Organizadores profesionales, el nuevo oficio que pone orden en tu caos

El fenómeno de la gurú Marie Kondo ha dado visibilidad a esta ocasión de emprendimiento

AFP

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Decepciones, cansancio, cintas de VHS y cientos de esos carísimos posavasos llamados cedés, correos sin responder, pantalones de tallas ahora inconcebibles, pilas de libros que siguen esperando ese tiempo que seguro que acabaremos encontrando... Vivir es acumular, un hecho incontrovertible que generalmente deriva hacia ese mal mayor conocido como apilar. Y ordenar, tratar de disciplinar el caos que arrastra consigo el día a día sin tregua, tiene algo de catársis, de vuelta al punto de partida.

Pia Nieto, organizadora profesional y autora del libro «Manual para organizar tu casa» ABC

Sonriente maestra oriental de la practicidad y del menos es más y responsable de esa aportación a la evolución de la humanidad que es doblar las camisetas en tres pliegues (es probar y ya no hay vuelta atrás), la japonesa Marie Kondo se convirtió en un fenómeno global ya en 2015 con sus tutoriales en Youtube y su best seller «La Magia del Orden», en el que animaba al lector a alcanzar esa momentánea sensación de paz y liberdad que da desprenderse de lo accesorio para encontrar lo que se necesita, empezando por uno mismo. Su éxito la convirtió en una de las cien personas más influyentes para «Time», un fenómeno que se ha multiplicado con el estreno a comienzos de año de «un docushow» en Netflix en el que, con guante de seda y mano de hierro, trata de reconducir situaciones límites de caos espacial, y por extensión, mental.

La empatía y la mano derecha son cualidades esencial en esta actividad

La gurú de la armonía ha ayudado a dar a conocer un oficio, el de organizador profesional, que en España es incipiente. «En pocos años hemos asistido a un interés exponencial por esta profesión, pasando de poco menos de diez profesionales, hace cinco años, a 107 asociados a finales de 2018. Evidentemente, el fenómeno Marie Kondo ha influido en este rápido crecimiento», explica Albert Andrés, presidente de la Asociación de Organizadores Profesionales de España (AOPE), que el próximo 9 de febrero celebrará en Madrid su tercer congreso.

Rafael Gallardo y Albert Andrés, fundadores de la empresa Organizarse ABC

Andrés, también cofundador de la compañía Organizarse, se muestra seguro de que este nuevo oficio es una oportunidad de emprendimiento con futuro. «Aunque hay muchos profesionales que compaginan la organización profesional con otra actividad, creemos que es una profesión con gran potencial a medio plazo. En una sociedad en la que cada vez tenemos más cosas y menos tiempo para disfrutarlas (y ordenarlas), los problemas de acumulación hacen que la gente acabe acudiendo a un profesional para retomar el orden. No hace tanto, eran unos pocos los que podían acceder a servicios como un entrenador personal o un personal shopper, y hoy su uso se ha normalizado. Con los organizadores profesionales, pensamos, pasará lo mismo en breve», defiende.

Una profesión dura

Cloti Martinez, una de las fundadoras de la AOPE y responsable de la consultora Reorganizarte, advierte, sin embargo, de «que esta es una profesión complicada, y aún no demasiado conocida, porque pese al boom de Marie Kondo aún tienes que explicar un poco lo que haces. Hay que tener en cuenta además que no es una actividad que te vaya a generar ingresos continuados y regulares. Dependes de muchísimas cosas, como todos los autónomos: saber venderse, buscar los clientes... En general, los organizadores todavía compaginamos esa actividad con otra».

Cloti Martínez, responsable del servicio de asesoría Reorganizarte. ABC

El presidente de AOPE cree que la clave del futuro de esta actividad en España es demostrar que puede ir mucho más allá de la anarquía doméstica. «Uno de nuestros objetivos es que nuestra profesión sea conocida y se entienda las múltiples necesidades que podemos cubrir, no todas relacionadas con casos extremos de desorden y caos (en EE.UU., por ejemplo, lo habitual es buscar a un organizador profesional que ayude en las mudanzas). Asimismo, vemos que hay un amplio target de clientes potenciales, dado que los beneficios que aportan el orden y la organización afectan tanto a nivel particular como en comercios y empresas que busquen ahorro de recursos y tiempo al optimizar sus sistemas de archivo», explica.

Los profesionales de este oficio emergente coinciden en que la empatía es la capacidad indispensable en su trabajo. «Hacen falta buenas dosis de comunicación con el cliente, pero sobre todo de psicología y mucha mano izquierda, porque detrás de los problemas de desorden hay muchas veces situaciones personales que tienes que tratar de entender. El orden físico conlleva siempre una reestructuración mental, un cambio en la mente de la persona a la que se ayuda, y para eso se necesita complicidad y conocer bien al cliente», explica Cloti Martínez. «Se debe tener capacidad de análisis y de síntesis. Pero al mismo tiempo hay que tratar de ser creativos para poder ofrecer soluciones bonitas», añade la organizadora profesional Pía Nieto, autora del libro «Manual para organizar para tu casa», publicado por Almuzara.

Adiós al pasado

Convencer al cliente de desprenderse de determinados objetos en desuso es una de las tareas más complejas del organizador. «Se trata de tomar conciencia de que los problemas de acumulación que llevan al caos y al desorden no suelen estar provocados por falta de espacio, como piensa mucha gente, sino por exceso de pertenencias. Una vez somos conscientes de que más de la mitad de enseres (ropa, utensilios, libros…) que tenemos en casa, no sólo hace tiempo que no los usamos sino que, en muchos casos, ni nos acordábamos que los teníamos, es cuando comienza el proceso de desapego y descarte, básico para vivir en un entorno que nos aporte paz visual e interior», explica Albert Andrés.

Marie Kondo ABC

Martínez, sin embargo, subraya que el minimalismo del que Kondo ha hecho bandera no debe ser un axioma de la profesión. «Lo que hacemos es ordenar y organizar lo que el cliente tiene. Si a este le gusta tener 500 bolsos o 300 americanas porque los usa, adelante, yo no le voy a decir que los tire, aunque sí creo que conviene eliminar las cosas que ya no necesitamos y que generan ruido en torno a nosotros». Nieto coincide en que «cualquier consejo que se dé sobre el orden hay que saber adaptarlo al modo y a las circunstancias de cada uno». Y es que la tipología de clientes y sus necesidades son my variadas. «No siempre hablamos de caos, hay personas que tienen la casa muy bien pero son muy perfeccionistas. O tienen mucho dinero y quieren un vestidor de ensueño», explica Martínez, especializada en el diseño y organización de estas estancias.

La organización, que agrupa a más de cien profesionales del sector, celebra en febrero su tercer congreso, en Madrid

La de organizador es aún una profesion eminentemente femenina (solo dos hombres forman parte de la AOPE) y de formación autodidacta. «No hay nada parecido a una formación reglada en España, aunque ya existe una Escuela del Orden. Y en EE.UU., donde la profesión es muy fuerte, una asociación llamado NAPO ofrece cursos que puedes hacer online», explica Martínez. «Pero debes estar siempre al día y dedicar tiempo a visitar tiendas, exposiciones, leer buenos libros, asistir a cursos, congresos...», añade Nieto. Un esfuerzo formativo continuo para frenar a un fárrago que nunca da tregua.

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