Lufthansa: «El 2020 ha sido el peor año de nuestra vida»
La aerolínea alemana no espera recuperación hasta mediados de década
Frente al beneficio de 1.213 millones de euros de 2019, Lufthansa tuvo en 2020 una pérdida neta atribuida récord de 6.725 millones de euros. Carsten Spohr , su consejero delegado, no ha restado ni un ápice de dramatismo a las cifras del año pasado, que ha calificado como «nuestro peor año», con una pérdida operativa de 7.353 millones de euros frente al beneficio de 1.857 millones de euros de 2019 y una facturación de 13.589 millones de euros, un 63% menos. «El año más difícil de nuestra historia, tanto para la empresa como para nuestros clientes, empleados y accionistas», ha explicado, para añadir a continuación: «Un desplome único de la demanda del tráfico aéreo» .
El grupo Lufthansa tenía a finales de diciembre de 2020 liquidez por valor de unos 10.600 millones de euros. Hasta finales de año y tras recortar 31.000 empleos, pasando de 141.000 a 110.000, utilizó ayudas estatales por valor de unos 3.300 millones de euros, de los que ya ha devuelto 1.000 millones. Como el resto del sector de las aerolíneas, el consejero delegado de Lufthansa se aferra a que ahora «las pruebas digitales de vacunaciones y de test, reconocidas internacionalmente, deben sustituir a las prohibiciones de viajes y las cuarentenas para que los ciudadanos puedan visitar a las familias y a los amigos, reunirse con socios o conocer otros países y culturas». En 2020, incluidas sus filiales Swiss, Austrian, Brussels Airlines y Eurowings, el grupo Lufthansa operó solamente al 31% de su capacidad total.
Spohr ha sugerido además que esta crisis sin precedentes acelera el proceso de transformación de Lufthansa y prevé que 2021 será un año de ajuste y de modernización en el que también tendrá pérdidas operativas, pero no comparables a las de 2020. Espera alcanzar este año entre el 40% y el 50% de la oferta previa a la pandemia. Spohr no ha regalado nada a los oídos de los accionistas y ha perfilado un larguísimo camino por delante hacia la recuperación. No prevé regresar al 90% de la oferta de 2019 hasta «mediados de década» .
El último año vivido por las aerolíneas de todo el mundo será seguramente estudiado en los libros de texto del futuro. Cuando las fronteras fueron cerradas, de un día para otro, la compañía se vio ante una situación de bloqueo sin precedentes. El Gobierno alemán acudió al rescate con 9.000 millones de euros de liquidez a cambio de un 25% de la participación, mientras la empresa llevaba a cabo un servicio público impagable, repatriar a las decenas de miles de alemanes que se habían quedado atrapados en los más peregrinos puntos del planeta en vuelos no rentables, pero necesarios.
Actualmente, un año después, Lufthansa está utilizando alrededor del 20% de su capacidad y no cuenta con muchas mejoras en los próximos meses, a pesar de que los gobiernos se esfuerzan por ir retirando restricciones. Las experiencias pasadas de reapertura veraniega y los consiguientes aumentos de contagios inducen a políticas más conservadoras. Todavía están en el aire 10.000 empleos más , según ha reconocido el directivo, que ha firmado acuerdos con los sindicatos de pilotos y personal de tierra para evitar despidos hasta marzo de 2022. A cambio, los pilotos han aceptado modificaciones extraordinarias en los horarios de trabajo de los vuelos cortos y el aplazamiento de cualquier aumento salarial. El personal de tierra, por su parte, ha renunciado a bonificaciones y aumentos de sueldo. Para atravesar este desierto, Lufthansa se encuentra además inmersa en un programa de reducción de su flota, que pasará de los 800 aviones de 2019 a solo 650 en 2023.
La dirección de Lufthansa, en línea con las previsiones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) , que representa a 290 aerolíneas de todo el mundo, no cuenta con una recuperación del tráfico global de pasajeros en forma de 'V', sino con una progresión lenta y sostenida. Según sus previsiones, en 2021 el tráfico alcanzará entre el 33% y el 38% de los niveles registrados en 2019.
Los accionistas, sin embargo, están volviendo a comprar desde enero. La acción de Lufthansa abandonó su máximo de 31,26 euros en enero de 2018 y cayó en abril de 2020 a un mínimo de 7,01 euros. El pasado enero, sin embargo, se rompió la tendencia bajista y se mueve en el entorno de los 12 euros, con la esperanza de llegar a las 14,5 euros en otoño. En lo que va de año, los títulos de Lufthansa han recuperado un 18,22%, siguiendo la misma tendencia que el resto de las aerolíneas europeas: Air France , un 8,95%, ICAG , un 35,48%... Las 14 mayores compañías aéreas acumulan desde enero una ganancia en Bolsa de 38.885 millones de dólares y vuelven a resultar un valor atractivo.
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