Los tiempos están cambiando

«Creo que los ciudadanos no aceptarán que las cosas continúen como estaban antes de la crisis»

Martin Gilbert

Hace unos días, la letra original manuscrita de Bob Dylan para «The Times They Are A-Changin’» salió a la venta por 2,2 millones de dólares. Nunca la canción de Dylan ha parecido más relevante. Mientras luchamos contra el Covid-19, no hay duda de que vivimos tiempos sin precedentes. Tras semanas de confinamiento todos estamos cansados de oír hablar de la «nueva normalidad», una expresión muy generalizada porque está claro que los tiempos están cambiando. Y, si miramos más allá, podemos ver la estructura de una sociedad muy diferente.

Las economías de toda Europa se enfrentan a recesiones muy profundas. Aunque es difícil de cuantificar, el ASI Research Institute prevé una contracción de la economía de la zona euro de un 25% el primer semestre de 2020. Además, es probable que la recuperación a partir de la segunda mitad del año sea lenta. Es cierto que las economías europeas que han podido controlar el virus más rápidamente, como Alemania, deberían experimentar recesiones menos profundas y recuperaciones más rápidas, al contrario que aquellas que han sufrido los mayores brotes, como Italia, España o Reino Unido.

Dicho esto, más allá del impacto económico inmediato, creo que los ciudadanos no aceptarán que las cosas continúen como estaban antes de la crisis. Esto es particularmente acertado en lo que respecta al medio ambiente. Una de las opiniones más firmes que tenemos sobre los posibles impactos de la pandemia es que este factor actuará como un acelerador de muchas de las tendencias económicas, de mercado y sociales existentes. El programa medioambiental es transversal a todas ellas. Estaba en mente antes de esta crisis y lo estará aún más después de ella.

Con tantas industrias y transportes paralizados en las últimas semanas hemos podido ver cielos más azules y un aire más limpio. Sin embargo, se trata de algo temporal. Nuestras economías pueden haberse detenido, pero el cambio climático que ha provocado el hombre continúa. En EE.UU. , por ejemplo, se está produciendo una gran sequía, agudizada por las emisiones de gases de efecto invernadero, según los científicos. Una vez salgamos del confinamiento espero que la población esté más abierta a una cuidadosa evaluación del impacto que nuestros estilos de vida están teniendo en nuestro planeta, y que estén más dispuestos a mitigarlo. Seguimos viendo el daño que estamos haciendo al medio ambiente, pero también vemos el aire puro que el actual encierro ha permitido que se disfrute en ciudades desde Pekín a Delhi . Los habitantes de estos lugares exigirán más. Como dijo Dylan: «Vengan senadores, congresistas, por favor atiendan el llamamiento, no se paren en la puerta, no bloqueen el pasillo».

Mientras tanto, los hábitos de trabajo se han modificado, y algunos de estos cambios pueden convertirse en permanentes. Las videoconferencias han mejorado la capacidad de los equipos para trabajar eficazmente desde casa. Esto puede llevar a las empresas a replantearse la cantidad de viajes que pagan, tanto por motivos presupuestarios como ambientales.

Para los inversores, toda esta situación exige una mayor atención a la «inversión de impacto» y a las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) . Nuestro papel es animar a las compañías a acelerar el cambio positivo. Y también tenemos que pedirles cuentas. Mientras que muchas compañías han respondido de manera admirable a la crisis, otras se han mostrado reacias. Los trabajadores de Amazon se han declarado en huelga en protesta por las condiciones de peligro, y el maltrato a los empleados ha pasado a un primer plano en otros lugares.

Si la canción más conocida de Dylan quiere decir algo, no es otra cosa que una advertencia: «Mejor que empieces a nadar o te hundirás como una piedra». Para las empresas, la crisis del coronavirus subraya la importancia de nadar a favor de la marea ESG. Y los inversores tienen un papel crucial en la exigencia de altos estándares. Mientras esperamos ver cómo será la vida después del confinamiento, todos debemos recordar que hay que hacer lo que debemos para cambiar con los tiempos. Cuídense .

Martin Gilbert es presidente de Aberdeen Standard Investments

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