En Alemania
Pagar multas de tráfico en el supermercado será posible en primavera
Los habitantes de Colonia recibirán un código de barras asociado a la infracción, a partir de esta primavera
Cuando el irredento conductor comete una infracción de tráfico en Alemania, un exceso de velocidad captado por un radar de la Policía por ejemplo, se pone en marcha un minucioso proceso burocrático para llevar a cabo el castigo. El infractor recibe, aproximadamente dos meses después de la transgresión, una carta en la que se le ofrece la oportunidad de presentar posibles alegaciones. Si no es el caso, llegará a su buzón una segunda carta, ésta en un sobre de color amarillo limón destinado seguramente a alertar a los vecinos de escalera de la presencia de un culpable entre ellos, que en su interior contiene los datos bancarios a través de los que se puede hacer la correspondiente transferencia y la cantidad establecida. Desde que se pega la zapatilla al acelerador hasta que se paga la multa transcurre un mínimo de tres meses . Para agilizar el proceso de cobro, los habitantes de la ciudad de Colonia experimentarán a partir de esta primavera un proyecto piloto que les permitirá pagar sus multas de tráfico en las cajas de los supermercados, según ha anunciado el ayuntamiento.
La Asociación Alemana de Ciudades y Municipios confirma que no se conoce hasta la fecha ningún otro lugar donde esto sea posible: acudir al supermercado y, junto con las lechugas, los yogures y el papel higiénico, pasar por el lector digital de la caja un código de barras, que sustituye al anticuado formato postal o que ha sido entregado directamente por un agente de Policía en el momento de la infracción, y pagar la multa junto con el resto de la compra. Para ello ha sido establecido un acuerdo con aproximadamente 12.000 puntos de venta , una red que incluye las cadenas de supermercados Rewe, Penny y Real, las droguerías Rossmann y la cadena de ferreterías Baumarkt y que servirá para integrar con más fluidez el pago de la multas en las rutinas domésticas.
Evita además a la Policía la tarea de cobrar multas in situ a inobservantes de la norma que no dispongan de un domicilio oficialmente registrado en la ciudad, a los que las multas por correo terminan por no llegar nunca. Otra gran novedad del sistema es que las multas podrán ser pagadas en metálico además de con tarjeta , en lugar de necesariamente a través de la cuenta bancaria como hasta ahora, abriendo así una vía al lavado de dinero negro que de momento no preocupa a las autoridades de Colonia. Y seguramente la más atractiva es que el color del ticket con el código de barras no es de color amarillo ni contiene ninguna inscripción que aluda al pago de una multa, por lo que no resultará embarazoso y se podrá mirar a los ojos del cajero sin sufrir el bochorno.
El proveedor comercial Barzahlen.de, Cash Payment Solutions GmbH de Berlín, operará esta nueva opción de pago y se ocupará de que el dinero llegue a su destino. Si funciona bien en el periodo de prueba, que se extenderá hasta final de año, se contempla una ampliación a otras áreas administrativas y burocráticas que requieran transferencias bancarias. Las autoridades de Colonia adelantan, además, que esperan a lo largo del año añadir al menos la cooperación de otra ciudad alemana al proyecto piloto, para evaluar el resultado del experimento con mayor perspectiva.