ESPECIAL IINFRAESTRUCTURAS

La palanca económica de la eficiencia

La rehabilitación y mejora energética del envejecido parque de viviendas español se configura como una de las grandes oportunidades del sector

CHARO BARROSO

A los 5.300 millones iniciales, el Gobierno acaba de sumar hace escasos días 1.000 millones más para llevar a cabo la rehabilitación de casi medio millón de viviendas hasta 2023, lo que supone multiplicar por cinco el ritmo anual vigente. Unas cifras que marean si volvemos la vista a un sector que, durante muchos años, ha sido considerado el patito feo de la construcción y con un destino incierto. En un escenario donde los edificios emiten el 36% de la contaminación de gases de efecto invernadero, son responsables del 40% del consumo energético, un parque inmobiliario de viviendas con una antigüedad media de 45 años y más de 20 millones de inmuebles sin evaluación energética, costará cuadrar las cifras. Desde la compañía de capital ecológico, Greenward Partners consideran que la cuantía de estos fondos es claramente insuficiente, «sobre todo si tenemos en cuenta que solo representan el 12,5% de la cantidad que el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) estima que requieren las necesidades de inversión para la descarbonización del parque edificado español entre 2021 y 2030, y que asciende a 40.000 millones de euros», señala Eduardo Brunet, co-CEO de Greenward.

Rehabilitar España con criterios de eficiencia energética se convertirá en un reto para la gestión de los fondos europeos que no sólo pondrá a prueba la coordinación de las diferentes administraciones públicas, sino también el destino inteligente de las inversiones con la mirada puesta en 2030.

Un dato que toma el pulso del sector, según se apunta en un informe de Greenward, es el hecho de que en Europa la rehabilitación energética contribuye al menos el doble que la construcción de nuevos edificios. Cada euro invertido en eficiencia energética, también en edificación, supone un ahorro de dos euros en nuevos activos de generación y costes de distribución.

Los expertos coinciden en que para incentivar la rehabilitación de viviendas en España hay que eliminar, fundamentalmente, barreras y agilizar la burocracia para al acceso a la financiación. «La solución pasa por establecer sistemas de ventanilla única capaces de canalizar los fondos europeos. Es necesario contar con un único interlocutor para todo el proceso, que dé una respuesta integral a todas las necesidades de los intervinientes en las distintas fases», apunta Cátia Alves, directora de Sostenibilidad y RSC de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI).

Plan integral

En esta línea, UCI acaba de poner en marcha el plan RER (Rehabilitación Energética Residencial), dirigido especialmente a comunidades de propietarios, para permitir y facilitar en un solo «pack» todos los aspectos que hay detrás de un proceso de rehabilitación energética: desde los técnicos a gestiones con la Administración Pública para las ayudas y subvenciones a los trámites financieros. Y es que, desde el Instituto para la Diversificación Energía (IDAE) se constata la dificultad que tienen las comunidades de propietarios para acceder a la rehabilitación energética, por falta de información, así como por la dificultad de complementar las ayudas.

Los retos del sector requieren de una importante colaboración público-privada

El impacto que sobre los edificios tendrán las ayudas articuladas por los fondos europeos es otra de las incógnitas. «Si tenemos en cuenta que, de media, la rehabilitación integral de una vivienda ronda los 13.000 euros, podríamos hablar de más de 400.000 edificios residenciales de 20 viviendas de media», calculan desde UCI. Aunque con más dinero, a cuenta de las comunidades de propietarios, y en el hipotético caso de que estos fondos europeos solo financiaran el 50% del coste de la reforma, hablaríamos de 800.000 edificios.

El revulsivo

También los arquitectos técnicos tienen clara la jugada europea: «Los fondos van a ser un auténtico revulsivo para un sector en el que la financiación es una parte fundamental. Los millones que el Gobierno ha anunciado que destinará a la rehabilitación de edificios son una inyección lo suficientemente importante para que se cree actividad económica y empleo estable y de calidad», afirma Alfredo Sanz, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE). No obstante, Sanz cree que este dinero debe ir acompañado de incentivos fiscales o un IVA superreducido por reforma o rehabilitación. Se estima que gracias al sector de la rehabilitación, se podrían llegar a crear hasta 400.000 nuevos empleos.

Desde la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), su secretario general, Daniel Cuervo, señala que «los fondos deben permitirnos avanzar en los objetivos marcados de eficiencia energética, pero para hacer esto posible es necesario crear tejido productivo ad hoc tanto por parte de las constructoras ya existentes como por otras de nueva creación, sin abandonar los negocios tradicionales, como la obra nueva, que seguirá contando con una fuerte demanda en los años venideros».

Además, apela a la necesidad de una colaboración público-privada: «Resulta siempre aconsejable, ya que consume muchos menos recursos públicos -o ninguno-, lo que permite la ejecución de proyectos que, de otra forma, no serían de fácil realización dados los abultados déficit y volumen de deuda de la Administración» y respecto a la gestión burocrática de los fondos europeos señala que «también es fundamental que el sector privado colabore con el público para que sea más ágil en todo el proceso de tramitación y que podamos aprovechar la oportunidad histórica de cambiar y digitalizar los procedimientos en la ejecución de los proyectos. Sin la colaboración privada el impacto en la economía será significativamente menor puesto que los plazos de tramitación son ineficaces y tardíos», sentencia.

El destino del maná europeo también preocupa a los principales sectores implicados. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt) consideran que sería necesario aprovechar las oportunidades de brinda la rehabilitación para apostar por productos sostenibles y duraderos. «En España, una gran parte del parque edificatorio es de ladrillo cara vista, por lo que el empleo de sistemas de paneles de aislamiento térmico con acabado de plaqueta cerámica permitirá realizar rehabilitaciones energéticas con una renovación estética de la fachada y sin necesidad de cambiar la esencia de las ciudades y su valor arquitectónico», dice su presidente Francisco José Morant.

Nadie duda del empuje que tendrá la rehabilitación en los próximos años, un escenario que conocen sobre todo los promotores y constructores. Un carro al que podrían sumarse «empresas pirata» que ya fueron protagonistas durante el ‘boom’ inmobiliario: «En estos momento, los clientes cada vez buscan más profesionalidad, solvencia y garantía», afirma Óscar Muñoz, director general de Avintia Servicios, que cuenta con un volumen de negocio del 40% en rehabilitación.

En España se tienen que rehabilitar 1,2 millones de viviendas a corto plazo

Blanca Gutiérrez, gerente de la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, es otra de las expertas que verifica el auge del sector. «Hemos tenido un crecimiento del 3,5% en 2020, gracias a una mayor apuesta por la sostenibilidad en los productos y por el empuje que ha tenido la rehabilitación y la reforma. Por lo tanto, no solo estamos confiados sino también convencidos de que los fondos europeos movilizarán la economía y permitirán la transición ecológica deseada», reconoce Gutiérrez.

Apuesta innovadora

También la innovación y la digitalización están en la agenda del Gobierno para hacer de la rehabilitación una apuesta segura para la economía española. Gonzalo Causin, director general de Sika, considera que actualmente en el mercado se encuentran múltiples productos y sistemas desarrollados para garantizar las necesidades de la rehabilitación de edificios, «más exigentes, por lo general, que cuando se aplican en la obra nueva».

Los retos del sector son muchos. Y para llegar a buen fin, todos los expertos consultados apuestan por la colaboración público-privada para multiplicar la inversión. Además, se aboga por promover modelos de éxito en otros países, como los Préstamos para la Activación del Capital Ecológico (PACE), que canalizan el capital de inversores institucionales privados para cubrir las necesidades de financiación de proyectos de mejora energética de los edificios.

Reformas urgentes

«En España, tenemos un parque inmobiliario antiguo, ineficiente energéticamente. De veinte millones de viviendas, 9,4 necesitan una reforma urgente. Es necesaria la colaboración público-privada y una inversión inteligente», así lo afirmaba el subdirector general de Eficiencia Energética de Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Juan Jacobo Llerena, durante la presentación del estudio «Iniciativas y modelos de negocio para la rehabilitación de edificios», publicado por Fundación Naturgy. En él se señala que un 75% de los edificios europeos es ineficiente energéticamente debido a su antigüedad: más del 40% ha sido construido antes de 1960 y el 90% antes de 1990. Por ello, la rehabilitación energética, en la que la Administración local va a tener una función decisiva, será imprescindible para alcanzar la descarbonización establecida en el Pacto Verde europeo. Y puntualiza que existen dos grandes retos para impulsar la rehabilitación: dinamizar la demanda frente a las múltiples barreras que ralentizan el ritmo de rehabilitación e integrar una oferta muy desagregada en el mercado.

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