El BCE llama al Consejo Europeo a lanzar «una señal al mundo»

Su presidenta, Christine Lagarde, ha aprovechado para hacer un balance muy positivo de las medidas tomadas hasta ahora por el emisor europeo para lidiar con la parálisis económica forzada por la pandemia

La presidenta del BCE, Christine Lagarde REUTERS

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Anodina, la reunión de julio del Consejo del BCE, que solo podía «esperar y ver». Su presidenta, Christine Lagarde, ha aprovechado para hacer un balance muy positivo de las medidas tomadas hasta ahora por el emisor europeo para lidiar con la parálisis económica forzada por la pandemia, decretando una especie de éxito preliminar a la espera de que el Consejo Europeo dé ahora los pasos necesarios para hacer realidad el Fondo de Reconstrucción.

«Tanto la presidencia del Consejo como de la Comisión, y por supuesto la presidencia por turno alemana, están aportando grandes expectativas y esperanzas. Les deseo mucho éxito», ha dicho, «a menudo se da el caso de que en Bruselas las cosas necesitan tiempo. Las negociaciones consumen una gran cantidad de tiempo y de energía. Yo tengo la sensación de que muchos líderes se dan perfecta cuenta de la importancia de no perder el tiempo ahora y de la necesidad de dar una señal a los europe0s, una señal a los inversores y una señal al mundo. La señal de que hay una elevado grado de consenso y de determinación para invertir juntos, para recuperarse juntos y de ayudarse los unos a los otros. Y que eso puede ser demostrado con una gran acuerdo, un acuerdo ambicioso, flexible pero pensando en el largo plazo».

Lagarde, en su discurso, sugirió que el BCE ya ha hecho su parte. Con 1,35 billones en compras de activos a realizar antes de junio de 2021, reiteró no obstante que hará todo lo que tenga que hacer para mantener la Eurozona y el euro y, de hecho, el mercado prevé que lleguen más estímulos en septiembre u octubre. «Lo que hemos hecho hasta ahora ha funcionado bien» , anotó, satisfecha, tras informar que la actividad en la zona euro ha mejorado significativamente en mayo y junio, aunque todavía claramente por debajo del nivel prepandemia.

La pérdida de empleos y disminución de ingresos, junto a la incertidumbre generada, mantienen su efecto en el consumo y la inversión, por lo que l a política de impulsos «sigue siendo necesaria». Lagarde ha explicado que las decisiones del BCE tienen dos funciones: evitar el riesgo de fragmentación del mercado y paliar la contracción. Y a pesar de que no todo el potencial de sus instrumentos está siendo utilizada por los destinatarios de las medidas y de la reducción del ritmo de la compra de deuda en las últimas semanas, está convencida de que «la segunda función, la de responder al shock, sigue siendo muy necesaria» . La rentabilidad de los bonos soberanos y de la deuda corporativa ha bajado y los precios de las acciones han subido, pero «todavía no estamos donde estábamos antes de la pandemia», es su justificación.

Enfrentada a la realidad, Lagarde constata que hay países que ya están remontando y otros que no han terminado de caer. «Pero antes del coronavirus ya había divergencias», alega, «el riesgo de divergencia persiste y por eso es prioritario ayudar a los países más afectados y sobre todo ocuparse de que las inversiones tengan lugar en los sectores que ya se estaban remodelando, para crear así una base paneuropea común de futuro».

Tras admitir que después de la crisis el mapa económico global será diferente, Lagarde es capaz de tranquilizar diciendo que «si miramos nuestro entorno, estamos situados en un buen puesto» . Incluso para el sector de la banca tiene buenas palabras. «Los bancos están ahora mejor capitalizados que en la anterior crisis, son ahora más fuertes», da palmaditas en la espalda del sector, pero se muestra más dura con los gobiernos, a los que advierte, por ejemplo, que eliminen gradualmente las garantías corporativas para evitar el llamado «efecto acantilado» de un cambio repentino.

Los rendimientos de los bonos de algunos estados siguen siendo más altos que antes de que estallara la crisis, dice también Lagarde. Por lo tanto, deben pagar tasas de interés más altas. Y se felicita por lo conseguido hasta ahora. «Llegamos a la conclusión de que estamos bien posicionados con las medidas existentes », resume, segura de que el sistema de niveles (las exenciones para los bancos de intereses negativos sobre depósitos con el BCE) ha funcionado muy bien y desvelando que «no hemos discutido una expansión».

«Las desviaciones de la clave de capital son parte de la flexibilidad» , ha explicado a los mercados. El BCE no permitirá que la convergencia en esta clave, que ocurrirá, se interponga en el camino de la efectividad de la política monetaria. Seguriá realizando compras de manera flexible para asegurar la correcta transmisión de su política monetaria y reforzando su política ultraexpansiva., pero con la esperanza de que el Consejo Europeo haga pronto su parte del trabajo.

Noticias relacionadas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación