La letra, con franquicias entra
Desde 2010, casi se ha duplicado el número de centros de formación franquiciados
Son toda una oportunidad para el autoempleo. Muchos profesionales de la docencia, o no, pero sí con gran vocación emprendedora están apostando por centros de enseñanza y formación franquiciados y respaldados por marcas muy consolidadas y otras en expansión. El crecimiento que han experimentado las franquicias educativas ha sido espectacular en los últimos años, y más en los últimos meses. Según los datos de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), si en 2010 existían 1.148 establecimientos de este tipo, esa cifra casi se duplicó el pasado año con 2.207 centros. Y todo parece indicar que la expansión de estos negocios continuará en aumento. En ese periodo, de 28 enseñas dedicadas a la formación se ha pasado a 43. El año pasado estos centros facturaron más de 345 millones de euros y dan trabajo a más de 5.000 personas. No es de extrañar que el sector esté generando gran interés.
Noticias relacionadas
La recuperación económica es uno de los factores que ha contribuido al dinamismo de las franquicias de enseñanza. También existen otras razones, como explica Xavier Vallhonrat, presidente de AEF. «Las franquicias que aportan un trato directo son más propicias a crecer. Y en enseñanza el factor humano, el trato directo de los tutores con la familia, con el alumno, les ayuda a crecer. También los consumidores se han dado cuenta de que es muy importante dotarnos de más capacidades». De ahí, por ejemplo, el gran interés de hoy por aprender idiomas.
«Las academias de idiomas pueden llegar a tener una rentabilidad de hasta un 20 y 30%»
La enseñanza es un gran conglomerado: no solo proliferan los centros de formación en idiomas, también escuelas infantiles y de apoyo escolar, de estimulación, de música, teatro, cocina... para todas las edades y con nuevas metodologías, nuevos contenidos y nuevas formas de aprender a través de juegos, de canciones, de dispositivos tecnológicos, de herramientas digitales... en espacios diáfanos, atrevidos, coloridos... que rompen con la enseñanza tradicional.
Con Asociacion Americana de Franquicias Josh Merin ,en WFC conocedor de las estrechas relaciones con España #franquicias #franquiciadores pic.twitter.com/Ghv0k51TUv
— A.E. Franquiciadores (@AEFranquiciador) 13 de octubre de 2017
«Están teniendo mucho éxito academias de inglés y de matemáticas que se inspiran en modelos nuevos y originales, con métodos propios, innovadores, que atienden al desarrollo evolutivo de las personas, con clases diferenciadas... Eso es lo que hace que unos centros tengan lista de espera y otros echen el cierre», afirma José Aragonés, socio director de T4 Franquicias. Dos ejemplos notorios por su gran crecimiento son las academias de idiomas Kids&Us y los centros Kumon, con su especial metodología japonesa para la enseñanza de matemáticas. También hay otros en expansión como Miss and Mister Language, Theatrical, Montessori Village y The Family Language.
¿Y por qué puede interesar a un emprendedor levantar una franquicia? Cuando, además, «el franquiciado es un emprendedor de iniciativa parcialmente limitada», según Vallhonrat, porque se debe atener a las pautas y directrices del franquiciador. Pero lo que puede parecer una limitación resulta también una oportunidad. «El emprendedor a veces tiene vértigo de emprender por sí mismo. Con la franquicia tiene una red que es la marca, que ya tiene una experiencia consolidada, que le facilita una metodología propia, le forma en ella, aporta el material didáctico, el marketing para captar alumnos, el sistema de gestión... Son elementos de valor añadido. Las marcas no garantizan las rentabilidades sino que dan herramientas de gestión probada que ofrecen mayores oportunidades de éxito», cuenta José Aragonés. Por todos esos servicios el franquiciado paga un Royalty mensual, trimestral o anual al franquiciador.
Sin embargo, no todo el mundo sirve para levantar uno de estos negocios. «Lo más habitual es que un franquiciador se inicie entre los 30-35 y 50-55 años. Casi todos cuentan con habilidades comerciales, aunque no con titulaciones académicas como profesores, pero sí tienen sensibilidad por la educación. Se ven atraídos por un negocio con una rentabilidad media-alta. Las academias de idiomas tienen mucha fidelización y una rentabilidad de hasta un 30%», dice Aragonés. Desde luego, advierte, «no son negocios para inversores, requieren un buen perfil y una gran capacidad de dedicación».
Emprendedor o docente
Sin embargo, no todos buscan el mismo perfil emprendedor. Para unas compañías pesan más las habilidades docentes, como en el caso de los centros Kumon. «Buscamos más profesionales que empresarios porque el emprendedor es también un profesor Kumon y director del centro, requiere conocimientos, vocación educativa y habilidades sociales y pedagógicas, y empatía para trabajar con niños y familias. Y no son profesores al uso, nuestro método promueve el autodidactismo del alumno por eso el profesor es un observador, un orientador...», explica Maribel Martín, directora de desarrollo y relaciones públicas de Kumon, que lleva veinte años en España y crece poco a poco. «El objetivo es que nuestros centros franquiciados sean sostenibles. Por eso somos muy prudentes. No obstante, en los últimos años somos más optimistas en cuanto al desarrollo del negocio», dice.
Nuestro equipo posee a grandes profesionales gracias a su trayectoria y experiencia https://t.co/iyb2RAoy2t
— T4 Franquicias (@T4Franquicias) 11 de octubre de 2017
Lo que empezó en 2010 como una empresa para las extraescolares de los colegios se ha convertido en una pequeña cadena de academias de idioma que aspira a salir de Cataluña a través de la franquicia. Miss and Mister Language empieza a desarrollar su expansión: cuenta con una franquicia en Barcelona, cuatro centros propios y gestiona las extraescolares de 70 colegios. «Llegó un momento en que tiramos las paredes al suelo, diseñamos nuestro propio modelo con espacios diáfanos y zonas de experiencias.Los más pequeños cuentan con hinchables y juegos gigantes, disfrutan y sin darse cuenta absorben el idioma. Para los adultos tenemos un bar donde conversan y dialogan con profesores y compañeros... Hay mucha interacción. Queremos introducir el lenguaje de la programacion a través de robots infantiles, simples e intuitivos. Aprenderán programación básica e inglés», asegura Albert Camins, socio de Miss and Mister Language. Quieren crecer fuera de Cataluña, con franquicias en ciudades de más de 100.000 habitantes y ofrenciendo todo el soporte al franquiciado: desde la formación hasta el acondicionamiento del local.