Telefónica, el valor de una empresa estratégica
Ahora, con una guerra híbrida de tomo y lomo desangrando al mundo, con un difícil arreglo, intuimos la relevancia crítica de la seguridad de nuestras redes
Los resultados de Telefónica demuestran el verdadero valor de una gran compañía estratégica, que es algo bien distinto del precio. Durante lo más crudo del crudo invierno de la pandemia ciudadanos y empresas pudieron comprobar la importancia de disponer de un operador multinacional de primer nivel con sede en España. ¿Imaginan cómo hubiera sido todo sin Telefónica?
Ahora, con una guerra híbrida de tomo y lomo desangrando al mundo, con un difícil arreglo, intuimos la relevancia crítica de la seguridad de nuestras redes. Ya no basta con que funcionen sino que, además, necesitamos que la seguridad quede garantizada para la buena gestión de los intereses de todo un país. Telefónica anuncia un beneficio de más de 8.000 millones de euros y en la compañía, su presi, dice sentirse cómodo con el cambio al dividendo en efectivo, abonando 0,30 euros por acción, razón más que suficiente para que sus accionistas tengan en mente no solo mantener sino aumentar su participación.
Tener compañías bandera así en nuestro tejido corporativo nacional no tiene precio. A ver si se enteran los políticos de una vez por todas y no meten la patita –más bien la mano– donde no deben.