Tras la salida de Jordi Sevilla, futuro de alto voltaje para REE

Para los fondos sentados en el consejo el cambio de presidencia supondrá no solo un retraso en la revisión estratégica de la compañía, sino prácticamente «la muerte» de los planes lanzados por Sevilla, que desde el minuto uno no gustaron nada a Ribera

Jordi Sevilla ABC
María Jesús Pérez

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Con Jordi Sevilla ya fuera de servicio, ahora el gran debate se centrará no precisamente en quién será el elegido (¿elegida? ya adelanté que sonaba para el puesto, entre otras, la experta en el sector energético Natalia Fabra , hija de Jorge Fabra , exdirector de REE y exconsejero de la Comisión Nacional de la Energía ) para sustituirle al frente de Red Eléctrica, sino sobre todo en el problemón que supondrá la descapitalización del operador del sistema eléctrico en favor de los planes del Gobierno de Pedro Sánchez . Pero, sobre todo, de los de su ministra del ramo en cuestión, en la que confía al 100% –de hecho no apoyó a Sevilla en las tirantes relaciones con ella– y a la que por ello nombró vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera , bajo el más absoluto secreto sumarial incluso para el que fue nombrado como segundo, Pablo Iglesias .

Tanto es así, que a muchos analistas del sector no les ha extrañado para nada la «huida» de Sevilla, a pesar de haber ocupado una de las sillas presidenciales mejor pagadas de entre todas las empresas estratégicas que aún están, en mayor o menor medida, bajo el paraguas del Estado español. Desde luego, la idea de dejar a la compañía, como quien dice, «hecha unos zorros» en un futuro nada lejano, no es plato de buen gusto para ningún buen gestor que se debe a sus empleados, accionistas y bonistas. Y en esas estaba precisamente Sevilla cuando dio un golpe en la mesa y dijo «basta» a las descaradas incursiones en su gestión de la «vice» y ministra de Transición Ecológica .

No olvidemos que en la compañía cotizada el Estado participa en un 20% a través de la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI) y el resto está en manos privadas, fondos del calibre de BlackRock o Fidelity . Por tanto, la postura del ya expresidente de la compañía era la correcta. Obligado es recordar además que el Ministerio solo tiene competencias sobre el negocio eléctrico nacional. Nada más. El resto, es decisión de los accionistas. Públicos y privados –estos últimos, mayoría– representados por el consejo de administración, donde hay solo tres miembros de SEPI (consejeros dominicales), y el resto «independientes» (siete más el presidente y el consejero delegado, Roberto García ). Y son estos siete nombres (más el CEO, nombrado por cierto por el propio Sevilla , hecho que también le enfrentó a la ministra que quería «imponer» a otra persona) precisamente los que defienden la gestión del expresidente, a sabiendas de que Ribera , desde su cargo, es «reguladora» de la actividad eléctrica, pero no puede tampoco representar al accionista –ni siquiera a la parte pública– en la toma de decisiones de la empresa (¡«juez y parte» para variar!) ni, además, saltarse el gobierno corporativo, ejerciendo funciones ejecutivas únicas del consejero delegado.

Ahora, los accionistas privados –los fondos, que no se andan con chiquitas porque rinden pleitesía absoluta al «rentismo»– se sienten con la razón de ir a por todas. Aún hay tiempo para recurrir la decisión de las circulares que recortan la retribución que recibe REE por su actividad de transportista de electricidad. La compañía tiene hasta el 19 de febrero para hacerlo, si no lo hace, el consejo de administración del operador puede ser denunciado por los accionistas privados, por no sentir defendidos sus intereses.

Una situación de futuro nada halagüeña–temen los propios fondos– que podría empeorar más si cabe si uno de los actuales consejeros del organismo que votó a favor de los polémicos recortes a las retribuciones a las eléctricas, Mariano Bacigalupo –marido de la ministra Riber a – logra su objetivo más inmediato, extendido ya por doquier: sustituir en el cargo al presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada , cuyo mandato venció en septiembre pasado, pero en interinidad por la convocatoria de elecciones y el Gobierno en funciones de Sánchez .

Para los fondos sentados en el consejo de REE, el cambio de presidencia también supondrá no ya solo un retraso en la revisión estratégica de la compañía, sino prácticamente «la muerte» de los planes lanzados por Sevilla , que desde el minuto uno no gustaron nada a Ribera . Una propuesta que consistía en compensar la previsión de caída brutal de ingresos derivada de las modificaciones del sistema de retribución de la electricidad, con un programa muy riguroso de inversiones, internacionalización y apuesta tecnológica.

Ahora –explican– queda pendiente una revisión de ese plan para afrontar los nuevos retos, como la integración masiva de renovables a la red, la desconexión y desguace de centrales de carbón y nucleares y la integración de las electrolineras para atender las recargas del coche eléctrico. Todo al servicio de los deseos de la ministra. ¿Y dice que nunca existió ni ejerció injerencia en la gestión de REE ?

Y a todo esto, ¿dónde están los expertos asesores en materia de gobierno corporativo? Una vez más, parece que no tienen nada que decir. Un colectivo muy amplio, y además muy bien pagado, que no ha salido a denunciar lo ocurrido en muchas de las grandes compañías españolas con la reputación en entredicho en los últimos tiempos.

¿Creen pues que se pronunciarán respecto a lo acontecido en Red Eléctrica ? Deberían. Estamos ante un ataque frontal a las normas del «buen hacer» empresarial y a la tan cacareada redefinición de los objetivos del llamado «corporate governance» para lograr un nuevo modelo de comportamiento de los futuros y nuevos líderes. Pero, ni dicen nada de lo acontecido, por ejemplo, entorno a las relaciones del excomisario José Manuel Villarejo con algunas grandes empresas del Ibex-35 ni dicen ahora nada de las descaradas injerencias políticas de la vicepresidenta en la gestión del operador del sistema eléctrico como si de un departamento más de su Ministerio se tratara. Entonces, ¿existe o no existe el gobierno corporativo? ¿Es una burbuja sacacuartos más? De momento, futuro de alto voltaje para REE .

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