¿Por qué se manifiestan los taxistas?

El sector, que reclama que las plataformas de transporte entre particulares tengan las mismas restricciones, se ha topado con la oposición de ciertas instituciones

REUTERS

G.GINÉS

Miles de taxistas se movilizan hoy para defender su profesión. Representantes de toda España colapsan Madrid durante dos horas para protestar contra la posible desregulación del transporte. El sector, que ha perdido un buen número de clientes en los últimos años, inicia su marcha en la Plaza de Colón y termina en la sede de la CNMC, la institución a la que dirigen sus protestas.

Las protestas del taxi vienen de largo. El pasado mes de septiembre ya hubo movilizaciones en ciudades como Málaga o Córdoba que buscaban una legislación contundente. En noviembre, el Gobierno respondió a sus demandas aprobando un Real Decreto que modifica el Reglamento de la Ley de ordenación de los transportes terrestres sobre arrendamiento de los vehículos con conductor (ROTT) y añadiendo más «seguridad jurídica» a la industria. La nueva norma limitó la liberalización de las licencias de conducción de vehículo (VTC), estableciendo una proporción de una licencia a nuevas plataformas ( Uber, Cabify ...) por cada treinta otorgadas al taxi. La situación, sin embargo, podría modificarse en breve.

El taxi esperó más de dos años para que este Real Decreto fuera aprobado. La CNMC, en cambio, tardó tan solo tres meses en pedir que este fuera abolido. Incluso amenazó al Ejecutivo con llevarlo a los tribunales por vulnerar la competencia del sector . La posición de la institución presidida por Marín Quemada es que «no se puede poner puertas al campo» y que debe existir un reglamento que permita operar a todos las compañías del sector. Las reglas del juego que reclama el taxi, pero con un enfoque totalmente distinto.

Mientras el sector considera que las compañías colaborativas deben contar con las mismas restricciones de seguridad e impuestos que tiene la industria tradicional, la CNMC pide que estas sean, al menos, suavizadas. Este es el principal motivo por el cual los taxistas de toda España se han movilizado en Madrid. En su opinión, la posición de Competencia está condicionada por «multinacionales» y «lobbies» que pretenden cambiar a su antojo la explotación de un servicio público.

Un «monstruo» para el taxi

Las declaraciones han subido de tono en las últimas semanas. Marín Quemada se justificó asegurando que su objetivo era modernizar el sector «sin filias y sin fobias ». Por su parte, Miguel Ángel Leal, presidente de la patronal del taxi (Fedetaxi), respondió afirmando que Competencia era un «monstruo» que actuaba con intereses ocultos y de manera «caciquista».

Y mientras tanto, las plataformas de transporte entre particulares se multiplican y continúan su avances. Si bien es cierto que Uber, uno de los principales implicados en el asunto, está parcialmente suspendida en España, otras compañías mantienen su actividad. E incluso son ratificadas en los juzgados , como el caso de BlaBlaCar. Para frenar esta sangría de clientes y beneficios, el taxi ha buscado nuevas fórmulas. La última, proponer al nuevo Gobierno la utilización de matrículas azules para diferenciar su servicio.

El taxi se echa a la calle para denunciar lo que en su opinión representa un abuso de las instituciones. En juego, según sus propias estimaciones, se encuentra el futuro de 100.000 familias que dependen de un sector tradicional en España.

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