Más allá del VAR: ¿la inteligencia artificial repartirá justicia en el deporte?
El uso de esta tecnología en la valoración de los ejercicios de gimnasia o patinaje abre una nueva era en las competiciones, marcadas, a veces por polémicas, pueden ayudar a los jueces o incluso sustituirlos en el futuro
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El deporte es pasión, y la pasión a veces ciega. Y ni siquiera la tecnología ayuda a abrir del todo los ojos. En el fútbol, el VAR sigue alimentado acalorados debates de sobremesa sobre si había contacto en ese penalti decisivo o el delantero hizo el papel de su vida y se dejó caer. Nunca será fácil, pero la innovación sigue intentado buscar respuestas objetivas para que gane casi siempre el mejor. Otra fuente recurrente de polémica (factores geopolíticos, simpatías con el país anfitrión...) y un ejemplo arquetípico de la dificultad de impartir justicia en el deporte son las disciplinas en las que los jueces deben evaluar la actuación de los competidores, como la gimnasia, el patinaje o el esquí ‘freestyle’. Un terreno en el que la tecnología puede ayudar a clarificar las decisiones.
Fujitsu, por ejemplo, ha desarrollado un sistema de soporte que usa sensores 3D que capturan el movimiento del deportista y lo traducen a datos que son analizados mediante IA que reconoce la postura, los gestos técnicos o el tipo de movimiento que está llevando a cabo. Una solución que ya se aplicó de forma exitosa en el campeonato Mundial de gimnasia artística de 2019 en Alemania, un hito en el que Fujitsu trabajó mano a mano con la Federación Internacional de Gimnasia (FIG). Esta tecnología ha seguido evolucionando y se aplicará de pleno en los juegos de París de 2024.
Eva Marín, directora de los comités de la Federación Madrileña de Gimnasia (FMG) de Gimnasia Trampolín, Acrobática y Aeróbica considera que «como gimnastas, puede ser positivo ya que serían notas objetivas, pero se perdería la esencia de realizar un ejercicio ante personas, y no ante máquinas».
La tecnología de soporte usado normalmente en gimnasia artística por el jurado es el Sistema de Control y Reproducción Instantánea (IRCOS), una reproducción de vídeo utilizado por la Federación Internacional de Gimmasia desde el Campeonato Mundial de 2005. Ahora se unirá una herramienta de IA. «Uno de los mayores avances técnicos en este deporte en década», apunta la FIG.
El presidente de la FIG, Morinari Watanabe , apuntaba que«los deportistas dedican su juventud a este deporte, que también les da sueños. No podemos aceptar que todos esos años de duro esfuerzo puedan ser destruidos por un error a la hora de juzgar su competición». El potencial no es solo a nivel tecnológico, ya que los datos proporcionados pueden ayudar a mejorar los movimientos de los deportistas o reducir lesiones.
Marta Senra, técnico especialista ISU (la federación internacional de patinaje sobre hielo) , aclara cómo se evalúan los programas en este deporte. En primer lugar, un panel e valúa los aspectos puramente técnicos del ejercicio; posteriormente los jueces otorgan la puntuación definitiva en función de esos baremos técnicos, pero añadiendo además los componentes artísticos de esta disciplina, como la coreografía y la interpretación. Senra explica que, a día de hoy, se aplica «el sistema de puntuación ISU de la Federación internacional del patinaje, que es quien lo regula. Y la tecnología que se utiliza es un sistema de vídeo en ‘slow motion’».
Sin embargo, la experta reconoce que la nueva tecnología con inteligencia artificial «sería una ayuda en la forma de entrenar, permitiría afinar más y ayudaría al panel técnico». Senra insiste en que los jueces basan sus evaluaciones en un criterio uniforme, pero no deja de haber un componente subjetivo. «No hay un crono como en atletismo donde lo importante es correr más rápido o saltar más alto. La tecnología tiene que venir a ayudar en aquellos deportes con aspectos puramente medibles, donde puede incluso ser decisiva y llegar a sustituir la labor de los jurados. Pero en el patinaje es más complicado eliminar el componente humano porque se perdería el impacto emocional que genera una representación, y esa emocionalidad no es trasladable a ese sistema tecnológico», afirma.
Doble filo
Frente a lo humano en la tecnología, Francisco García-Muro, director del máster de biomecánica deportiva de la Universidad San Pablo CEU , explica que toda la instrumentalización en el mundo del deporte intenta quitar las subjetividades, y diversas empresas han intentado desarrollar sistemas de soporte: «Pasa desde hace tiempo, desde el ojo de halcón en el tenis que nos dice si la bola entra o no o con el polémico VAR. Y ahora con las posibilidades del ‘big data’, ‘machine learning’ y la IA hay todo un mundo que está llegando ».
García-Muro explica que la «tecnología podría transformar la forma de entrenar» o algunos hábitos hasta ahora habituales en la práctica deportiva. «Hay menos futbolistas que se dejan caer en el área porque es más fácil descubrir que se han tirado». Cree que innovaciones como las de Fujitsu podrían usarse para que los deportistas tuvieran «una prevaloración de cómo les va a ir en una competición». Pero señala que este tipo de tecnología avanzada señala también puede crear desigualdad: «La Federación española de atletismo es más fuerte que la Federación de Ghana, pero pueden darse acuerdos con empresas para que sea más asequible, además una vez entra esta tecnología en el mercado bajan los precios».
En cuanto a las implicaciones a largo plazo, el profesor de la Universidad San Pablo CEU estima que «la inteligencia artificial va a tomar decisiones liberadas de temas geopolíticos o del país anfitrión que pueden declinar la balanza. Se centra solo en el deporte, pero recordemos que esas máquinas están programadas por seres humanos y por tanto pueden también tener sesgos. Toda tecnología es un arma de doble filo porque supone una mayor exigencia al deportista y puede darse un mundo de cambios insospechados en el futuro», concluye.
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