En el mercado italiano se teme el aumento de capital de Unicredit
En el documento de la ampliación se informa que si no se completa la ampliación, «tendría significativos impactos, hasta comprometer las condiciones para la continuidad empresarial»
Crea temores en el mercado el aumento de capital de Unicredit , el primer banco italiano, con un capital de poco más de 16.000 millones de euros. Tiene previsto recoger en el mercado 13.000 millones de euros, la mayor ampliación jamás realizada en la Bolsa de Milán . Cuando ha comenzado la cuenta atrás para la fecha de la ampliación –seguramente se inicie el próximo lunes y se alargue durante tres semanas-, diversos medios italianos advierten que Unicredit tiene más problemas de los que el mercado había imaginado. Este lunes anunció que el 2016 se cerrará con pérdidas de 11.800 millones de euros, lo que motivó que su cotización cayera fuertemente en la Bolsa de Milán: -5,45 %.
Otros detalles sobre Unicredit han creado inquietud. El documento informativo para la ampliación de capital que describe el estado del banco no es confortador. Se dice que “una adhesión parcial al aumento de capital tendría significativos impactos negativos sobre la situación económica, patrimonial y financiera” de Unicredit, “hasta comprometer las condiciones para la continuidad empresarial”. Además,
En el mismo folleto de información para la ampliación se lee que el Banco Central Europeo (BCE) “ha evidenciado áreas de debilidad” , entre ellos los coeficientes de capital más bajos que sus competidores, el riesgo de crédito y “en particular el elevado nivel de exposiciones deterioradas”. El BCE ha pedido a Unicredit que antes del 28 de febrero presente un plan sobre sus créditos deteriorados, que en total suman 76.000 millones de euros (para 17.700 millones se ha logrado ya un acuerdo).
El problema de los créditos deteriorados no es solo de Italia, aunque este país es el que más lo sufre. Ayer el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el italiano Andrea Enria, ha propuesto crear un “banco malo” comunitario -algo similar a la Sareb establecida en España-, para gestionar un billón de créditos deteriorados, de los cuales más de un cuarto corresponden a Italia.
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