Miguel Ángel López - CAMINOS DE INNOVACIÓN
El pulso que Europa no puede perder
Nuestras fábricas tienen hoy una gran oportunidad para diferenciarse a través de la inversión en digitalización
La economía mundial atraviesa una fase de clara incertidumbre. Estamos experimentando una desaceleración paulatina motivada por el auge de las barreras comerciales y una desconfianza geopolítica creciente. Este entorno ha puesto en duda la estimación de crecimiento del 2% previsto para España este año. Las previsiones para nuestros vecinos europeos, lejos de mejorar, también languidecen. El Viejo Continente se encuentra en plena encrucijada y debe definir qué papel quiere jugar en los próximos años en el mapa geoestratégico internacional.
Para ello, es necesario empezar a trabajar en fijar prioridades y crear un programa que preserve, promueva e invierta en aspectos como la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Además, España -y Europa- tienen que luchar para alcanzar una posición de liderazgo en las tecnologías digitales. No es imposible. Hace unas semanas, un grupo de empleados de Siemens lanzó el proyecto e-ing3ni@, una plataforma de blockchain para transacciones energéticas entre productores y consumidores domésticos. Su comercialización la llevará Enara, perteneciente al grupo Gnera, y esta nueva iniciativa para comprar y vender energía de forma directa posicionará a la plataforma como un nuevo agente disruptivo en el mercado energético. Además, ya se ha probado un piloto -en el mes de junio- en la planta fotovoltaica Gérgal , en Almería, con un notable éxito. Este ejemplo demuestra que la innovación digital apoyada en nuevas tecnologías es posible si se persigue con ahínco, esfuerzo e ingenio.
En esta carrera hacia el liderazgo en innovación España -y Europa- deben promover una modernización de las leyes de competencia, una política económica exterior coordinada y un marco educacional actualizado. El reto es asentar -de manera urgente- los cimientos que nos permitan estar a la vanguardia de la transformación digital sin olvidarnos de hacerlo siempre bajo los principios de los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible- para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030.
Y es que la digitalización ha irrumpido en todos los sectores. La incorporación de tecnologías como la analítica de datos, el IoT , la realidad aumentada, el gemelo digital, o el blockchain mencionado, están transformando la economía.
Nuestra industria, por ejemplo, debe apostar por la incorporación de estas tecnologías para ganar competitividad. Pese a la incertidumbre, nuestras fábricas tienen hoy una gran oportunidad para diferenciarse a través de la inversión en digitalización. Ya son muchas las que apuestan por digitalizar la gestión de ciclo de vida del producto: desde su concepción inicial, planificación, diseño y fabricación, hasta el servicio y disponibilidad. Esto reduce los costes de fabricación, de ingeniería y el time to market en una media del 20%. No podemos dejar pasar la oportunidad y situar nuestro tejido productivo a la vanguardia, lo que nos permitirá forjar operadores locales líderes en sus sectores. El ejemplo del proyecto e-ing3ni@ es sólo una pequeña gota de agua en un mar de innovación que está a nuestro alrededor. Vivimos en la época del aprovechamiento de los datos, del Internet de las cosas (IoT) y de los dispositivos conectados, pero, como dije antes, esto no debe hacernos olvidar que la economía y el medio ambiente ya nunca más irán separados, puesto que son dos caras de una misma moneda y no se entiende el avance de una sin el respeto al otro. Tenemos que responsabilizarnos de la sostenibilidad y la protección del planeta. Y subirnos al tren de la innovación tecnológica y digital. No es fácil. Pero contamos con el talento y la energía para hacerlo.
Miguel Ángel López es CEO de Siemens España