Los mensajes de WhatsApp se consolidan como prueba judicial para las empresas
Las conversaciones en esta red son admisibles en un proceso judicial, pero requieren su ratificación por peritos informáticos y de telecomunicaciones forenses
El uso de sistemas de mensajería en empresas como es WhatsApp están cada vez más presentes, ya sea para que los empleados de una compañía se comuniquen entre ellos o para dar soporte a un cliente, además se constituye como material probatorio de procesos judiciales a la hora por ejemplo reclamar un abuso laboral o una irregularidad por una compra o servicio. Sin embargo, la autenticidad de la mensajería instantánea debe ser demostrada para su admisión en juicio, un trámite delicado que sólo los peritos informáticos especializados en WhatsApp pueden acometer. Según el Laboratorio de Electrónica Forense (LEF), «no es suficiente con presentar las transcripciones literales y las capturas de las conversaciones», pues sólo la «presentación de un dictamen pericial» les otorgan validez judicial.
Cada día se envían 42.000 millones de textos y 1.850 millones de fotos y videos a través de WhatsApp, una aplicación de mensajería que el pasado año superó el 93% de usuarios entre quienes disponen de Smartphone en España, de acuerdo al Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Sin embargo, las actividades delictivas están a la orden del día en los mensajes instantáneos , siendo reconocidos como pruebas en procedimientos penales, al igual que SMS y correos electrónicos.
El artículo 299.2 de la Ley de Enjuiciamento Civil, del 7 de enero de 2000, subraya la aceptación, como elemento probatorio, de los «medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen», incluyendo los i nstrumentos utilizados para almacenar y comunicar dichos medios . Por este motivo los WhatsApp han estado involucrados en procesos de renombre, como el caso Bárcenas, donde las conversaciones intervenidas a este expolítico onubense desembocaron en su ingreso en prisión, o el caso Pistorius, que involucró a un atleta sudafricano cuyos WhatsApp fortalecieron la acusación por el asesinato de Reeve Steemkamp.
Para ser utilizados en juicio, los mensajes de WhatsApp deben reunir una serie de requisitos, y el incumplimiento de algunos de ellos puede conducir sin remedio a su descarte. Así, los WhatsApp deben haberse obtenido de manera legal, presentarse en su totalidad y —lo más importante— deben ser auténticos.
Desde el Laboratorio de Electrónica Forense, con años de experiencia por parte de sus peritos forenses en el peritaje de telecomunicaciones e informática , explican que «las personas creen que es suficiente con presentar las transcripciones literales y las capturas de las conversaciones, o también creen realizar que dichas transcripciones se hagan delante de un fedatario público. Esto es erróneo por varios motivos, debido a que pudieron ser manipuladas y es obligatorio autenticarlas por un perito informático y telecomunicaciones especializado en la materia».
En esencia, «la presentación de un dictamen pericial ante los tribunales es tarea en la que se tiene que demostrar que los mensajes de WhatsApp no han sido manipulados», continúan. Para la ratificación de estas conversaciones, la compañía viguesa se sirve de herramientas empleadas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad , que además les permiten extraer mensajes que han sido removidos de la aplicación, con independencia del dispositivo o sistema utilizado (Android, Apple, Blackberry, Windows Phone).
Desde el inicio de la pandemia los ciberdelitos se han disparado un 59%, según el Centro Cibernético de la Policía Nacional, y un alto porcentaje de ellos se cometen al amparo de la red de mensajería instantánea más utilizada en el mundo, WhatsApp. Del saber hacer de los peritos informáticos depende, hoy más que nunca, que se haga justicia.