La parálisis del turismo hasta final de año costará más de 124.000 millones al sector

El motor de la economía asume una caída histórica del PIB de hasta el 81,4% por la crisis del coronavirus

Hotel cerrado en Sevilla por la pandemia Manuel Gómez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los nubarrones se ciernen sobre el turismo. Por cada día que transcurre de crisis sanitaria, sus pérdidas se acrecientan. El motor de la economía española representa más de un 12% del PIB total, se encuentra paralizado desde que se decretó el estado de alarma y se desconoce cuándo podrá de nuevo recuperar la normalidad. El sector mantiene las alarmas encendidas tras las palabras del pasado viernes de Yolanda Díaz, que auguraba una parálisis de la actividad turística, del ocio y cultural hasta final de año. Unas palabras que más tarde tuvo que rectificar porque esa decisión no le compete a su ministerio, sino a Sanidad, aunque el daño ya estaba hecho.

De ocurrir lo calculado por Díaz, 2020, si no lo ha hecho ya, marcará un antes y un después en el turismo. Según los cálculos realizados por el lobby Exceltur, si la actividad turística se mantiene paralizada hasta final de año, el sector tendrá unas pérdidas de 124.458 millones de euros. Una cifra que supondría un desplome del 81,4% en el PIB turístico. Un hundimiento sin precedentes y que pone en serio peligro a casi tres millones de empleos si se cuenta la repercusión que tiene en otros sectores como la hostelería, también paralizada estos días y sin atisbos de reabrir a corto plazo.

El peor de los escenarios

Las declaraciones de la ministra de Trabajo, unidas a las que realizó Alberto Garzón recomendando que no se realicen todavía reservas para este verano, fueron las que provocaron que Exceltur sitúe el impacto de la crisis del Covid-19 en el peor de los escenarios, toda vez que las intervenciones de estos dos ministros no fueron desmentidas por Pedro Sánchez ni por la titular de Turismo, Reyes Maroto. Así, Exceltur calcula que en este escenario, «el grueso de la demanda turística en España, la asociada a viajes que obliguen a desplazamientos en transporte compartido (tren y avión, fundamentalmente) tanto de la demanda nacional como internacional (a islas y/o en alojamientos colectivos) no generará ningún tipo de actividad económica hasta finales de 2020».

Nuestro país, por tanto, se prepara para vivir un verano totalmente inusual, donde la norma del distanciamiento social marcará el día a día de la sociedad. Los récords consecutivos de la llegada de turistas internacionales y del gasto turístico se frenarán después de siete años. El año pasado, a España vinieron 83,7 millones de turistas y el gasto ascendió a más de 92.000 millones de euros. Unas cifras que presumiblemente tardarán en volver a registrarse por las restricciones y la desconfianza de las personas a viajar.

El sector se agarra al clavo ardiendo del turismo nacional, poniendo todos sus esfuerzos en él durante la desescalada. Sin embargo, los viajes de los propios españoles por el país se verán afectados por «restricciones, en vehículos propios y en instalaciones alojativas particulares y/o de tamaño reducido que evite aglomeraciones y/o riesgos de contagio», según las previsiones de Exceltur. Además, el impacto de esta crisis en la economía familiar será otro lastre para el turismo. Ante la subida histórica de los datos de desempleo y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), el sector valora tener que rebajar sus precios hasta el punto de ir a coste.

La situación a la que se enfrenta el turismo dañará sobre todo a aquellas comunidades autónomas que más dependen de esta actividad. Así, en términos absolutos, Cataluña sería la que más perdería, con 25.218 millones de euros, un 83,8% menos con respecto a 2019. Le seguiría Andalucía, con unas pérdidas de 20.888 millones. Más dramática sería la situación en Baleares, que arrojaría unas pérdidas de 13.520 millones, que suponen el 95,2% de su actividad turística del año pasado. Canarias, que ya tuvo un 2019 negativo por la quiebra de Thomas Cook, vería reducido su PIB turístico en 12.645 millones, un 76,1%.

El cierre hasta final de año es el peor escenario para Exceltur, que empezó estimando unas pérdidas de 55.000 millones tras la suspensión de la Semana Santa. Esta caída las aumenta hasta los 92.000 millones de euros, un descenso de más del 60%, si se volviera a una cierta normalidad durante los meses centrales del verano, aunque ello seguiría implicando ciertas restricciones en la movilidad de las personas.

En este escenario, la demanda de turistas internacionales estará «supeditada a cómo se vayan desbloqueando las actuales restricciones de movilidad entre países y las exigencias de seguridad sanitaria que se establezcan para desplazarse por Europa. Igualmente las que rijan hacia un país como España, cuya reputación internacional hoy no figura entre los más fiables en cuanto a los posibles riesgos de contagio de Covid- 19», justifica Exceltur. A ello se añade que la IATA espera que el tráfico aéreo internacional comience su recuperación muy lentamente y no sería hasta el cuarto trimestre cuando se encontraría al 50%. Por su parte, los vuelos dentro del territorio nacional no empezarían a recuperarse hasta el tercer trimestre de este año.

Así, para el lobby turístico la demanda en esta fase tendrá dos velocidades de recuperación, aunque todo dependerá de los protocolos de seguridad y el ritmo de la desescalada. Los viajes a destinos próximos, ya sea dentro del país o de Portugal y Francia, en vehículos particulares y que conlleven establecerse en un alojamiento con un número reducido de personas se recuperarán más rápidamente. En el otro lado estarían los viajes que supongan trasladarse en avión o tren y alojarse en establecimientos con un gran número de personas. En este sentido, Canarias y Baleares tendrán un mayor perjuicio que el resto de regiones, por la necesidad de acceder a ellas a través de avión en el mayor número de casos.

Prórroga de ERTE

La supervivencia de muchas empresas del sector no está para nada garantizada cuando termine el estado de alarma. Desde Exceltur explican que, de darse cualquiera de los dos escenarios detallados arriba, «el sector turístico precisaría un plan de rescate de emergencia muy superior al actual para salvar con menores garantías, buena parte de un tejido empresarial más deteriorado y su empleo».

Las medidas del Gobierno son hasta ahora, insuficientes para el primer sector de la economía española. La actividad turística teme el cierre de empresas y la destrucción de miles de puestos de empleos. Las compañías esperan que las condiciones de los ERTE por fuerza mayor se flexibilicen, como el alargamiento de los mismos tras el estado de alarma. Una medida que, tras las peticiones del sector, Trabajo parece que va a autorizar para tratar de preservar el mayor número de empleos posibles.

Con el objetivo de preservar el empleo, ayer mismo la patronal de los hoteleros, Cehat, llegó a un acuerdo con los sindicatos para, entre otras cosas, pedir una ampliación de la vigencia de los ERTE por fuerza mayor al menos por seis meses y con posibilidad de ampliación. «Es más importante que nunca que en este momento tanto empleadores como trabajadores vayan de la mano y pongan encima de la mesa medidas para salvaguardar nuestra industria», explicó Jorge Marichal, presidente de Cehat.

Además, los agentes sociales piden garantizar una protección por desempleo para los trabajadores en situación de ERTE, incluidos los contratos fijos discontinuos, mediante prestaciones y ayudas públicas suficientes, y que perciban el importe de la paga extraordinaria de verano.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación