Más de medio millón de jóvenes dejaron el país en la última década

La falta de oportunidades ha provocado un éxodo de talento

Los jóvenes, uno de los sectores más castigados por la profunda crisis griega AFP

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Desde el 2008 la sociedad griega ha ido perdiendo a un elevado número de sus jóvenes mejor preparados. Se considera que más de medio millón de griegos han tenido que irse al extranjero para conseguir trabajo al no encontrarlo en el país. La gran mayoría de ellos son universitarios que hablan al menos un idioma extranjero y cuya carrera ha sido pagada por el estado, ya que en Grecia no están reconocidas las universidades privadas y las públicas son gratuitas. Ya un estudio realizado por KPMG sobre el mercado laboral y la inmigración de griegos mostró que el número total de griegos que se fueron en el período 2008-2016 asciende a alrededor de 450.000 . La mayoría eran universitarios y se pudieron enfrentar sin problemas a todos los cambios que supone el trabajar fuera de tu país.

Observando las estadísticas estatales sobre el paro griegas, esta situación se refleja de forma dramática: en julio de 2010 el paro entre los jóvenes de 15-24 años en enero de 2010 era del 29,6% y alcanzó el 50,1% en 2015, reduciéndose al 39,7% en enero de 2019, mientras que el de entre los de 25 y 34 años pasó de un 14,2% a un 31,1% en el 2015 y un 24,2% en enero de 2019. Considerando que el gobierno del partido radical Syriza ha durado de enero del 2015 hasta este mes de julio, la constatación obvia es que el paro en estos dos grupos se ha reducido, pero otros informes muestran que un tercio de quienes han obtenido empleo son pagados con menos de 400 euros brutos al mes. Esto demostraría que se trata de trabajos a tiempo parcial o bien trabajos en los que existe una remuneración en negro y en la mayoría de los casos de personas que o bien no se han decidido a irse a trabajar al extranjero por falta de estudios o por no poder dejar a sus familias. Hay que añadir que el gobierno de Tsipras subió el salario mínimo interprofesional este mes de febrero, pasando de 586 euros brutos mensuales a 650 euros (una subida del 10,92% que supone que los trabajadores cobrarán netos 54 euros mas al mes).

Giro optimista

El dato positivo es que en una encuesta de la compañía Kapa Research que tuvo lugar en junio de 2010 con la pregunta «si tuviera la oportunidad ¿se iría a trabajar fuera de Grecia?», el 73% de los griegos afirmaban que sí, mientras que en septiembre de 2018 ante la misma pregunta hecha por la misma compañía solo contestaban afirmativamente el 39% de los encuestados y uno de cada dos eligía conscientemente quedarse en Grecia. La fecha de la segunda encuesta no era fortuita: el 20 de agosto del año pasado el país dejaba atrás ocho años de rescates y programas de ajustes y recortes de los acreedores, creándose un clima de optimismo ya que la idea vendida por el gobierno era de que dejaría de haber austeridad para continuar la recuperación económica del país. Y esta encuesta tiene un dato optimista: de los jóvenes que se encuentran en el extranjero (la encuesta los encontró en 34 países), el 45% contesta que dentro de diez años querría estar viviendo en Grecia, 4 de cada 10 consigue mandar dinero a sus familias, echan de menos a su familia, amigos y país y 6 de cada 10 visitan Grecia al menos dos veces al año. Y quien piensa en irse ahora al extranjero lo haría para tener mejor calidad de vida, un trabajo mejor y disfrutar de una mejor valoración de sus méritos , algo que es difícil de encontrar en muchas empresas griegas.

«Ojalá se cumplan las promesas de Mitsotakis», dice Sofía Dimitropulu. Trabaja en Londres en una empresa de organización de eventos musicales y no ve el momento de volver a Grecia. «Aquí me contrataron por mi CV , sin enchufes, y ya me han subido el sueldo después de dos años. Me tratan bien y me gusta el trabajo, pero con lo que gano no consigo ahorrar casi nada. Claro que volvería si tuviera un trabajo que me permitiera ser independiente y poder en el futuro crear mi propia familia». Otros no lo ven tan claro: en la Organización Europea para la Investigación Nuclear CERN , en Suiza, trabajan más de 100 científicos griegos de forma permanente y saben que el nivel de trabajo y salario que tienen nunca podrán encontrarlo en Grecia. Eso sí, otros 150 físicos e ingenieros de universidades y centros de investigación griegos colaboran a distancia con el organismo.

No existe estadística oficial sobre en qué país trabajan los griegos en el extranjero, ya que no se puede votar si no se está en el país. Pero se considera que la mitad lo hacen en la UE y el resto sobre todo en los cercanos países árabes, y estos saben que no se quedarán muchos años ahí. «Gano mucho y puedo ahorrar, espero estar de vuelta en Grecia con los míos dentro de cinco años», dice Anthi Pappás. Trabajaba en Atenas para una multinacional que le hizo una magnifica oferta para ir a Dubai. Su marido lo dejó todo para acompañarla y ahora ha abierto una panadería ahí. Sus padres les acompañan para ocuparse de sus dos hijos. «Es un proyecto familiar: sin la ayuda de los míos no aguantaría aquí. Ellos con su pensión recortada tampoco podrían sobrevivir. Todos juntos podemos, y nos volveremos a Grecia».

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