El ministro alemán de Transporte quiere introducir un freno legal al precio de los combustibles
La inflación y los precios de la energía figuran entre las principales preocupaciones de los alemanes en las encuestas, además de la protección del clima
La tasa de inflación ha ascendido al 4,1% en septiembre, muy presionada por el IVA y por los precios de la energía. El indicador se ha instalado en su punto más alto desde diciembre de 1993, con un valor interanual del 3,9% en agosto, y la culpa la tienen fundamentalmente los precios de la energía, que registran en términos interanuales un crecimiento del 14,3% en septiembre. Especialmente preocupa a los alemanes el precio del gas y de los combustibles, hasta el punto de que amenazan con convertirse en un factor desestabilizador al que el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, quiere plantar cara legislativa al problema ya ha solicitado a los tres partidos que están negociando un acuerdo de coalición de gobierno, socialdemócratas (SPD), Los Verdes y los liberales del FDP, que incluyan en el texto un freno a los precios de las gasolinas. «Cuando los precios toquen los 1,99 euros el litro, el Estado debe actuar. El líder del FDP, Christian Lindner, debería hacer cumplir esto en las conversaciones para una 'alianza semáforo', ha propuesto.
Según la Oficina Federal de Estadística, los costes de la energía aumentaron un 12,6% en agosto en comparación con el año anterior. Respecto a la electricidad, los consumidores tendrán que pagar un 9,3% más que el año pasado. Un hogar promedio, que necesita 4.000 kilovatios hora al año, paga ahora unos 100 euros más, hasta los 1.255 euros. El gasóleo para calefacción aumentó una media del 57% y el combustible un 27%, porcentajes que amenazan con seguir subiendo por el aumento de demanda en los meses de invierno.
Scheuer considera que el futuro gobierno federal está obligado a tomar contramedidas si los precios del combustible son demasiado altos. «Alrededor de dos tercios del precio de la gasolina están influenciados por el Estado con impuestos y aranceles», explica, «por tanto, el Estado debe intervenir a más tardar a un precio de 1,99 euros el litro con impuestos más bajos». «El Estado no debe ser el principal beneficiario de los altos precios de los combustibles», argumenta, y recuerda que el FDP llevaba en su programa electoral y defendió durante la campaña medidas de este tipo. «Esto es exactamente lo que debe hacer cumplir ahora en una coalición semáforo. De lo contrario, perderá credibilidad e indiferencia a las preocupaciones de los ciudadanos», ha retado a los liberales.
La inflación y los precios de la energía figuran entre las principales preocupaciones de los alemanes en las encuestas, además de la protección del clima. Los precios y las cantidades disponibles están llevando a las empresas proveedoras a tomar decisiones sin precedentes La compañía E.On, por ejemplo, que cotiza en Bolsa y sufre el aumento significativo de los precios del gas, anuncia ya en su página web que ha dejado de ofrecer nuevos contratos a clientes privados. Los clientes existentes no se verán afectados, garantiza la compañía, pero no se ve en condiciones de garantizar el suministro a nuevos clientes. «Desafortunadamente, actualmente no podemos ofrecerle ningún producto de gas natural», informa el proveedor en su servicio de contratación, y se limita a asegurar que los clientes existentes no se verán afectados. «Hemos revisado nuestra oferta de productos para nuevos clientes porque tenemos que tener en cuenta el fuerte aumento de los costes de adquisición en nuestros precios», justifica un portavoz.
Los precios al por mayor del gas han subido a máximos históricos en los últimos meses. Según el portal de comparación verivox.de, los costes de gas para un hogar promedio en Alemania, con un consumo anual estimado de 20.000 kilovatios hora, se sitúan en 1.402 euros por año a precios de octubre de 2021, un aumento de alrededor del 28% en solo un año, lo que supone unos 300 euros más. El pasado mes de septiembre, Deutsche Energiepool anunció que había rescindido los contratos de suministro de gas para muchos clientes. EON tuvo que intervenir como proveedor básico responsable y, según su propia información, continúa haciéndolo.
Los expertos atribuyen el rápido aumento de los precios del gas y el petróleo crudo o la gasolina en las últimas semanas a varios factores. La OPEP mantuvo el aumento de la producción de petróleo en 400.000 barriles por día a principios de octubre. Sin embargo, dado el fuerte aumento de la demanda tras la caída relacionada con la pandemia en el último año, esto es menos de lo esperado. El petróleo sigue siendo escaso y, por tanto, caro. En el mercado europeo del gas, las instalaciones de almacenamiento de gas vacías y los trabajos de mantenimiento de la infraestructura han provocado un rápido aumento de los precios. Los buques tanque con gas natural licuado (GNL), que proviene principalmente de EE. UU., se dirigen a Asia en lugar de a Europa, donde se pueden lograr precios aún más altos. Los expertos también consideran que la especulación de los actores del mercado financiero en el mercado del gas es un factor. Los precios de compra del gas natural y la electricidad en el mercado de futuros se han triplicado en los últimos meses. Si el nuevo gasoducto Nord Stream 2 comienza a trabajar, es probable que los precios bajen por el momento , pero la rusa Gazprom cobrará aún más importancia como proveedor de la UE.
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