precisamente como objetivo disminuir la expansión de virus para preservar la campaña navideña. «El alto grado de incertidumbre con respecto a la evolución futura de la pandemia puede hacer variar de forma notable este pronóstico», ha advertido Altmeier, que reconoce que si se prolongan las restricciones es posible que no salgan estas cuentas. Y no está hablando solamente de Alemania.
El resto de Europa es el principal destino de las exportaciones alemanas, también en peligro por las medidas que están tomando los gobiernos del resto de países europeos. Si bien la demanda interna parece estar aguantando, el desarrollo de las ventas al exterior sigue siendo una incógnita. Esto podría compensarse con la fuerte recuperación de la industria en general en el cuarto trimestre, para la que se calcula un aumento del 1,1% en comparación con el tercer trimestre.
El gobierno Merkel, con estas previsiones, se está mostrando más optimista que los institutos de investigación económica, que el pasado jueves corrigieron a la baja sus expectativas para el cuarto trimestre: un aumento del 2,1 por ciento. «No será sostenible», dijeron entonces Sebastian Dullien, Clemens Fuest, Marcel Fratzscher y Gabriel Felbermayr,loss directores de los institutos IMK, Ifo, DIW e IfW. En el mejor de los casos, esperan un estancamiento, pero también cuentan con que es posible una ligera contracción del PIB. Para 2020, los institutos estiman un negativo del 6% en lugar del -5.4%.
Altmaier, por otro lado, alimenta la esperanza de que el consumo continúe recuperándose. En el tercer trimestre, las ventas minoristas también se recuperaron con fuerza. «El crecimiento fue impulsado por un mayor gasto de los consumidores privados, más inversión en equipos y un fuerte aumento de las exportaciones», confirma Destatis, aunque en comparación con el cuarto trimestre de 2019, el trimestre anterior a la crisis sanitaria mundial, el PIB alemán ajustado por calendario y estacionalidad del tercer trimestre de 2020 fue un 4,2% más bajo.
El Bundesbank ha emitido informes algo más pesimistas y que hablan de «debilidad» de la economía alemana. Y los investigadores de Prognos, por ejemplo, prevén la crisis haga retroceder años la economía alemana. «La pandemia actual es un gran motivo de preocupación de consecuencias económicas agudas, pero también permanentes, que serán significativamente más graves de lo esperado en los últimos meses», augura Michael Böhmer, su economista jefe, esta mañana en Berlín, «en total, nos faltan tres o cuatro años de crecimiento». En su escenario de crisis, los economistas de Prognos asumen que la recuperación económica esperada hasta el momento se retrasaría dos trimestres y que la economía alemana colapsará nuevamente, aunque de manera más suave que en la primavera, debido a que es probable que los consumidores y las empresas se muestren reacios a gastar e invertir debido a la creciente incertidumbre, mientras que el creciente número de infecciones en otros países está desacelerando la economía exportadora. En este escenario, el PIB colapsaría en un negativo 8.1% en 2020. Es probable que la recuperación en 2021, con un crecimiento económico del 2,5%, sería más débil de lo que se esperaba. En comparación con el año anterior a la crisis 2019, el PIB de la economía más grande de Europa sería casi 190.000 millones de euros más bajo en 2021, con una pérdida de 2.200 euros por habitante. «A fines de 2021, la producción económica todavía estaría un 3,5% por debajo del nivel de finales de 2019 y solo alcanzaremos el nivel anterior a la crisis en el transcurso de 2023».