López Obrador carga contra Iberdrola y Repsol y las acusa de «saqueo y corrupción»
Las señala «por saquear México impunemente» y dice que «deberían de ofrecer una disculpa»
Los empresarios españoles avisan: «México se va convertir en Venezuela»
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no le tembló el pulso para señalar directamente a constructoras y bancos españoles desde su Mañanera a los que culpa de «promiscuidad económica» en sintonía con administraciones anteriores y, según sus palabras, «México se llevó la peor parte». El presidente tilda a las energéticas españolas de «saquear el país impunemente». Una de cal y otra de arena que otorga el mandatario mexicano al empresariado español, considerado el segundo inversor en el país: «Deberían ofrecer hasta disculpa, no lo han hecho, no importa, pero vamos a entrar en una etapa nueva, despacio» mientras por otro lado trata de serenar la relación bilateral avisando que no es una «ruptura», sino un tiempo en el que autoridades y empresas españolas deben «internalizar» que ya no cabe el «saqueo» ni la «corrupción», según sus hirientes y desagradecidas palabras.
Sobre Repsol ha llegado a espetar que «a mí no me paga», para proseguir «a mí me pagan los mexicanos para servirles, y por eso tengo que defender el interés público, no el interés de particulares». Y es que cada cierto tiempo el tabasqueño de origen cántabro, se encarga de recordar que Repsol , y también la constructora OHL, «hacían su agosto», al ser «las favoritas» durante el gobierno de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Llegando a afirmar el 30 de julio de 2020 que «el gobierno de Calderón (presidente de México de 2006 al 2012) tenía como empresa contratista favorita a Repsol a la que si se le hace una auditoría técnica o administrativa, se encontraría que saquearon a la hacienda pública».
«Nos han ofendido a los mexicanos, porque no solo es el que trabajen los altos funcionarios con estas empresas, sino lo que nos cuesta este tipo de relación », ha dicho López Obrador. En estos supuestos contubernios, ha añadido, se ha perdido «dinero del presupuesto que es de todos los mexicanos, que en vez de usarse para sacar de la pobreza al pueblo se usaba para favorecer a estas empresas».
Quizá los comentarios más directos los ha sufrido Iberdrola, a la que el mandatario tilda de poseer el dominio en el mercado eléctrico de México en un «comportamiento abusivo, ventajoso, con el uso de información privilegiada», explicó en una conferencia a principios de octubre de 2021. AMLO se refiere al contrato del expresidente Felipe Calderón y su exsecretaria de Energía, Georgina Kessel Martínez. También se dirigió a Vicente Fox (presidente de México entre 2000 y 2006) al que acusa de «tener Iberdrola”».
El BBVA -el mayor banco de México- fue otro de los protagonistas durante el reciente señalamiento. El presidente de la entidad, Carlos Torres, se entrevistó con el canciller en 2019 prometiendo una inversión de 2.900 millones para su sexenio, pero eso no es impedimento para el mandatario. El único que se libró de las desagradecidas palabras del político fue el Banco Santander que cuenta con el 12% de los depósitos, el 11% de los créditos y una ganancia de 835 millones en el último ejercicio. Quizá tuvo que ver las dos reuniones que mantuvo Ana Botín con Obrador. La primera tres meses después de la toma de posesión y la segunda semanas antes de la compra del 25 % de la filial mexicana.
Respecto a por qué AMLO eligió este preciso momento para tensar la coyuntura bilateral puede ser que tuviera que ver la visita de John Kerry, la segunda en cuatro meses . El enviado por Biden, en una rueda conjunta con el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, pidió “un mercado abierto y competitivo” en detrimento de la reforma eléctrica propuesta por AMLO que busca nacionalizar la energía.
En la última conferencia de prensa, ante las insistentes preguntas, el presidente terminó negando el sentimiento de fobia hacia los españoles. «Lo que tenemos que hacer es respetarnos», sentenció. Pues menos mal. Crear un enemigo invisible a 10.000 kilómetros de distancia, cuyo Gobierno nunca responde a los ataques, entretanto el presidente es señalado por la casa de su hijo con una controvertida reforma eléctrica en ciernes sirve para enfocarlo todo hacia un supuesto abuso hacia los pobres. Es de primero de populismo. Con Estados Unidos no se atreve.
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