ESPECIAL EMPRESAS CON PROPÓSITO
El modelo económico que responde a la necesidad de cambio de la sociedad
Las empresas de la Economía Social abanderan una forma de entender los negocios sostenibles y «que no deja a nadie atrás»
Las empresas de la Economía Social están a la vanguardia del cambio que reclama la sociedad. Se trata de un modelo empresarial que en España cuenta con más de 43.000 empresas, más de 2,3 millones de empleos, más de 20 millones de personas asociadas y el 10% del PIB. En Europa representa a 2,8 millones de empresas que emplean a 13,6 millones de personas y supone el 8% del PIB europeo. «Es un modelo empresarial que está acelerando los grandes procesos de transformación en Europa, y lo hace con empresas competitivas, presentes en todos los sectores económicos y con un gran compromiso en la sostenibilidad, en la solidaridad, en la igualdad, en la corrección de las desigualdades sociales y territoriales y en la generación de un empleo estable, de calidad e inclusivo. Es una economía que no deja a nadie atrás», explica Juan Antonio Pedreño, presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social, (Cepes), una entidad dinamizadora de esta realidad empresarial en España que agrupa a cooperativas, sociedades laborales, mutualidades, empresas de inserción, centros especiales de empleo, cofradías de pescadores y asociaciones del sector de la discapacidad.
Iniciativa privada
Según recoge la Ley 5/2011 de Economía Social entendemos como tal el conjunto de actividades económicas y empresariales que, en el ámbito privado, llevan a cabo aquellas entidades que persiguen el interés general económico o social, o ambos. Cabe señalar que este modelo ubica a las personas y al planeta en el centro, siendo la actividad empresarial un medio para mejorar el bienestar colectivo.
Este modelo ubica a las personas y al planeta en el centro
Es además participativo y democrático en la toma de decisiones y reinvierte la mayoría de los beneficios para seguir creciendo, creando empleo e implementando objetivos de desarrollo sostenible. Se caracteriza también por implantar los principios de cohesión social, solidaridad, de igualdad de oportunidades, de atender a colectivos en exclusión y de fijar población y contribuir al desarrollo territorial. La Economía Social está comprometida con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, identificada como una de las políticas palancas definidas por el Gobierno de España.
Tal y como destaca el presidente de Cepes, «somos el futuro y parte de la solución para superar la crisis actual y reconstruir nuestras economías y sociedades de una forma mejor: sin dejar a nadie atrás y combatiendo desafíos existenciales para el ser humano como el cambio climático o la desigualdad», añade Pedreño.
Cambio global
Y en ello trabaja Cepes.La entidad, por ejemplo, es uno de los protagonistas del Plan de Impulso de Formación Profesional del Autónomo y la Economía Social presentado el pasado mes de noviembre por la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Dicho plan tiene como objetivo anticiparse a las necesidades formativas de las personas trabajadoras de la Economía Social y establecer las bases de una transformación global, protagonizada por la modernización, la digitalización, impulsada a su vez por los avances en la inteligencia artificial y la robótica. En este nuevo escenario socioeconómico, la sociedad reclama competitividad, pero también valores y empresas que se preocupen por el bienestar de las personas, del medio ambiente, y que contribuyan a construir sociedades más justas y equilibradas, donde se eliminen las desigualdades sociales y territoriales.
Y en este contexto, Juan Antonio Pedreño constata que «la Economía Social, debe ser la palanca del cambio para promover un desarrollo sostenible que no excluya a nadie, un crecimiento económico y una transformación acorde con la Agenda 2030».
Next Generation UE
El Plan Europeo de Recuperación Next Generation EU, con sus distintas herramientas entre las que se encuentra el Instrumento de Recuperación y Resiliencia, juega un papel central. Sumado al presupuesto europeo y a políticas faro de la Unión como el Pacto Verde, la transición digital, el Pilar Social y el Plan de Acción de Economía Social representan una oportunidad histórica, no solo para hacer frente a la crisis actual, sino también para reformar las bases de nuestra economía, abordando las transiciones verde y digital, y garantizando una prosperidad duradera, sostenible y para todas las personas.
«En los próximos tres años (2021-2023) los europeos nos jugamos no solamente la posibilidad dejar la crisis atrás, sino también de reescribir nuestro futuro y decidir qué tipo de economía queremos», apunta Juan Antonio Pedreño. Y para reescribir este futuro, las empresas, la sociedad, las personas trabajadoras, los Gobiernos, los agentes sociales «tenemos el gran reto de ir adaptando la economía y nuestras vidas hacia los nuevos sectores emergentes y formarnos en los empleos del futuro, y todo ello para equilibrar los desajustes que todo esto puede generar en el empleo», puntualiza.
Desde Cepes recuerdan que las personas y las empresas de Economía Social tienen un papel fundamental que debe potenciarse para reforzar su posición en el mercado y también para liberar todo su potencial en línea con las prioridades del Plan de Recuperación y Resiliencia de España para responder a las demandas de Europa.
Abriendo nuevos caminos
La Economía Social, gracias a la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), está desarrollando varios proyectos con los que se pretende sentar las bases para caminar hacia una Transformación Digital y adaptar la formación a los nuevos perfiles profesionales y también analizar las oportunidades laborales de empleo y emprendimiento que supone la Economía Social para los jóvenes. El próximo día 22 de diciembre Cepes presentará públicamente los resultados de estos estudios y la batería de recomendaciones para seguir caminando con garantías hacia el futuro.
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