Mallorca e Ibiza, unidas por el cable submarino en corriente alterna más largo del mundo

REE ha invertido 225 millones de euros en esta conexión que entró ayer en funcionamiento

Trabajos submarinos para el tendido del cable REE

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La conexión eléctrica que une la bahía de Santa Ponça (Mallorca) con la de Talamanca (Ibiza), que es el cable submarino trifásico en corriente alterna más largo del mundo, entró en funcionamiento ayer, por lo que Ibiza deja de estar aislada energéticamente.

REE, propietario y gestor del sistema eléctrico nacional, ha invertido 225 millones de euros en esta infraestructura, la cual, generará unos ahorros de entre 20 y 30 millones de euros, según confirmó el director de operaciones en España de REE.

Esta interconexión consta de un doble enlace submarino de 132 kilovoltios (kV) en corriente alterna. Con una longitud de 126 kilómetros, tiene dos cables tripolares con fibra óptica integrada . Se trata de un proyecto pionero y de un reto tecnológico del máximo nivel, ya que el tramo submarino del enlace, de 118 kilómetros, será el más largo del mundo en corriente alterna y el más profundo dentro de su categoría, al discurrir por fondos marinos de hasta 800 metros.

El conseller balear de Energía, Marc Pons, ha anunciado que la comisión de Medio Ambiente de Baleares ya se está tramitando la autorización para la desmantelamiento de las turbinas de fueloil de la central eléctrica de Ibiza , por lo que la energía que se producirá en la isla será únicamente con gas natural y se dejarán de generar 79 MW de potencia con fuel, informa Efe.

El buque «Giulio Verne» extiende el cable eléctrico bajo las aguas del mar REE

Proyecto Rómulo

El enlace eléctrico entre la península Ibérica y las islas Baleares, conocido como proyecto Rómulo, entró en funcionamiento en agosto de 2012 y fue la primera interconexión submarina de transporte en corriente continua que existe en España.

Esta conexión representa una de las mayores inversiones llevadas a cabo por REE en un único proyecto (420 millones de euros) y su desarrollo fue un hito de referencia mundial por su singularidad y complejidad técnica.

Es una conexión submarina de alta tensión de ±250 kV, compuesta por tres cables (uno de retorno) de 237 kilómetros de longitud entre Morvedre, en Sagunto (Valencia), y Santa Ponsa, en Calviá (Mallorca). Su profundidad máxima es de 1.485 metros . El posicionamiento de los cables en el fondo del mar se realizó mediante un vehículo de control remoto para garantizar su correcta colocación en el lecho marino.

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