McYadra, al salir de clase
La marca especializada en uniformes escolares y deportivos se lanza al nicho de uniformidades para empresas
Diversificar, innovar y evolucionar son verbos que cualquier empresa debe saber conjugar para dar la talla a largo plazo. McYadra, una compañía con más de 35 años de experiencia en fabricación de textil, parece tener bien estudiada esa lección. Desde hace tres décadas conserva una posición de liderazgo en el sector de los uniformes escolares y prendas deportivas. Mantiene convenios de colaboración con las instituciones más representativas de colegios privados y concertados, y presta servicio a 650 colegios y más de 450.000 estudiantes. Con presencia constante en el deporte base, la firma también equipa a numerosos clubes de toda España.
Con sus actividades principales muy consolidadas, ha llegado el momento de abrir nuevas ventanas de oportunidad. Y su apuesta pasa por el sector de las uniformidades de empresa, un nicho que en el pasado ya habían explorado de forma esporádica, pero al que ahora se lanzan activamente.
«Dentro de nuestra estrategia empresarial la diversificación es un elemento clave para mantener un crecimiento sin riesgos. La experiencia y la fortaleza que sentimos tras años de experiencia hacen que nos sintamos seguros para abordar un nuevo mercado que, si bien tiene diferencias, también tiene mucho en común», asegura Roberto Balmaseda, director de Operaciones de la compañía.
Sobre los elementos distintivos que McYadra puede aportar para competir en este nicho de mercado, Balmaseda asegura que «hemos desarrollado un proyecto novedoso en diseños, tipos de tejido, tendencias, aportando un asesoramiento personalizado a cada cliente».
La firma uniforma a 650 colegios y 450.000 estudiantes
El proyecto nace con ambición y con el horizonte de convertirse en refererente en el mercado. Balmaseda destaca que la nueva línea está «arropada» por «grandes profesionales». Además del elquipo de McYadra, «se han incorporado a la empresa personas con experiencia y gran trayectoria en el sector». Yno hay límites en cuanto a los clientes: el objetivo es atender tanto a grandes empresas con un alto nivel de sofisticación en su uniformidad como a pymes con necesidades más estándar.
La flexibilidad en las soluciones es uno de los estandartes de la compañía, que también asegura tener la innovación inscrita en su ADN. Vocación materializada en un Comité de Innovación en el que se involucra toda la plantilla. «Es un grupo permanente de trabajo con representantes de todas las áreas de la empresa, (comercial, tejidos, patronaje, producción, compras…) que nos permite estar conectados a todos los niveles interna y externamente y plantear soluciones integrales hacia nuestros clientes», asegura el director de Operaciones de McYadra.
Tras abrir nuevas vías de negocio, otro gran reto de la compañía pasa ahora por explorar nuevos mercados fuera de España. «Actualmente estamos en pleno desarrollo del proceso de implantación en varios países, nuestro objetivo es crecer a nivel internacional con una filosofía clara de poder ofrecer al menos el mismo nivel que aquí», comenta Balmaseda. Sean geográficas o de línea de negocio, McYadra parece dispuesta a superar fronteras.