Mathilde Lemoine: «Las palabras tienen a veces más impacto que el dinero»
La economista jefe de Edmond de Rothschild destaca que no está preocupada por el Gobierno PSOE-Podemos y celebra que ya hay un Ejecutivo en España
Mathilde Lemoine (Francia, 1969) da la sensación de europeísta convencida, pese a trabajar para un banco suizo. Es economista jefe de Edmond de Rothschild y de ahí le viene la «neutralidad» que desprende en sus palabras. Cauta pero con argumentos, defiende una política monetaria «verde» abanderada ahora por Lagarde en el Banco Central Europeo. Transmite casi como un mantra la necesidad de estabilidad. De ahí que ni siquiera le preocupen las políticas, por ejemplo, del Gobierno PSOE-Unidas Podemos en España.
¿Cómo valora la coalición PSOE-Unidas Podemos?
Sigo de cerca lo ocurrido. La coalición es un buen ejemplo de que todo es posible. Estoy convencido de que la mayoría de los gobiernos españoles son mucho más europeos que los de otros países. Entonces, sean cuales sean sus políticas, es una buena señal para Europa.
¿No importan las políticas?
Soy economista, no política. Como economista, el Gobierno es una buena señal. El repunte de la economía española fue impresionante y la productividad y la competitividad han aumentado. El próximo objetivo debe ser aumentar la inversión en educación, en capital humano, para evitar los bajos salarios, baja productividad... La historia económica de España nos dice que desarrollar el mercado inmobiliario no puede ser una política. La clave es educar a los jóvenes.
La política monetaria de Mario Draghi fue uno de los sustentos de España y muchos otros países ¿Fue el salvador de Europa?
El poder de Draghi provino de su conocimiento del mercado financiero. Creo que fue muy importante entender que el BCE no tenía límite para intervenir. «Whatever it takes», lo que sea necesario. Él entendió el mercado financiero y supo qué decir. Sabía las palabras clave para los inversores. Las palabras clave a veces tienen más impacto que el dinero.
Ahora el mundo afronta nuevas amenazas como el coronavirus, que se une a las tensiones EE.UU.-China. ¿Puede impactar el coronavirus en la guerra comercial?
El primer acuerdo es una victoria para Trump. Mucha gente considera que para China es fácil esperar, debido a su cultura. No podemos esperar para el acuerdo, ha de ser antes de las elecciones en EE.UU. El primer trato comercial ha llegado ya y creo que es la señal de que Donald Trump ha ganado la primera parte de la guerra comercial. Es fácil para Trump tener en cuenta el coronavirus y su impacto en el crecimiento global para posponer o cancelar aranceles. Porque ganó la primera parte del enfrentamiento. Gracias al primer acuerdo comercial, él puede decir que su estrategia funciona; obtuvo el poder para negociar así, también,con la Unión Europea. Si el coronavirus sigue teniendo un impacto negativo en la economía global, Trump podría estar más abierto: no a un segundo acuerdo sino a cancelar algunos aranceles.
¿Será posible ver un acercamiento entre EE.UU. y la UE, en caso de que China continúe sufriendo por el coronavirus?
No. La negociación con la UE es diferente porque el objetivo es diferente. La prueba de esto es que no hay un acuerdo EE.UU.-UE. Desde hace muchos años el problema de la relación comercial entre ambos bloques es la agricultura, el vino, las aceitunas... Además del tema del gas, la venta de gas. El acuerdo con China muestra a Trump que su política ha sido efectiva, ha ganado.
Entonces, ¿sería posible una guerra comercial entre EE.UU. y la UE?
La UE intentará negociar. La Comisión Europea está abierta a ello, tiene ese mandato, y creo que tendrá que hacerlo antes de las elecciones en Estados Unidos. En un contexto de desaceleración global es difícil soportar una caída en las exportaciones a causa de los aranceles. Hay mucha presión sobre la UE; desde España, Francia, Alemania... La presión es realmente fuerte porque la industria del automóvil ya está sufriendo mucho por la disminución de las ventas en China.
¿La reeleción de Trump sería un buen mensaje para los mercados?
Hay dos puntos de vista. Para los inversores, la reforma fiscal de Trump ha impulsado la inversión y ha ayudado a la economía a aumentar su productividad. Es una buena política para el crecimiento potencial. En términos macroeconómicos es más difícil hablar porque tienes que considerar la tendencia a largo plazo. Veo que la reforma fiscal y el empleo tienen un impacto en el crecimiento potencial, aumenta la productividad y, por lo tanto, el PIB per cápita también crece. Sin embargo, el aumento de la desigualdad podría limitar el consumo y, de esta manera, tendría un impacto negativo en EE.UU. y el crecimiento global. Pero, para ser honestos, a corto plazo considero que su política fiscal podría tener un impacto positivo en el crecimiento. Así, la reforma fiscal habría impulsado el crecimiento potencial en un 0,15% anual.
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